24. Las tormentas van en búsqueda de los vientos

107 33 51
                                    

Nick estaba en el salón de su casa, intentando aprenderse el nuevo guion que le habían entregado para su próxima película. Aunque lo cierto es que le estaba resultando un poco difícil concentrarse y dejar de prestar atención al teléfono. Al menos aún tenía tiempo de sobra para estudiarlo, pero de todas formas quería aprovechar sus ratos libres para ir adelantando y de esa forma también hacer algo productivo.

— ¿Otra vez hablando solo amigo?

— De verdad Nate, no sé cómo te cuelas en mi casa tan fácilmente.

— Ya te lo he dicho, tu sistema de seguridad es pésimo. Bueno, cuéntale a papi Nate que te está pasando. — Se echó cómodamente en el sofá, como si fuese el dueño del lugar.

— ¿Papi Nate? ¿De verdad? Nadie te llama así. Patético. — Bromeó, pero con expresión seria como si estuviese diciéndolo de verdad. 

— ¿Patético? No soy yo quien está hablando solo y siendo raro. Además, sí que me llaman así. — Dijo haciéndose el ofendido.

— Claro que no lo hacen y no estoy siendo raro, sólo revisaba mis mensajes.

— Ah... solo revisabas mensajes. — Comentó con picardía — ¿De alguien en particular? Seguro que no, tú siempre te preocupas por tus mensajes...

— No te rías de mí mal amigo ¿A qué has venido esta vez?

— A verte, por supuesto y a ver qué está pasando en tu nube rosa de amor.

— ¿Nube rosa de amor? ¿De verdad? ¿Has vuelto a venir borracho? — Le preguntó Nick divertido.

— No todavía, es muy temprano. Y sí, es lo que parece, vas por ahí como flotando en las nubes entre pajaritos, hadas o cualquiera de todas esas cosas simpáticas que vuelan. Sin olvidar que siempre estás mirando el teléfono.

— Estás exagerando, no hay ninguna nube rosa.

— Claro, porque nadie ha salido ya varias veces con una mujer fabulosa e incluso le ha enviado flores comestibles.

— ¿Cómo sabes todo esto? — Preguntó sorprendido mirando a su amigo.

— Porque yo siempre lo sé todo, baby. — Dijo haciéndose el misterioso — También las sigo a ella y a su amiga en Instagram. — Acabó con una sonrisa.

— ¿Qué? ¿Por qué has hecho eso?

— Relájate, Señora Preocupaciones, lo he hecho desde mi cuenta falsa. 

— ¿Tienes una cuenta falsa? — Preguntó asombrado. 

— ¡Claro! ¿Tú no?

— No, ¿para qué querría una?

— Para poder investigar cosas en situaciones como esta o para dejarle comentarios picantes a tus colegas del estilo de: "Nick nos encantan tus fotos sin camiseta, danos más, pero avísanos antes para llamar a los bomberos ¡Nos quemamos!" O "Desearía que fueras helado para lamerte de arriba abajo" sin que se den cuenta.

—¿Eres Estrellita76? — Preguntó Nick totalmente sorprendido.

— ¿Cómo tienes identificada a ese usuario? — Una sonrisa pícara volvió a instalarse en su rostro. —Creía que no prestabas atención a ese tipo de comentarios.

— Es que esa en particular deja cosas bastante llamativas y a veces preocupantes. Tendría que haber imaginado que eras tú.

— Sí, supongo que sí deberías haberlo sabido. Pero no importa, he venido porque Estrellita76 ha empezado a seguir a estas dos encantadoras chicas desde que comenzó toda esta historia entre ustedes y mira lo que ha descubierto.

¿Me voy a Marte o me quedo contigo? [COMPLETA]Where stories live. Discover now