Cassiopeia Black creció con más en su plato que una adolescente normal. No llegó a ponerse vestidos rosas ni a llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro.
James Potte...
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(cincuenta y seis)
JAMES POTTER miró desde un lado de la habitación mientras Cassie bailaba con Lily, Marlene y Alice. Las cuatro chicas gritaron la letra de la canción mientras se reían a carcajadas, haciendo todo lo posible por no golpear a nadie cerca mientras lanzaban sus brazos alrededor, balanceando sus caderas al ritmo.
Dejó escapar una carcajada mientras veía a Cassie chocar con Marlene, las dos cayendo al suelo, pero se reían aún más fuerte en cuestión de segundos. Alice y Lily mirándolas a las dos con expresiones divertidas en sus rostros mientras continúan bailando.
Sonrió de nuevo cuando Cassie se levantó del suelo, antes de inclinarse y pedirle a Marlene el próximo baile. Las dos chicas bailaban lentamente al ritmo de una canción de ritmo rápido, pero sin importarles si alguien las estaba juzgando mientras se estaban divirtiendo.
"Er, ¿Cornamenta?" Una voz sacó a James de su aturdimiento y se volvió para ver a Remus de pie frente a él, con una suave sonrisa en su rostro.
James frunció el ceño mientras miraba alrededor de la habitación, antes de volverse hacia Remus.
"¿Cuándo viniste aquí?"
"Olvidas que estabas hablando conmigo, ¿verdad?" Preguntó Remus, pero la sonrisa en su rostro le mostró a James que no quería decir nada con eso.
James se frotó la parte de atrás del cuello tímidamente, sintiendo el calor subir levemente a sus mejillas.
"Lo siento Lunático, me distraje." Remus soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza lentamente.
"Realmente la amas, ¿no?" Remus preguntó mientras se volvía para mirar a Cassie, que ahora estaba tratando de comenzar una conga, sin embargo, Marlene fue la única persona que se unió.
James sonrió una vez más mientras miraba a la chica, saludando con la mano mientras la miraba. Ella le lanzó un beso antes de regresar a la línea de conga de dos personas en la que estaba.
Asintió en respuesta a la pregunta de Remus.
"Lo hago, realmente lo hago."
La sonrisa de Remus creció, no era difícil ver que James amaba a la chica, pero estaba feliz de haberlo admitido.
James la amaba y no sabía por qué, pero decirle a alguien que la amaba, lo hacía sentir aún más real.
Amaba todo de ella, desde la forma en que se abrazó cuando estaba cansada, no dejarlo ir hasta que se durmió con él en el sofá de la sala común de Gryffindor, o hasta que se vio obligada a subir a sus propios dormitorios. De la forma en que ella siempre le pedía ayuda con la tarea de Transformaciones, incluso si eso significaba esperar hasta la medianoche para hacerlo, ya que tenía práctica de Quidditch. Le encantaba la forma en que ella pasaba sus manos por su cabello, incluso si se enredaban en sus mechones oscuros a mitad de camino.
