Capítulo 33

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Decidió tomar otro paso agigantado.

¿De dónde tomó el valor? No tenía idea.

Pero por esa razón actuó rápido y mintió en el trabajo, diciendo que algo familiar había sucedido.

Su jefe se convirtió en una buena amistad, las horas de trabajo se hacen amenas. No es una rutina aburrida.

Cuando pasó a dejar el auto, entró a su habitación con el pretexto que había olvidado algo importante. Tomó aquel teléfono que estaba dentro del closet, completamente en el olvido.

Y una sudadera que sabe le encantará a JiSeok.

Salió de allí y continuó con su rutina diaria hasta que dejó el trabajo unas horas antes.

Dejó todo en la habitación de la castaña. Le pidió a JiMin que le avisara en el momento que JiSeok venía de camino.

También le dijo que debían encontrarse luego, para poder dejar las cosas claras, a lo que JiMin le mandó un mensaje diciéndole que, no debía preocuparse. Bastante extraño, porque antes estaba tan molesto que podía matarlo con la mirada.

Cuando recibió el mensaje de JiMin, donde decía que iban de camino, salió lo más rápido y tomó un taxi a la dirección escrita en aquel papel.

Pidiéndole a YeongSu, decirle a la castaña sobre lo que dejó en su habitación.

Habían pasado treinta minutos desde que salió de la casa, entendía si JiSeok primero tenía otras cosas que hacer, solo debía esperar.

Tenía la fe de que iba a aparecer; porque ella estaba confiando en él y quería demostrarle que podía continuar haciéndolo.

HoSeok jamás podría hacerle daño.

Pasaron unos veinte minutos y solo se podía ver una pequeña parte del sol, cuando el pelinegro miró un taxi llegar justo frente al lugar que él había señalado. La dirección no era exacta al lugar al que irían, pero era muy cercana.

Del taxi se bajó una figura conocida y sonrió. Sintió alivio, porque tenía razón, ella estaba confiando a ciegas en él.

Del mismo modo en que HoSeok estaba confiando a ciegas en ella.

La chica miró en todas direcciones, hasta que miró en el otro lado de la carretera donde se encontraba la persona que buscaba. Se sorprendió al verlo sonreír.

Pero lo que más le sorprendió fue el lugar detrás de HoSeok.

Una clínica psiquiátrica.

La castaña cruzó la calle y llegó donde el chico −Hey, Jung.−

−¿Otra vez, "Jung"?− preguntó divertido.

−Esta vez sí es regaño.− habló medio seria.

−Oh, por esta mañana.− rascó su nuca, avergonzado −Hablamos sobre no disculparnos, así que, en cambio te ofrezco que olvidemos eso y me acompañes en la siguiente locura que se me ocurrió hacer.−

−¿Nos meteremos a una clínica psiquiátrica a hacer...?− dejó su pregunta al aire.

Suspiró antes de hablar y ver a sus pies −Visitar a mi hermana; en realidad ha pasado mucho tiempo desde que no la visito, no tengo valor y creo que, si logramos llegar donde ella, te darás cuenta de porque no la visito.− mientras hablaba, el vapor se hizo presente, por su aliento caliente contrarrestando el frío clima.

−¿Por qué quieres que vaya contigo? Es decir, no es como si el que yo fuera, va a cambiar las cosas.− preguntó JiSeok metiendo sus manos en las bolsas del nuevo suéter.

Dreaming Days ⁞ Jung Hoseok ⁞Where stories live. Discover now