Cap 2: Llavero de disney

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Esa voz, esa voz por un momento hace que todo se detenga. Es dulce, sexy, cautivadora. Retrocedo desde la puerta del copiloto y la veo.

Corriendo, agitada, con el cabello naranja, pecas y miles de libros en los brazos. Veo que con mucha dificultad trata de encontrar algo en su bolsa, asumo que la llave de su auto.

Me acerco y ella, sin preguntar, coloca sus libros sobre mis brazos. Felizmente actué con rapidez y termino cogiéndolos antes que caigan al piso.

Ella sigue hurgando en su mochila. Y yo aprovecho para apreciarla. Es bajita, 1.60 como máximo, es delgada pero de notables curvas, tiene las mejillas sonrojadas y creo saber que es por la situación. Sabe que no puedo entrar a mi auto porque ella está bloqueando mi puerta.

-no puede ser, no puede ser - dice mientras continua buscando en su bolso ¿Qué tantas cosas puede tener ahí para no encontrar unas simples llaves?

Se aproxima a mi auto y yo me aparto para que no me tumbe con la prisa que lleva, la veo vaciar su bolso en el asiento del copiloto y no entiendo nada la situación.

Toma algo entre sus manos y con notable entusiasmo dice - Aquí estás. Besando a Campanita que cuelga de su llave. ¿Tiene un llavero animado para su auto?

Me ve mirándola con extrañeza y dice

-Y tiene luces -

Desactiva su alarma o a menos eso trata porque la veo apretar una y otra vez con insistencia el botón. Sus cosas siguen regadas en el asiento de mi auto.

-¿Todo bien? - le pregunto y ella ni siquiera me mira. Algo que me sorprende, no es que sea el dios griego pero suelo no pasar desapercibido, además le estoy cargando los libros, es lo mínimo que corresponde

-No, todo mal, no lo ves. No acciona la alarma.

-Creo que te quedaste sin batería.

-¿Por qué? Si es nueva, acaso me engañaron

-O que tus luces de emergencia han permanecido encendidas, no sé exactamente cuánto, pero los últimos 20 minutos antes de que llegaras sí.

-¿Tú las viste encendidas y no hiciste nada?

-Eh, ¿Nada? ¿Qué podía hacer? No tenía tu número como para llamarte y avisarte y no podía romper tu luna y apagar las luces. Eso te habría salido más caro.

-Ay no, y ahora ¿Qué se supone que haga? ¿Comprar otra batería?

-O reanimarla conectándola a otro auto

-Oh gracias, ok, ok, hagamos eso

Perdón. ¿Qué estaba diciendo? Había asumido que el otro auto sería el mío.

-Lo siento, me encantaría ayudarte pero llevo prisa. Hace media hora empezó una reunión en la que debí haber estado.

-No entiendo, me das la solución y luego me la niegas - me dice molesta

-Ey alto ahí - le devuelvo sus libros. El perjudicado aquí soy yo. Llegué, encontré mi auto bloqueado, perdí mi reunión, no entiendo porqué debería ayudarte.

-Porque eres un caballero

-¿y si no lo soy? ¿Si soy un renegado aburrido y mala persona que solo quiero atormentarte por haberme malogrado la mañana o peor aún un psicópata del estacionamiento que quiere aprovecharse y espera sus presas con el viejo truco del auto averiado?

-¿Es broma verdad? primero la del auto averiado soy yo y segundo aburrido y mala persona no pareces, me cargaste los libros y me brindaste una solución para mi problema

-Eh, no fue mi elección, apoyaste tus libros en mi usándome cual repisa.

-Lo siento, lo siento pero no entiendo ¿Por qué no entraste a tu auto por el asiento del copiloto?

-Lo estaba por hacer cuando apareciste - le dije

-Entonces hazlo, no te interrumpo- me dice y noto enfado en su voz. Lo que me faltaba, ahora la desconocida me odia y termino siendo yo el malo.

Puedo ser tu Pepsi ColaWhere stories live. Discover now