Capítulo 22

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A pesar de que la vida que estaba llevando era diferente, no me podía quejar.

Los Park estaban haciendo un gran esfuerzo al tratarme tan bien, sé que mi personalidad no es la mejor, pero aun así me tratan con una sonrisa en el rostro.

Les agradezco de manera genuina y por primera vez siento confianza en alguien más; pero aún tengo un largo camino que recorrer como le había dicho a mi abuelo.

Quizás parezca alguien si rumbo alguno y debo decir que, durante un tiempo estuve así, pero ahora que creo tener una última oportunidad, me propuse alcanzar algo grande.

Quiero ser feliz y los que me rodean también lo sean.

El temor a equivocarme se ha hecho más grande en las últimas semanas, porque ahora hay una persona que me escucha, pero ¿Qué pasa si alguna vez se cansa de mis errores?

Por eso ahora debía intentar usar más el cerebro, me creo alguien inteligente, pero hay situaciones en las que siempre hago lo más estúpido que pasa por mi cabeza.

Mi mente estuvo en cavilaciones mientras caminaba a ese bar-restaurante que JiSeok me mencionó.

Era un lugar bastante bonito al que podía invitar a mis amigos; tranquilo y nadie tendría interés en "joder a mis amigos los raperos famosos, hermosos", citando las palabras de la castaña.

Parece ser una buena confidente, con muchos secretos de ella misma.

La había visto dormida en el sofá de la casa y cuando logró conciliar el sueño, se despertó completamente exaltada.

Ella no me había visto, pero yo sí tuve la dicha o desgracia de verla así. Tristeza, fue lo que sentí.

JiSeok siempre se ve feliz, pero luego de aquello la tristeza y el temor, se quedaron impregnados en sus finas facciones.

Últimamente la observo más, continúo teniendo curiosidad sobre la razón por la que padece de ataques de pánico, siempre me pasa por la mente preguntarle, pero sé muy bien que jamás me diría y la entiendo completamente.

Nos parecemos más de lo creen todos.

También he visto otras características que me parecen no calzar mucho con su personalidad o quizás la hacen ser JiSeok.

Sus uñas siempre llevan esmalte negro y una carita triste está pintada en el dedo anular, la he visto leer cuando está más cansada y sus ojos están a punto de cerrarse, no le gusta la Nutella, ama su único suéter y lo cuida más que a sí misma.

Cuando habla su rostro denota confianza y sus pómulos se marcan mucho cuando sonreí o tiene vergüenza.

—Hey Seok.— saludó desde lejos JiMin.

Giré mi vista al parqueo y sonreí, habían pasado varios días desde que no lo veía −¡JiMin!− me acerqué y lo abracé un poco.

Solo con los chicos tenía ese comportamiento, siempre y cuando no hubiera nadie más.

—Hermano, dime ¿Por qué venías caminando como un cuerpo sin alma? Pensé que te saldrían alas de hada y empezarías a hablar con los animales, además este clima frío con los árboles de hojas naranjas te hacía ver como una princesita de Disney.— siempre tan gracioso Jimin-i.

Le pegué con mi mano en la nuca —Estás muy hablador hoy, que te parece si cierras esa boquita y me invitas a beber algo, quizás si puedan salirme alas y volar hasta el futuro.— le bromeé.

Dreaming Days ⁞ Jung Hoseok ⁞Where stories live. Discover now