XVII

844 65 34
                                    

Louis.

— ¡Por fin llegan, mis amores! —es lo primero que escucho cuando bajo del auto y me es imposible retener la sonrisa.

— ¡Aquí estamos! —también digo entusiasmado, aunque el sentimiento no lo siento.

Pese a que me rehusé a venir, no negaré que me hace feliz compartir momentos con la familia de Harry y no voy a amargarme sólo por tener a este último aquí presente. Haré como si no estuviera.

—Su habitación está lista, es la misma de siempre, sé que les encanta la vista. Vayan a dejar sus cosas —nos dice con una sonrisa pintada en su rostro.

No, no. No quiero dormir con Harry, del 1 al 10, ¿qué tan extraño sería que le dijera a mi suegra que prefiero dormir en otra habitación con mi prometido lejos?

No sé qué decir, así que resignado, me dispongo a seguir al rizado que me altera los nervios.

No sé si son muy amables para preguntar o de verdad son tan distraídos para no darse cuenta de mi ya enorme vientre, pero estoy aliviado de por fin poder contarles y no quedar como el malo de la historia, tal como Harry me lo había advertido. Maldito imbécil.

—No quiero compartir cama contigo —escupo cuando nos encontramos solos en la habitación.

—Ay, por favor —rueda los ojos— ¿Por qué? —pregunta cuando se percata de que hablo en serio.

—No me apetece —digo sin más.

—Claro —bufa— Sólo hay una cama, tendrás que lidiar con ello.

—Puedes dormir en el sofá —doy una solución.

—No voy a dormir incómodo, estoy cansado y no me apetece arremeda mis palabras anteriores— Duerme en el sofá si a ti te place —se encoje de hombros, molestándome hasta su forma de respirar.

— ¡Estoy embarazado! —alego indignado—, y fuiste tú quien me trajo arrastrando hasta acá, es lo mínimo que puedes hacer —me cruzo de brazos.

—Por eso, porque estás embarazado, deberías dormir en la cama con el padre de tu hijo, ya sabes, para crear el vínculo familiar —sonríe.

No le contesto y decido bajar de nuevo con Anne, porque no tolero verle la cara.

Cuando estoy en la cocina, comenzamos a preparar todo para la cena.

Iríamos a dar un paseo en el yate mañana, así que hoy sólo cenaremos en familia, para guardar energías para el día siguiente.

— ¿Cómo van los preparativos de la boda? Le he dicho a Des que quiero quedarme en la ciudad para ayudarlos —comenta Anne emocionada cuando estamos todos en la mesa.

Juro que estuve apunto de atragantarme, pero me controlé y respiré profundo. Que Harry lo solucione, yo no hablaré.

—Bueno, en realidad hemos pensado en retrasar el evento —contesta el rizado mirándome fijamente.

— ¡¿Qué?! ¿Por qué? —cuestiona Gemma.

Estoy en shock, no sabía qué iba a pasar, pero no creí que les fuese a dar la noticia de que serán abuelos tan pronto, es decir, eso es lo que utilizaría como excusa, ¿no?

—Lou, amor —me llama y hubiese dudado de que era a mí, de no ser porque antepuso mi nombre al adjetivo.

No sé qué hacer y tampoco sé el porqué estoy tan nervioso.

—Estamos esperando un cachorro —suelta la noticia una vez que he llegado a su lado, pues se ha puesto de pie —Prefiero que Louis tenga un embarazo tranquilo y realizaremos la boda una vez que nazca nuestro hijo —me toma de la cintura para acercarme a él y lleva su mano a mi vientre para después dejar un casto beso en mis labios.

BewildermentWhere stories live. Discover now