Cassiopeia Black creció con más en su plato que una adolescente normal. No llegó a ponerse vestidos rosas ni a llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro.
James Potte...
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(capítulo treinta y nueve)
REGULUS BLACK subió y bajó por los pasillos del tren, mirando en cada ventana.
Todavía vestía su uniforme escolar, a pesar de que habían salido de la estación Hogsmeade horas antes, sin embargo, su corbata colgaba holgada alrededor de su cuello y su camisa no estaba metida en sus pantalones.
Las ventanas al otro lado del tren mostraban campos verdes tomando el sol dorado mientras pasaban: ovejas acostadas al sol, vacas comiendo la hierba que podían encontrar que no estaba seca. Pequeños pueblos que dejaban a los niños jugar con mangueras y bocas de incendio en las calles mientras los padres observaban desde el interior de sus frescas casas.
El tren en sí estaba hirviendo, y la cantidad de estudiantes apiñados juntos no hizo nada para ayudar a enfriar a ninguno de ellos.
Regulus se pasó una mano por el cabello mientras seguía mirando a través de las ventanas de los compartimentos, sacudiendo la cabeza cuando vio que la persona con la que necesitaba hablar no estaba dentro de ellos.
Siguió caminando hasta que casi llegó al final del tren, fue entonces cuando escuchó la voz de la persona que estaba buscando.
"James Potter, sonrojado, hay algo que nunca pensé que vería."
Miró en el compartimiento y allí estaba, Sirius sentado allí, recostado contra la ventana del compartimiento mientras se reía de James, que estaba sentado a su lado.
James era un desastre sonrojado mientras seguía abriendo la boca para decir algo, solo para cerrarla segundos después, sacudiendo la cabeza con una sonrisa en su rostro. Jugando con la pequeña snitch dorada en sus manos.
Peter se sentó mirando a los dos niños, masticando diferentes bocadillos del carrito mientras se unía a la conversación de vez en cuando, pero sin decir mucho mientras seguía tapando la cara.
Remus se sentó en el piso del compartimiento, su espalda contra la pared que tenía la ventana mientras descansaba su brazo en el asiento, sacudiendo la cabeza con una sonrisa mientras miraba a James, quien seguía abriendo y cerrando la boca como un pez.
"Y James Potter sin palabras." Sirius continuó, riendo a carcajadas. "Más cosas para agregar a la lista." Los cuatro chicos se rieron cuando James empujó a Sirius, haciendo que la cara de los chicos se aplastara contra la ventana.
"Sirius Black luciendo atractivo, hay una vista que nunca pensé que vería." James se rió de nuevo cuando Sirius puso los ojos en blanco, pero no pudo evitar la sonrisa en su rostro, que se desvaneció cuando vio a Regulus de pie en la puerta de su compartimiento.
"Vuelvo enseguida." Sirius habló, levantándose y caminando hacia la puerta, se volvió para mirar a los tres chicos de nuevo mientras lo miraban en silencio.
