XVI

644 59 48
                                    

Harry.

Aquella bofetada me desconectó por completo; Louis jamás había sido una persona violenta, siempre opta por el diálogo y dicha acción me tomó por sorpresa, ciertamente lo había dejado pasmado. No obstante, sabía que lo merecía.

Mi corazón late acelerado, porque seré padre; voy a tener un cachorro con el amor de mi vida.

Ahora sólo debía descubrir cómo manejar mis emociones. Quiero llenarlo de besos en ocasiones y en otras, los hechos y las palabras de todos aquellos mensajes anónimos; acusándolo de la muerte de mi madre biológica, avasallan mi mente.

Cierro los ojos y tomo un largo suspiro permitiéndome analizar el panorama;

Mi ex-prometido y adoración en la vida, está en estado; de mi cachorro.

Las acusaciones no están fundamentadas y fui un estúpido al ser tan crédulo y permitir que la inseguridad y decepción, fluyeran como la sangre en mi sistema.

Daniel, es ahora, un estorbo, porque Louis jamás aceptaría tenerme cerca sabiendo que estoy "comprometido".

Mi familia, va a matarme si se enteran de todo lo mencionado anteriormente.

Estoy al borde del colapso, pues, estoy casi seguro de que he creado una maldita tormenta en donde pudo sólo haber lloviznado.

...

Abro la puerta de mi departamento y realizo la llamada para por fin, deshacerme de Daniel; ya no me sirve.

Preparo la maleta para el viaje que mis padres han planeado tan espontáneamente, sé que Louis se negará mil veces más, pero también sé que no sabe decir no a Anne.

Tocan el timbre y me apresuro a darle fin a esto.

—No te quiero cerca, realicé tu último pago —hablo despacio— No vuelvas a hacer cosas que no se te han solicitado, que no se te olvide que fuiste contratado para obedecer y jamás cuestionar —finalizo.

—Pero...

— ¡Sin refutar! —no lo dejo terminar- Una última, cosa, sólo por curiosidad, ¿de dónde mierda sacaste ese anillo? —cuestiono, ya que, de verdad me causa intriga lo parecido que es al que le di a Louis.

—Fue un obsequio y si lo utilicé fue porque dijiste que querías que sufriera, pero ya veo que te arrepentiste —escupe rabioso.

—Largo —ordeno firme y da media vuelta largándose de mi apartamento.

...

Toda la mañana estuve ansioso, esperando la hora de salida de Lou para poder verlo y como soy un hombre de palabra, aquí estoy.

—Sube —pido, bajando el vidrio del piloto para que me pueda ver.

— ¿Qué haces aquí? Te dejé muy claras las cosas por la mañana —comienza a retar y contengo las ganas de rodar los ojos.

—Sube y hablamos —lo ignoro.

— ¡No me des órdenes! Largo, me llevará Joel y está esperándome. Déjame pasar —intenta rodear el auto, pero me apresuro y lo orillo, cerrándole el paso.

—Mientras tengas a mi cachorro dentro, no vas a estar con ese maldito energúmeno —dejo claro— Sube, William.

—No utilices ese tono conmigo, que no me intimidas —frunce el ceño— ¿No tienes nada mejor qué hacer? No lo sé, follar con tu prometido; eres como adicto a ello, según recuerdo —escupe sarcástico y con los ojos brillosos.

BewildermentWhere stories live. Discover now