Capítulo 42

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«()P.J.S||42||J.H.S(

Ahora mismo hay dos mentes con pensamientos y preocupaciones diferentes.

Pero había un pensamiento que compartían, un sentimiento en común.

Salir de la realidad junto a la persona que les gusta. Ser felices en una vida normal, sin preocupaciones.

Algo difícil de lograr porque todos tienen preocupaciones.

Aunque, quizás si había algo que podían hacer y así fue como terminaron encontrándose...

—Hey Seok.— llamó su jefe, entrando al almacén de la tienda, donde estaba a casi cero grados para mantener los productos.

—Jefe.— le sonrió al mirarlo, mientras terminaba de acomodar el cargamento que había llegado ese miércoles.

—¿Es tu última caja?— preguntó el hombre un poco mayor.

—Si señor.— dijo sacudiendo su pantalón jean, de los pequeños cristales de hielo que dejaron los potes de helados.

—Aún no termina tu turno, pero te espera tu chica afuera, así que me iré temprano y podrás invitarla a entrar.— dijo dándose la vuelta y antes de salir agregó —Solo no me robes.—

HoSeok sonrió —Dejaré la cuenta para que lo descuente de mi salario.—

—No has negado a la chica.— alzó una ceja, divertido.

—Ya no, puedo decir oficialmente que es mi chica; aunque aún no se lo pregunto...— pensó un poco eso último.

—Lo importante es que te tiene en la mira, ¿Has ganado su corazón al menos?— dijo cruzándose de brazos, relajado, olvidando que iba a salir del lugar.

—Eso es lo que espero, porque ella si se ganó el mío.— el pelinegro habló con sinceridad.

—Entonces no la hagas esperar y asegúrate de hacer las cosas bien, parece una buena chica.— esta vez sí salió, dejando al pelinegro dentro del almacén.

HoSeok suspiró, se sintió nervioso y emocionado. Esta mañana se había quedado un rato más durmiendo porque ya no había clases, el semestre se había terminado y podía descansar tres semanas.

Y eso ocasionó que no tuviera oportunidad de despedirse antes de que JiSeok se fuera a trabajar.

Se quitó el delantal que tenía el logo de la heladería y el cubrebocas. Ambos los andaba durante su jornada de trabajo de la tarde. Su jefe era el encargado de pedir ordenes, y el chico se encargaba de preparar las ordenes, del inventario y de cerrar la caja por las noches cada ciertos días. Así evitaba enseñar su rostro por mucho tiempo a los clientes.

Apagó algunas de las luces del lugar, dejando solo las que apuntaban a la mesa en la que estaba JiSeok.

La chica se sorprendió un poco y giró al lugar donde estaba el mostrador, para encontrar a HoSeok mirándola.

Una sonrisa se hizo en el rostro de ambos.

—¿Por qué siento que pasaron días desde la última vez que te vi?— habló el pelinegro, mientras se acercaba.

—Oh ¿Ahora serás cursi también?— la respuesta de la castaña no fue la que esperaba HoSeok, pero había algo que le gustaba.

Ellos seguían siendo los mismos y eso era bueno, porque se gustaron de ese modo, no tenían por qué cambiar.

Rodó los ojos. Tenía los brazos detrás de su espalda, pero al estar en la silla frente a la chica, mostró lo que sostenía.

Era un potecito con helado de pistacho. No era tacaño, pero no iba a traer un montón cuando sabía que la castaña no podía comer una gran cantidad.

Dreaming Days ⁞ Jung Hoseok ⁞Where stories live. Discover now