3. Segundo vídeo: intentando calmar los vientos

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Sep. Estaba acabada. Definitivamente. 

Llevaba un buen rato paralizada, simplemente leyendo y releyendo el dichoso comentario.

No, imposible, no sería suficiente con cambiarse el nombre y mudarse al otro lado del país, como había sugerido Bris. No, tendría que hacerse una cirugía de reconstrucción facial completa para que nadie la reconociera.

Nicholas no solo había visto el video en el que salía horrible y en el que decía motones de tonterías empalagosas sobre él, sino que además había tenido la amabilidad de responder a la avalancha creada por los fans y encima siendo de lo más simpático. 

Oh si, definitivamente se iba a hacer humo gracias a la vergüenza.

— No puedo creerlo... — murmuró cuando por fin pudo volver a halar — Tendré que vivir en la Antártida, o tal vez en algún otro sitio menos frío pero sin acceso a internet para que nadie me encuentre jamás.

— Ah sigues ahí, pensé que habías muerto con el shock, empezaba a preocuparme. —Mentira, no sonaba preocupada en absoluto— Que boba tan exagerada, no tienes que irte a ninguna parte. Si además hasta ha sido simpático, por favor, pero si encima ha utilizado el hashtag del corazoncito. Me encanta, fan del chico para siempre. — Dijo Bris totalmente divertida.

— Claro, como no eres tú la que haces el ridículo...

— No te preocupes mujer, de verdad. Si parece que se lo ha tomado a broma, no pasa nada.

— ¿Si verdad? — preguntó rogando porque esa impresión fuera cierta. — Tal vez podría hacer otro video siguiendo un poco con la tontería para disimular. No creo que el silencio sea la mejor opción.

— Si es posible, pero mejor ahora no hagas nada. Piénsatelo bien por la noche y mañana decides que hacer. — ella se quedó un momento en silencio, reflexionando y luego volvió a hablar sin poder ocultar ni contener la diversión — ¿Te imaginas que se haga realidad y se enamore de ti?

— ¡Ah por Dios, Briseida! ¡No ayudas en nada! ¿Sabes?— gritó sintiendo que sus nervios volvían a dispararse. 

Luego de hablar un rato más con su amiga llegó a la conclusión de que tenía razón. Lo consultaría con la almohada, como siempre decía su madre, por lo que esperaría al día siguiente para tomar la decisión sobre qué hacer. 

Cortó la llamada finalmente e intentó dormirse. Aunque lo logró después de un par de horas, tuvo extraños sueños en los que se caía a un lago lleno de la palabra vergüenza.

Por la mañana, muy temprano, estaba decidida. No había dormido casi nada, pero tenía un montón de energía acumulada y estaba segura de lo que quería hacer. 

Haría un nuevo vídeo. En su estilo, siendo simpática, rara y un poco inocentona, como siempre, tal y como era en su vida diaria. La naturalidad, así como la sinceridad siempre habían sido muy importantes para ella, así que contaría la verdad, trataría de ser divertida y que todo quedase en una anécdota simpática más. 

Porque como dicen, si quieres ocultar algo lo mejor es hacerlo a plena vista. Por lo que se lo tomaría como una broma, como lo que era en realidad. Diría unas cuantas tonterías convincentes y antes de darse cuenta, todo esto se habría convertido en una pequeña historia que contar cuando fuera anciana.

Se quedó con el pijama que llevaba, para que pareciera que se acababa despertar y se había encontrado con todo aquel despliegue, era mejor eso a que supieran que casi no había pegado ojo debido a ese tema. De todas maneras se arregló un poco, sobre todo para no tener una pinta tan fea como él día anterior. Era consciente de que no era el atuendo más adecuado, pero que una mujer adulta duerma con camisetas de superhéroes tampoco suele serlo, así que no importaba, al menos se vería como lo hacía habitualmente.

Se preparó un café bien cargado en su taza favorita, la que utilizaba cada vez necesitaba insuflarse valor a sí misma y fue a su escritorio. Se sentó delante de la cámara con una exagerada, aunque no del todo fingida cara de susto y comenzó el video.

"Chicas... ¡NO PUEDO CREERLO! ¡HA PASADO! ¡ÉL LO HA VISTO! El señor, a quien ahora llamaremos NC para conservar su anonimato, o tal vez Ojos de Paraíso como le ha rebautizado mi amiga Bris. 

Aunque, la verdad es que ya todo el mundo sabe de quien hablamos... Ha visto mi video. ¡Y ni siquiera le había mencionado en él!"

Se tapó la cara con las manos y luego se la estiró un poco antes de poder volver a hablar.

"No puedo creerlo, me estoy ahogando entre mares de vergüenza si quieren que sea sincera. Se suponía que sería nuestro pequeño secreto público ¿Cómo es que el muchacho se ha enterado, lo ha visto ¡Y además me ha respondido!? 

Madre mía, si hasta ha utilizado el Hashtag del corazoncito. Ay en realidad es tan adorable..."

Mientras sonreía tontamente, señaló hacia arriba donde luego en el montaje pondría un pequeño pantallazo de su comentario por si alguien no lo había visto, aunque lo dudaba.

"Creo que todos nos emocionamos un poquito demasiado. Sobre todo, ustedes, no pensé que algo así les haría tanta ilusión la verdad. ¡Chicas me han hecho viral y con esas pintas tan malas que llevaba además! 

Aunque bueno, creo que tengo que darles las gracias por no odiarme por la sola idea de salir con él. Ah y gracias a su fandom por haberme aceptado tan pronto. Soy Amelie, por cierto, ¡encantada! 

Ah sí y... ¡Me moriré de vergüenza! ¿se los había dicho ya? Creo que empiezo a notar los síntomas ¿Algún médico presente sabe si eso es realmente posible?"

Se ríe divertida y da un sorbo a su café simulando estar muy, muy nerviosa mientras se tocaba la frente en busca de fiebre. Siempre era bastante exagerada con sus formas de hablar y reaccionar, pero a sus fans parecía gustarle y para que engañarles, en la vida real era bastante parecida también. Así que le era más fácil e incluso prefería, ser la reina del drama y agradar a sus pocos, pero fieles seguidores, que intentar ser una influencer profesional y fracasar miserablemente en el intento.

Dejó de dramatizar de repente y se puso seria como si fuera a cambiar de tema, mirando nuevamente a la cámara preguntó.

"Por cierto... amigas, cambiando de tema a algo que no tiene nada que ver con nuestra conversación. 

¿Alguien sabe que hay que hacer para formar parte de ese proyecto de la NASA para irse definitivamente a vivir a Marte? Es para una amiga... espero las respuestas, ¡buenos días queridas!"

Sonrió a la cámara, lanzó un beso y se despidió como cada vez. 

Además, añadió varias etiquetas al video para crear más un efecto broma #Unapringadamuertadeverguenza #VivirenMartemesalvará #Esparaunaamiga

Cuando acabó con la edición subió el video a su cuenta de Instagram y aunque está vez le costó muchísimo más desprenderse de su teléfono y no fisgonear automáticamente los nuevos comentarios, se obligó a hacerlo. 

Tenía que ser fuerte, esperaría hasta la noche, o bueno al menos hasta la hora de la merienda, puede que hasta el almuerzo... De acuerdo, por lo menos una hora. Tenía que esperar y darles tiempo, como siempre. Tampoco quería parecer desesperada al respecto, aunque en realidad lo estuviera. 

Además, las cosas no podían ir a peor ¿no?


¿Me voy a Marte o me quedo contigo? [COMPLETA]Where stories live. Discover now