QUÉDATE CONMIGO... (TERMINADA)

Epílogo 3 (Pt. 2)

Narrador.

Las cosas en la casa Váldes Carvajal se habían puesto algo tensas por las constantes discusiones entre ambas madres por el comportamiento de su hija mayor, hace un par de semanas había optado por tener actitudes que nunca había tenido. Revelarse antes sus madres era algo que jamás habían permitido ambas, Juliana extrañada de su comportamiento no permitió en ningún momento la falta de respeto hacia ellas o su hermanos, ya que esa no era la educación que les habían inculcado, mientras que Valen había dejó ese papel que tenían junsto a su esposa con el fin de comprender un poco más a Mia y saber el motivo del porque de se comportaba así.
Orginando algunas discusiones entre ellas, distanciamiento, inclusive la morena había noches que prefería dormir con Lana, para evitar más discusiones con su esposa. Tratando siempre de no mostrar esos malos momentos a sus hijos para evitar hacerlos sentir tristes. La mañana era habitual que desayunaran juntos los wafles hechos por la castaña que amaban sus hijos apesar de ya estar grandes. Ese mismo día, la morena con sus hijos la esperaban en la cocina para ver como su hermosa madre y esposa hacia los wafles, lo que no pensaban que sería el inicio de una discusión que se tornaría más complicada y subida de nivel

Juliana: Mía, no le hables así a tus hermanos (molesta), solo querían un poco de cereal además hoy es día de wafles

Mia: Porqué siempre estás de su parte, ellos siempre obtiene lo que quieren contigo (alzando la voz) y no has pensado que si estoy comiendo mi cereal es porque no quiero wafles (enojada)

Juliana: Calcomanias pueden dejar tantito a solas con Mía y llevarse a Kenneth ahorita los llamo que estén los wafles (ellos Asintieron y se llevaron al su hermanito). En primera bájale que soy tu madre y segundo ellos solo te pidieron un poco de tu cereal, no toda la caja. Además si se termina se compra más y listo (molesta)

Mia: Ese es el punto siempre ellos, siempre SIEMPRE (alzando la voz de nuevo)

Juliana: Crees que a ti no se te da nada? (Molesta) mírame cuando hablo (mirandola) ahora dime todas esas cosas que tienes no significan nada para ti o qué? No valen a caso?

La discusión iba subiendo de tono pero fue interrumpida por la otra mamá.

Valentina: Ya por favor (llamando su atención de ambas) si el problema es una caja de cereal vamos por otra y no se toca la tuya Mía, mejor? (Asintiendo, dejando una morena sumamente molesta)

Mia: Bien, mejor me voy ya me quitaste el hambre (molesta)

Juliana: No tienes permiso de salir. Te recuerdo te castigue anoche por llegar a la hora no acordada y en ese estado (levantándose)

Mía: No puedes encerrarme como en una carcel ya soy mayor de edad (Burlándose) así que me voy

Juliana: Te recuerdo que vives en está casa y por lo tanto acatas las reglas te guste o no, que para pedir todos tus lujos si eres feliz, no?!

Mía iba a contestar algo que seguramente se arrepentí después cuándo Valen la interrumpió, cediendo a su hija, quitandole el castigo y restandole autoridad a Juliana.

Valentina: Juls amor ya por favor. Mia puedes salir pero no te quiero tarde y mucho menos en esas condiciones, estamos? (Asintiendo)

La mayor de sus hijos victoriosa salió de la mansión de sus madres para encontrarse a su novio Robert recargado en su moto, él era el típico chico popular malo de la universidad metido en negocios sucios de drogas, y lo unico que hacia él era cazar sus víctimas enomorandolas para sacar provecho de ellas. Él había observado por días a Mía con el fin de tener datos y así aparentar cosas en común, mientras la enamoraba y así pudiera sacarle el dinero que necesitaba, porque sí, él se acercó por saber quien era, quienes eran sus madres y su familia entera.