Cassiopeia Black creció con más en su plato que una adolescente normal. No llegó a ponerse vestidos rosas ni a llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro.
James Potte...
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(Capítulo ocho)
JAMES soltó una sonora carcajada cuando Cassie golpeó con su varita el escritorio frente a ella, con un gran ceño fruncido en la cara.
Era otra de las sesiones de tutoría de ella y James, y ella todavía no podía convertir un animal en una copa, y aunque James estaba un poco frustrado con ella, no pudo evitar encontrar divertido su mal genio.
La chica de cabello oscuro lo había estado intentando durante más de una hora, pero todavía no podía hacer que el pequeño pájaro frente a ella se moviera siquiera un poco.
Cassie puso los ojos en blanco ante el Gryffindor, y James se limitó a mover cabeza, apuntando con su varita al pequeño pájaro y murmuró "Vera Verto," en voz baja, moviendo su varita ligeramente hacia abajo.
Rápidamente, el pájaro comenzó a moverse de lado a lado, comenzó a encogerse aún más, antes de que comenzara a aplastar sus alas y convertirse en vidrio, dejando una pequeña copa en su posición.
Cassie dejó escapar un gemido y golpeó su cabeza contra la mesa, lo que provocó que James soltara otra risa y sacudiera la cabeza ante las acciones de Slytherins.
—Honestamente, no es tan difícil, Black.— dijo el chico con otra risa mientras Cassie levantaba la cabeza y casi se cae de la silla.
—¿No es tan dificil?— Preguntó ella, con la boca ligeramente abierta.
—Pfft.— dijo y negó con la cabeza, recogiendo su varita de nuevo y apuntando a la copa de cristal.
—Vera Verto.— murmuró la chica de cabello oscuro, sus ojos se agrandaron cuando la copa se sacudió de un lado a otro, sin embargo, golpeó su cabeza contra la mesa de nuevo porque la copa no cambió.
James reprimió su risa.
Cassiopiea levantó la cabeza de la mesa y la apoyó en las palmas de sus manos, con un puchero en la cara. James negó con la cabeza una vez más hacia la chica, sentándose frente a ella con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Haces que parezca tan difícil.— Dijo, dejó escapar otra pequeña risa.
—Haces que parezca tan fácil.— murmuró Cassie, haciendo que James se riera una vez más.
La chica de cabello oscuro le hizo una mueca al Gryffindor, los dos luego se sentaron en silencio por un rato, sin decir nada mientras Cassie miraba la copa de vidrio frente a ella. James todavía reprimió su risa, hasta que volvió a mirar la muñeca de Cassie, el moretón que estaba allí hace unas semanas todavía estaba allí, y no se veía diferente, sin embargo, esta vez había otro en su otra muñeca, y esta uno se veía peor.
