Cassiopeia Black creció con más en su plato que una adolescente normal. No llegó a ponerse vestidos rosas ni a llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro.
James Potte...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(capítulo cuarenta y uno)
"JAMES POTTER, PEQUEÑA MIERDA Quiero decir, pequeño rayo de sol!" Exclamó Sirius mientras se paraba en la puerta, conduciendo a la cocina en Potter Manor.
Su cabello era un desastre, levantado en todas direcciones por encima de su cabeza, mostrando que acababa de despertar. La parte de abajo de su pijama colgaba bastante bajo en sus caderas, un par de calcetines esponjosos de color rojo brillante en sus pies chocando con el azul de su parte inferior.
La voz de Sirius era ronca, su garganta más bien de caballo cuando sus ojos se abrieron, mirando a la mesa de la cocina, donde estaban sentados los tres Potter.
James dejó escapar una pequeña risa mientras dejaba escapar un silbido de lobo, haciendo que sus padres lo miran con extrañeza.
"No sabíamos que eras gay James." Euphemia Potter bromeó con una cálida sonrisa en su rostro mientras se levantaba, ofreciendo su silla a Sirius, quien se reía tanto que necesitaba la silla para sostenerlo.
James negó con la cabeza y miró a su madre con los ojos en blanco mientras su padre le ponía una mano en el hombro.
"Eso es porque no soy-" comenzó James, solo para ser interrumpido por su padre.
"Sabes que te apoyaremos, hijo."
"¡No soy gay!" Exclamó, negando con la cabeza de nuevo, mirando con dagas a un Sirius que seguía riendo.
"Espero que no." Dijo Sirius, respirando profundamente tratando de calmarse, agradeciendo a Euphemia mientras ponía un plato de panqueques frente a él. "De lo contrario, tendrías que explicar por qué empezaste a salir con mi hermana".
Sirius se agachó cuando James le arrojó su zapatilla.
✧*。__________________ ｡*✧
Cassie se paró frente al espejo del baño que estaba cubierto de polvo y suciedad. El vidrio aún se resquebrajaba cuando Sirius lo había golpeado años antes.
Lágrimas silenciosas caían por su rostro mientras miraba su reflejo, uno tan diferente al que había visto solo unos días antes.
Él caminaba hacia ella, las mariposas que aún aparecían en su estómago cada vez que James la llamaba amor.
Pero James no estaba aquí. Ninguno de ellos lo estaba.
Tenía que lidiar con esto sola.
Con manos temblorosas, Cassie recogió un mechón de su cabello, y luego recogió el par de tijeras que descansaban en el borde del fregadero.
Respiró hondo, abrió las hojas de las tijeras y colocó el mechón de pelo entre ellas.
Sin pensarlo dos veces, rápidamente juntó las hojas de las tijeras, y grandes mechones de su cabello casi hasta la cintura cayeron al suelo.
Cassie soltó una pequeña risa mientras miraba el cabello en el suelo, y luego el cabello que todavía estaba en su mano.
Volvió a levantar las tijeras y empezó a cortar.
✧*。__________________ ｡*✧
"Ella es una chica increíble." Dijo James, sentándose hacia adelante en su asiento en el sofá mientras hablaba emocionado con sus padres.
Fleamont y Euphemia vieron cómo su hijo hablaba de su novia, haciendo coincidir las sonrisas en ambos rostros, ya que les encantaba verlo tan feliz.
No pudieron hacer que se callara sobre la chica, no es que quisieran. La forma en que sus ojos se iluminaron al recordar algún otro detalle sobre ella, sin esperar a terminar lo que estaba diciendo antes de agregar más hechos al azar. Incluso algunos datos que sus padres no necesitaban saber.
"Cuando está en su período, siempre anhela las fresas."
Sirius había salido de la habitación después de eso, sin querer molestarse más por su hermana, y alguien a quien consideraba su hermano, saliendo.
Había salido de la habitación con las manos apretadas con fuerza sobre los oídos mientras gritaba la letra de una canción de Queen, sin detenerse hasta que subió las escaleras ya una distancia segura de un James que se desmayaba. "La amareis, honestamente." James dijo, tomando un respiro y mirando a sus padres, su sonrisa amplia y llena de dientes.
"Suena increíble James, honestamente." Fleamont habló después de unos segundos, asegurándose de que James hubiera terminado de decir esto.
"No podemos esperar a conocerla." Agregó Euphemia, levantándose y acercándose a su hijo. Ella colocó ambas manos sobre cualquiera de sus hombros.
"Me encanta verte tan feliz James." Ella susurró, atrayéndolo para darle un abrazo.
Fleamont soltó una risita cuando él también se puso de pie y se acercó a su esposa.
"¡Abrazo familiar!" Exclamó, envolviendo sus brazos alrededor de ellos dos, besando a su esposa en la mejilla.
James apartó a sus padres de él y corrió hacia el pie de las escaleras, donde se puso las manos alrededor de la boca y gritó.
"¡Oye, Black!"
"Joder- quiero decir dulce de azúcar, ¿quieres besar a mi hermana?" Sirius gritó en respuesta, su cabeza apareció sobre la barandilla, su cepillo de dientes en su boca.
"Es un abrazo familiar, idiota, ¡ven aquí!"
James soltó una risita cuando Sirius colocó una pierna a cada lado de la barandilla y se deslizó hacia abajo, con el cepillo de dientes todavía en la boca y un trozo de papel en una de sus manos.
"Joder, esa mierda duele." Dijo, mirando la forma en que sus brazos ahora tenían marcas rojas que los recubren, pero solo se encogió de hombros mientras pasaba corriendo junto a James y entraba en la sala de estar de Potter Manor.
"¿A qué esperas, Cornamenta?" Preguntó Sirius, su cabeza asomando por la puerta mientras le enviaba una sonrisa a James.
James puso los ojos en blanco mientras seguía a Sirius a la sala de estar, uniéndose al abrazo familiar.
Debieron haberse quedado allí por unos minutos, antes de que Sirius gritara.
"Por mucho que me gusten estos abrazos familiares, definitivamente deberían ocurrir con más frecuencia." Dijo con una sonrisa, mientras Euphemia y Fleamont soltaban a los dos chicos y retrocedían unos pasos.
"Pensé que te gustaría ver una foto de-" tragó saliva. "La novia de James." Hizo una mueca de disgusto mientras se alejaba por un segundo.
"¿Esto debe ser incesto?" No le preguntó a nadie en particular, volviéndose y entregándole a Euphemia el papel.
Lo desdobló, sonriendo al ver la imagen en movimiento de Cassie. Ella miró a James.
"Ella es hermosa James." Euphemia le pasó el papel a Fleamont, quien le sonrió.
James frunció el ceño al ver el papel.
"¿Cuándo tomaste eso?" Le preguntó a Sirius, haciendo un gesto con la cabeza hacia la imagen.
Era una foto de él y Cassie, la chica de cabello oscuro riendo mientras apuntaba con su varita a la copa frente a ella, moviendo la boca diciendo algunas palabras que James sabía que no eran el hechizo real.
Él la miraba fijamente, con una sonrisa en su rostro mientras obviamente estaba tratando de reprimir su risa, su rostro se ponía cada vez más rojo mientras la imagen continuaba moviéndose.
No fue difícil decir por la imagen que James Potter estaba enamorado de la chica. La forma en que la miró dijo todo lo que aún no estaba listo para decir.
