Capítulo 7

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ELLIE

La profesora salió del aula y dejé caer mi cabeza contra la mesa.

-ya paso ya paso- Freya me sobó la espalda y la mire con mala cara.

-esto es culpa tuya- puso cara de falsa indignación.

-¿estas loca ? Como va a ser culpa mía que tengas bajas notas- me cruce de brazos.

-no se, quien crees que me llevo a la fiesta la semana pasado justo antes del examen- lo pensó un momento y asintió sonriente.

-oh si fui yo- abrí la boca.

-¿y estás feliz?- se encoge de hombros y recogemos nuestras cosas para salir pero en el pasillo me escondo detrás de Freya cuando veo al chico que viene hacia acá.

-¿que pasa?- le señalo a Ricky y pone los ojos en blanco -Ellie solo fue una vez tampoco el chico va a hacerte beber cada vez que lo veas- por suerte Ricky pasa de largo porque está en una muy molesta conversación por teléfono -¿que vas a hacer esta tarde?-

-le prometí a mi padre que iba a ir al club de tiro donde también hay arcos, me dijo que me estaba volviendo perezosa y no quería que perdiera la costumbre- puso los ojos en blanco.

-si no fueras mi mejor amiga diría que eres rarita- le sonreí y suspiró -bueno yo tengo que irme tal vez en la noche paso a tu departamento- asentí y salí de la universidad pero me sorprendió quien estaba afuera.

Kian.

Estaba recostado a su moto con el casco bajo el brazo fumando, tenía una pose tan sexy como las novelas de moteros y chicos malos. Todas las chicas que pasaban se daban cuenta y lo miraban con la baba llegando al piso, no las juzgo yo ahora mismo lo estoy violando con los ojos. Tal vez tenga una novia aquí y la viene a buscar porque por lo que supe él va a una universidad muy cara casi del otro lado de la ciudad.

Me acerqué por cortesía y porque me estaba mirando fijamente porque sino pasaba de largo, me intimida en esas condiciones.

-h..hola Kian- genial y tartamudeando, me sonrío.

-hola Ellie- me quede un momento mirándolo y lanzó su cigarrillo.

-¿que haces por aquí?-

-vine a buscarte- abrí los ojos como platos y casi me atraganto con mi saliva.

-a...a buscarme... ¿a mi?- asintió divertido y me pasó el casco.

-me debes un viaje en moto recuerda- me guiñó un ojo y recordé lo que le prometí a mi padre.

-pero yo ahora no voy para la casa- frunció el ceño.

-¿a donde vas?-

-a..practicar arquería- alzó las cejas sorprendido y asintió.

-no importa, te llevo igual- asentí y me puse el casco -¿quieres conducir?- ¿estaba loco? ¿De verdad me pregunto eso? No pude evitar soltar una carcajada.

-no se ni montar bicicleta como crees que voy a poder montar esa moto de casi un metro de alto- se quedó un momento pensativo y me volvió a sonreír.

-venga vamos-

Hubo un pequeño problema para subir y era que yo como soy tan pequeña no podía subirme así que Kian me agarró por debajo de los brazos como si fuera una niña pequeña y me subió. Me agarré a su cintura, el motor rugió y comenzamos el recorrido hasta el club de tiros.

El camino aunque fuera de 20 minutos se me hizo sumamente corto.

-bueno- dije y alcé los brazos para que me bajara porque mis pies ni al suelo llegaban, le entregué el casco -gracias..por... traerme- dije y cuando se quitó el casco así de golpe creo que di un paso atrás, fue como una bala de hermosura chocando contra mis ojos.

-de nada- me dio esa sonrisa tan hermosa que solo tenía el.

-y..lo...siento por haberte hecho venir hasta aquí tal vez tenías algo que hacer y..- negó con la cabeza.

-Ellie no me molesta ni me molestará nunca llevarte a ningún lado como si quieres ir al fin del mundo- obviamente me sonrojé.

-se..será mejor que entre antes de que se haga tarde- asintió y le sonreí para luego darme la vuelta y entrar al club toda acalorada.

Este sitio era un poco más grandes que los clubes normales porque aquí contaban con un bosque que te permitía practicar con armas como los arcos. La mayoría de los que habían aquí eran chicos y como siempre mirando mi cara de santa y mi pequeña estatura empezaron a cuchichear y a reírse por lo bajo. Me acerqué a la recepción y de abajo salió Bruno, el que se encargaba de dar las tarjetas con el permiso y el equipamiento. Había venido aquí casi todos los días por 4 meses así que nos conocíamos.

-waaaow que sorpresa Ellie, pensé que te había llevado el viento- negué divertida.

-he estado algo ocupada- le pasé mis papeles y el dinero -¿como estas ? - pregunté mientras buscaba las cosas.

-oh querida bien el verano pasado fui a un retiro de yoga- me dio la tarjeta, se agachó para buscar en las cajas de abajo el equipamiento y me dio gracia que se le viera el tatuaje que tenía en sima de una nalga de corazón que ponía "amor de madre" .

-eso es genial y ¿conseguiste alguna pareja?- se levantó con lo necesario y negó con una sonrisa.

-pero no me preocupa porque le tengo el ojo echado a Rosario-

-suerte con eso- ella era la encargada de enseñar boxeo en el gimnasio de al lado, no la conocía mucho pero decían que era bastante ruda y muy poco fácil a la hora de ligar -Bueno Bruno muchas gracias -

-nos vemos Ellie-

Ya una vez en el campo con el arco en la mano sentí que todo a mi alrededor desaparecía, que solo estaba yo. Una de las causas por las cuales me gusta tanto esto es que siempre me relajaba. Solté la primera flecha y dio justo en el blanco <no es por presumir pero soy bastante buena>.

Después de casi toda la tarde lanzando flechas me di cuenta de que ya estaba oscuro y el señor de la seguridad venía hacia mi.

-lo sentimos señorita pero en 10 minutos vamos a cerrar-

¡EN 10 MINUTOS!! O sea que eran casi las 8 de la noche.

Devolví todo y me pasé un poco de agua por la cara para refrescar. Cuando salí el cielo estaba todo nublado ¿como me iba yo ahora a casa?.

Alguien me tocó por detrás y di un pequeño salto antes de darme la vuelta.

Kian de nuevo.

Si, estaba detrás de mi con el casco bajo el brazo fumando y su moto a unos metros estacionada.

-vaya, pensé que no saldrías nunca- y el pulso se me disparó como loco ¿me había estado esperando?

-yo...yo...no sabía que ibas a tomarte la molestia de venir- botó el cigarro.

-sabes que para mi no es molestia y vamos que en casa te tengo una sorpresa- abrí mucho los ojos.

¿Kian me tiene una sorpresa? Vaya esto si que es nuevo y emocionante.

Estuve todo el camino preguntándole que era pero él muy bastardo no me dijo. Llegamos al estacionamiento del edificio y cuando iba a salir me agarró por el brazo.

-la sorpresa es aquí abajo- me puse más nerviosa aún -ven- lo seguí hasta llegar donde estaba aparcado su coche -sorpresa- fruncí el ceño y me señaló detrás del coche.

Había una...¿bicicleta? No pude evitar reír.

-Kian pero yo no sé montar bicicleta ya te dije- me sonrío.

-lo se, por eso te compre esta para enseñarte y luego puedas manejar mi moto-

Te conozco por tus besos ✔️Where stories live. Discover now