Capitulo 20.- "El amor lo resuelve todo"

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La noche había caído y mi cuarto y yo éramos un desastre. Apagué la computadora y me acosté en mi cama para poder dormir... aceptando la realidad. A la mañana siguiente había despertado con dos decisiones, una de ellas era NO decirles nada a nadie de que me iba y la segunda era que tenía que aceptar que me iba y que faltando dos días tenía que empezar a empacar.

Mientras empezaba a ordenar mi habitación, les decía a mis papás que respetaba su decisión, me disculpaba y pedí mis maletas para empezar a empacar algunas de mis cosas, Hugo se había desesperado demasiado porque en todo un día no le contesté y no me vio conectada en Facebook ®. Hugo ya estaba demasiado desesperado así que quería convencerme pero no sabía cómo hasta que...

̶ ¡Ya sé con qué excusa iré a visitarla! – Hugo.

Sonrió, tomo su billetera y las llaves de su carro y salió a la calle sin decir nada. Su primera parada fue en una florería, compró un gran ramo de rosas, rosas. Después fue a comprarme un pequeño peluche y unos chocolates... él sabía que los peluches, las rosas y los chocolates eran mi debilidad. Él regresó a su casa con el deseo de que fueran las 5 p.m., para irme a visitar. Mientras llegaban las 5 p.m., él tomó una escalera, la subió a su auto y después siguio esperando que llegarán las 5 p.m. Estaba muy impaciente a que llegará esta hora. Mientras que yo... empacaba algunas cosas.

Eran las 3:00 p.m., y ya había recogido mi habitación, mi mamá me dijo que bajará a comer, baje y solo me concentre en comer y no decir nada.

̶ ¿Aun estas enojada Miley? – Dijo mamá.

̶ Un poco.

̶ ¿Ya tienes la mayoría de tus cosas empacadas? Recuerda que mañana a las 8 p.m., tenemos que estar en el aeropuerto – Dijo papá.

̶ Si lo sé, solo tengo mis cosas recogidas apenas.

̶ Miley, recuerda que solo tienes que empacar tu ropa, tus zapatos y las cosas que más quieras como tus esmaltes, tus libros y tus discos – Dijo mamá.

̶ ¿Y que pasará con las demás cosas?

̶ Las dejaremos aquí por si pasa algo en Estados Unidos y nos haga regresar – Dijo papá.

̶ ¿Como quien dice dejaremos, las camas, las colchas, el comedor, la cocina y todo eso sin cuidado?

̶ No tu tía vendrá a cuidarla y a limpiar, y solo guardaremos los marcos y las demás cosas – Dijo mamá.

̶ Ok ¿Puedo mañana ir a despedirme de Julio?

̶ Ok pero tienes que tener ya todas tus cosas empacadas – Dijo mamá.

̶ Bueno, iré como a las 4:00 p.m.

Terminé de comer, recogí y plato y solo les pregunté

̶ ¿Cuántas maletas me darán? Para ir empacando,

̶ ¿Con tres te ajustan?

̶ Si, ¿Dónde están?

̶ Están en el cuarto de huéspedes.

Subí a mi habitación con todo y las maletas, empecé con mi ropa, doble varias de mis blusas y pantalones que solo me traían recuerdos de los buenos tiempos. Tenía en mi closet dos cajones, doble mi uniforme y dije "Bueno aquí te dejo... porque ya no volveré", deje el uniforme mientras pensaba que más poner en esos cajones. Ya eran las 4:10 p.m., y ya había llenado una maleta con ropa y algunos zapatos y aun me faltaban varias cosas, era inevitable no llorar, al recoger miles de cosas que me recordaban los únicos tres años mejores de mi vida. Saqué la maleta llena de mi habitación y la baje dejándola junto con las otras maletas de mis padres.

Un Diario, Una Historia Y Una VidaWhere stories live. Discover now