Me mira con una ceja levantada, por su expresión diría que evita discutir ya que tampoco dice nada para oponerse. Si, es raro estar en contra de ella y alimentar un odio dentro de mí para matarla pero... Nunca le he mentido, aunque piense lo contrario.
Acelera el paso sin darle importancia a que voy en coche y sin problema puedo circular a su lado, dos minutos más tarde ya me encuentro aparcado frente a la entrada. La sigo a una distancia prudente, cierro la puerta con sumo cuidado y la observo. Se dirige a la cocina donde tarda aproximadamente cinco minutos y sale con un batido de frutas y un sándwich caliente. Se sienta en el sofá sin prestarme atención, mastica muy lentamente mientras mira un programa absurdo de mujeres intentando ligar con hombres.

"Eres hombre muerto"
-Zayn.

Luego de ese corto mensaje me siento al lado de Atenea, deja el plato para ir a la cocina y regresar con unas gachas de avena y fruta, sigue viendo el irritante programa.

- Este tipo de televisión arruina tu reputación como la asesina más buscada ¿Sabías?

- No sabía que tenía una reputación -Dice sin apartar los ojos de la pantalla.

- Mucha gente se sorprendería de lo que haces en tu tiempo libre.

- Rajarte la garganta sería una opción pero estoy esperando órdenes de Zayn.

- ¿Desde cuándo necesitas el permiso de Malik para hacer algo? -Alzo una ceja mirando su perfil.

- Desde que he estado a punto de morir dos veces y su hermana le ha traicionado otras dos y su equipo al parecer conspira contra él.

- Vaya, diciéndolo así suena hasta peor de lo que es.

- ¿En serio Styles? ¿Quieres tener una conversación monótona o te vas a callar?

Su tono es tan desenfadado que mis sentidos están alerta por si decide tirarme la taza a la cabeza o empezar a gritar como una desquiciada. El programa termina, deja todo en la cocina y sube a su habitación donde la sigo para apoyarme en el marco de la puerta sin entrar. Es consciente de mi mirada encima de su cuerpo una vez se deshace de la ropa y queda en lencería, no puedo apartar la vista de esas bonitas y fuertes piernas, todo lo que me he jugado para estar aquí ahora y en sus ojos solo puedo ver odio, repugnancia y decepción.

- ¿Scarlett no está disponible o porqué razón eres un puto grano en el culo Styles? -Se coloca una camisa larga de Liam que le queda por debajo del trasero.

- ¿Qué te molesta tanto?

- Es un buen motivo el que hayas intentado matarme y que en cualquier momento lo vuelvas a hacer -Hace un moño rápido y despeinado sobre su cabeza,  se tumba en la cama y suspira entre las sábanas-. Cierra la puñetera puerta antes de que te devuelva el tiro en el pie.

No por obligación ni miedo es que obedezco, camino hasta mi cuarto cuando en la pantalla de mi móvil luce un mensaje, una foto enviada de la rubia. Lleva una lencería rosa palo que casi se difumina con su piel, tiene una pose provocativa encima de su cama y mira a la cámara con picardía.

- Absurdo -Murmuro dejando el móvil en la mesa.

Era inútil mandarme ese tipo de cosas, ya he estado con ella, no es ningún misterio para mí y seguramente tampoco para muchos otros. Me recuesto mirando el techo, siento todo mi cuerpo sucio y la ropa pegajosa pero eso no es lo que me preocupa, mis pensamientos solo enfocan a la morena. La sonrisa tan inusual y divertida, la mirada de furia que tantas veces he visto, sus delicadas manos que son capaces de desgarrarte o sujetar un arma como un hombre de noventa kilos entrenado en el ejército lo haría.
De pronto me doy cuenta de que me he quedado dormido pensando en ella, la oscuridad inunda el cuarto pero a lo lejos se oyen quejidos, ruidos y movimiento. Me pongo en pie tanteando el terreno, salgo al pasillo contemplando por la barandilla que la puerta de entrada está abierta y la nieve comienza a amontonarse al pie del salón. Corro para cerrarla pero antes me aseguro de que no hay alguien fuera, un coche a lo lejos desaparece de mi vista por la velocidad que lleva. Me percato de que se ha mantenido un raro silencio y me apresuro hacia la habitación de Atenea donde la encuentro tumbada en la cama.

Tiene una caja metálica, cristalina y blindada ceñida a su cabeza, esta se comienza a llenar poco a poco de agua automáticamente de a saber Dios dónde. Ella intenta estirar el cuello todo lo posible para conseguir sacársela pero nada, le queda poco para que el agua comience a tocar su boca y me mira desesperada. Me arrodillo a su lado buscando el mecanismo, dónde detenerlo o cómo sacárselo de la cabeza.

- Tiene una llave -Informa esta evitando que el agua suba y la calle-. Se la han llevado, solo... -El agua entra en su boca-. Solo funciona con la llave.

- ¿Qué hago? -Digo tan preocupado que mi corazón quiere salir corriendo-. ¿Qué coño hago?

Ella estira su mano hasta la mesa junto a la cama, no llega y el peso de la caja metálica no le permite ponerse en pie o moverse así que me adelanto para ver que solo hay un bolígrafo sin tapa ahí. Lo agarro y se lo doy, intento buscar papel en las gavetas y cuando se da cuenta de lo que hago niega, el nivel de líquido ha superado la nariz hace unos segundos y todavía tiene algo de aire en los pulmones.

- ¿Qué hago? -Grito ahora enfurecido tirando de la caja.

Su nuez sube y baja con dificultad, ya no le queda casi aire y le está costando mantenerlo hasta que se me ocurra una solución. Empuña el bolígrafo en su mano izquierda con tanta fuerza que los nudillos se ponen blancos, con la mano derecha se ayuda para empujarlo con mayor agresividad hacia ella.

Y así, se atraviesa su propia tráquea.

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