Cassiopeia Black creció con más en su plato que una adolescente normal. No llegó a ponerse vestidos rosas ni a llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro.
James Potte...
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(capítulo sesenta y uno)
SIRIUS BLACK ENTRÓ AL dormitorio que compartía con los otros tres Merodeadores. Tenía una toalla envuelta alrededor de su cintura, mostrando su torso y brazos esculpidos, unas gotas de agua corrían por su pecho.
Su cabello estaba retirado de su cara, estaba empapado con agua, gotas de él caían sobre el piso de madera, creando pequeños charcos debajo de sus pies. Tenía la mandíbula cubierta de crema de afeitar y la navaja de afeitar en la mano.
"James, hoy es el día."
James levantó la vista de donde estaba acostado en su cama, frunció el ceño en confusión mientras miraba al otro chico.
"¿De qué diablos estás hablando?" Preguntó, sentándose y colocando sus lentes en su nariz, dejando escapar un pequeño bostezo mientras lo hacía.
Sirius sonrió, agitando la navaja en su mano y señalando a la crema de afeitar en su cara.
Remus y Peter miraron a Sirius con las cejas arqueadas. Peter todavía estaba acostado en su cama, sin embargo Remus se estaba vistiendo, abrochándose la camisa mientras miraba a los dos chicos, divertido.
"No voy a meterme en la ducha contigo Canuto, sé que somos cercanos, pero no somos tan cercanos."
"No como si no me hubieras visto desnudo antes." Dijo Sirius, poniendo los ojos en blanco.
James negó con la cabeza vigorosamente.
"Tengo miedo de preguntar." Remus habló, abrochándose la corbata mientras lo hacía.
"¿Te refieres a la vez que entré con gou en la ducha y me dejaste cicatrices de por vida?"
"Silencio, James, ha llegado el día. En el que te enseño a afeitarte."
Remus soltó un bufido, colocando su mano sobre su boca para amortiguar su risa.
James parpadeó un par de veces, antes de mirar al frente.
"Dado que soy mucho mayor que tú, es justo que aprendas estas cosas cuando eres joven."
Remus y Peter no pudieron evitar empezar a reír a carcajadas, los dos, Peter sosteniendo su cabeza entre sus manos mientras negaba suavemente con la cabeza de lado a lado. Remus se agarró al poste de su cama mientras continuaba riendo.
"No soy mucho más joven que tú, solo cinco meses, apenas soy un niño." James arrugó la cara mientras hablaba, poniendo los ojos en blanco cuando terminó.
"Acéptalo James." Remus dijo, sacudiendo lentamente la cabeza. "Eres un bebé."
La sonrisa nunca abandonó el rostro de Sirius cuando dio unos pasos hacia la cama de James, su cabello todavía estaba empapado, dejando gotas de agua mientras caminaba.
