Cassiopeia Black creció con más en su plato que una adolescente normal. No llegó a ponerse vestidos rosas ni a llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro.
James Potte...
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(capítulo treinta) tw: abuso
LA SENSACIÓN DE MIL agujas estallando en su piel la hizo gritar de dolor.
Pero no podía moverse, no podía detenerlo, solo tenía que quedarse allí tumbada y enfrentar el dolor.
Era insoportable, como si las hormigas se arrastraran debajo de su piel, tratando de forzar su camino hacia la superficie masticando cada pulgada de su cuerpo.
El dolor se detuvo tan rápido como había comenzado y su respiración era pesada. El sudor le gotea por la frente y la espalda. Tragó saliva mientras se sentaba, con lágrimas en las comisuras de los ojos, pero no las dejó caer, no de nuevo ...
Sus ojos claros se abrieron cuando vio quién estaba sentado frente a ella, su varita se elevó en el aire, una sonrisa enferma en su rostro mientras la miraba. Su cabello desordenado echado hacia atrás con toneladas de gel, que reflejaba la luz de las velas sobre su cabeza. Sus lentes ya no estaban torcidos en su nariz, y sus ojos la miraban con odio, el brillo normal que había en ellos, en ningún lugar para ser visto.
"¿J-James?" Su voz se quebró mientras hablaba, y le dolía la garganta con cada palabra. No podía creer lo que veía, y las lágrimas que tanto trató de detener para que no cayeran, comenzaron a caer, y una vez que comenzaron, sintió como si no pudiera detenerse.
James comenzó a reír, su risa fue áspera, la sensación reconfortante habitual que tenía cuando la escuchó, reemplazada por una sensación de miedo, que rápidamente la hizo alejarse lo más posible del chico. Que no fue muy lejos antes de que su espalda golpeara la pared sólida detrás de ella.
James solo frunció las cejas, mirándola. Rápidamente escupió cerca de sus pies, y ella saltó levemente cuando él se arrodilló frente a ella.
"Cassiopeia, Cassiopeia, Cassiopeia". Bromeó, sacudiendo la cabeza rápidamente, cada vez que decía su nombre. Su voz era quebradiza y le envió escalofríos por la espalda. Se parecía mucho a las voces que escuchaba en cada Baile y Fiesta de Sangre Pura.
"Deberías saber, cariño, que tus acciones tienen consecuencias". Comenzó a reír de nuevo, la aspereza como cuchillos en el aire.
"J-James, por favor." Cassie sollozó, su rostro cubierto de lágrimas y mocos mientras lo hacía, pero James solo se rió más fuerte, se puso de pie y se dio la vuelta, sin otro ritmo, rápidamente se dio la vuelta de nuevo, su varita apuntando a Cassie. La miró a los ojos mientras agitaba su varita, gritando.
"¡CRUCIO!"
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"¡Cassie!"
La chica de cabello oscuro se despertó sobresaltada, una capa de sudor frío cubría su cuerpo. Dejó escapar un pequeño gemido mientras se sentaba, se frotaba los ojos y miraba alrededor de la habitación.
