-Te llama una tal Campanita ¿Eres acaso Peter Pan? _ me pregunta la despampanante rubia que tengo recostada en mi cama.
¿Se preguntan por qué? Yo también lo hago pero es ilógico buscarle una respuesta.
Soy joven, soltero, me gusta la diversión, el placer. Y es eso. Anoche fui a una disco, tomé unas copas demás y una hermosa rubia se me acercó con intenciones de cariño así que aquí estamos 3 horas más tarde en mi cama.
Me había levantado para tomar una ducha y fue en ese momento en el que sonó mi teléfono, ella lo cogió porque estaba sobre mi mesa de noche.
¿Y ahora qué le digo?, tampoco debería darle explicaciones pero es un poco ridiculo que tenga a "campanita" llamándome a las 3 de la mañana.
¿Es que acaso esta chica otra vez se quedo con el auto varado? ¿Pero dónde compra su batería? ¿O siempre deja las luces encendidas porque le parece mágico y lindo llenar su vida de luminosidad?
¡Qué carajos estoy pensando!, necesito sacarme a esa mocosa de la cabeza.
Y no le digo mocosa por su edad, porque debemos ser casi contemporáneos pero tiene unos gustos y a veces se comporta como una niña.
Lo lamentable, es que aunque pretenda negarlo, eso es lo que más me gusta de ella.
Que a diferencia de otras mujeres que están siempre intentando verse perfectas, con el mejor vestido, el maquillaje perfecto, sometiéndose a tortuosas dietas o haciéndose mil operaciones en búsqueda de esa aparente perfección, ella simplemente es ella.
Mientras que otras chicas buscan qué palabras usar para impresionar ella habla con una verborrea verbal que me asombra y deslumbra, no le importa solo lo dice como si su boca le ganara a su pensamiento.
Mientras que otras chicas van pulcras y demasiado arregladas a una cita y solo piden ensalada, ella prefiere andar en convers, una sudadera 3 tallas más de la que es y comer una hamburguesa en un puesto de ambulante.
Mientras que otras mujeres buscan lucirse con una cartera de marca ella es feliz encontrando una lo suficientemente grande para meter a todos los personajes de disney dentro.
Mientras otras se intimidan cuando me tienen cerca y usan sus mejores técnicas de seducción esperando obtener mi número telefónico o a menos una llamada por mi parte después de una noche apasionada, ella hace todo lo contrario y borra su número de mi teléfono intentando que la borre de mi vida.
Como si fuese tan fácil. No puedo, aunque vengo intentándolo no puedo hacerlo.
Es que ella es única, es perfecta.
-Seguro se equivocó al marcar el número. Déjalo _ es lo único que atino a decirle a la mujer que yace en mi cama, después de verla mirándome fijamente mientras mis cejas se mueven acompañando mis pensamientos. La rubia debe pensar que estoy loco.
Bueno debo recordar colocar mi celular en silencio, y cambiar el nombre de Campanita, pero es que lo guardé así por si en una futura ocasión pretende volver a borrar su número de mis contactos. Dudo que busque su nombre en la letra C.
Debo reconocer que en un principio estuve tentado a colocar otras opciones como
-Loca del estacionamiento
-Batería descargada
-Niña despistada
-Parlanchina imparable
Pero terminé optando por Campanita, mi Campanita.
Veo a la rubia comenzar a colocarse el vestido, sin decir más palabras y no es que se haya molestado por el hada que me llamó anteriormente sino que ese es el trato implícito de un ligue en un bar. Ambos consiguen sexo, placer, compañía por un par de horas y la magia termina.
Un adiós y no vuelves a cruzarte más con esa persona. Porque así soy también yo, no mezclo sentimientos, emociones. No me permito sentir para no ser vulnerable y evitar sufrir.
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