26

25.1K 1K 16
                                    

-Lamento la tardanza. -Dijo Mary sentándose enfrente mía. -¿Qué tal con Ashton?

-Pues como crees. -Dije rodando los ojos. -La verdad fatal. -Suspiré. -Me dijo que le sacase de allí y me amenazó con matarse, yo no lo entiendo de verdad.

-Ya sabes lo que dijeron. Es un psicópata, este asegurado y no como Mika. -Me sonrojé y ella abrió los ojos. -Creo que tienes algo que contarme.

Le cogí de las manos.

-Tía, nos acostamos antes de ayer. -Dije soltando un gritito.

-Joder. -Gritó. -DOWLING ME DEBE 20 PAVOS.

-No me jodas tía. -Ella llamó corriendo a Dowling.

-Sí, no no ha pasado nada, me debes 20 pavos, se han acostado. -No pude evitar rodar los ojos. -Bien acostaditos seguro, venga, adios. Jodete pringado.

-No me puedo creer que hayas apostado y encima con mi jefe. -Dije tratando de aguantar la risa.

-¿Cómo lo hace?

-Tía...

-Nos lo contamos todo, recuerda. -Dijo dándome toquecitos en la frente.

-Demasiado bien. -Admití mirando hacia abajo.

-¿Mejor que Ashton? -Preguntó ella sonriendo.

-Mucho mejor que Ashton, es... -Suspiré. -Mejor me callo.

-Bueno bueno, la chica terminó encoñada del preso.

-Exconvicto. -Recalqué. -Y sin cargos Mary pobrecito.

-Perdón perdón. - Dijo entre carcajadas. En ese momento le empezó a sonar el móvil, se levantó de golpe y se alejó. Yo revisé mi móvil para ver si tenía algún mensaje, y efectivamente.

Mika: ¿Nos vemos esta noche?

Yo: A ver que mire mi agenda. -Tardé en contestar un par de minutos. -Todo libre.

Mika: Te veo a las 9, en tu casa, te recogeré.

Yo: Vale, te veo luego.

Mika: Claro preciosa.

Mary no venía y me estaba empezando a preocupar, aunque esa preocupación disminuyó cuando la vi desde la ventana hablando por teléfono. Se estaba enroscando el pelo con la mano mientras sonreía.

Oh no, esto solo podía significar una cosa.

Entró y le miré fulminante.

-Mary Cross Anderson. -Dije totalmente seria. -Espero que no te hayas guardado ningún secreto para ti, porque pienso matarte.

Ella rió nerviosa y yo le miré de manera más amenazante que antes.

-No es nada cielo. -Dijo sonriendo. -¿Vas a pedir algo de beber?

-Tengo una coca cola aquí mismo Mary. -Dije mirándole mal, y señalando la coca cola.

-Ups. -Hizo como que miró la hora. -Pero qué tarde es, me tengo que ir.

Estuvo a punto de levantarse pero yo le agarré del brazo, mirándola muy seriamente.

-Mary, dime si estás ligando o saliendo con alguien ya. -Me miró con los ojos muy abiertos.

-No estoy ligando. -Suspiró.-¿Te acuerdas de Sam?

-Considerando que lo vi hoy en el trabajo si. -Dije sonriendo.

-Pues llevamos un par de meses hablando más y tal. -Asentí.

-Que fuerte que te lo hayas callado 2 meses. -Dije sonriendo.

-Es que, quería estar segura de lo que sentía era seguro.

-¿Y bien? -Inquirí. -¿Te gusta?

-Creo que sí.

Ahora chillé yo, provocando que varias personas nos mirasen raro.

-Vais a tener un montón de niños. -Dije sonriendo. -Y os vais a querer un montón.

-Para ahí el carro flash, que nos estamos conociendo. Es más. -Dijo mirando la hora. -Me tengo que ir que he quedado a las 8.

-Y yo a las 9.

(***)

Revisé cómo iba vestida por quinta vez en 5 minutos, un sencillo vestido negro de falda plisada con un cinturón dorado, unos tacones negros y un bolso dorado. El pelo suelto y alisado que caía hasta un poco más abajo de la mitad de mi espalda y maquillaje sencillo, no quería parecer un payaso.

Respiré hondo revisando que tuviese el maquillaje intacto, tanta preocupación iba a hacer que me saliesen granos.

Tocaron la puerta y me miré en el espejo por última vez, antes de dirigirme a la puerta para abrir.

Mika estaba apoyado en el quicio de la puerta y una sonrisa se plantó en su cara al verme. Llevaba unos pantalones vaqueros negros y una camisa blanca, remangada hasta los codos y que marcaba todos sus muslos.

-Pero llego a saber que vas a venir tan guapa y me arreglo algo más. -Me dió un leve beso en los labios y me miró de arriba a abajo, mordiendose el labio.

-Vamos anda. -Cerré la puerta detrás de mí y comenzamos a andar, él entrelazó nuestras manos y yo no pude evitar miralas, se veían demasiado bien entrelazadas. -¿A dónde vamos?

-Pues... -Se paró y me cogió de las mejillas. -A mi casa.

Alcé una ceja y dejé un corto beso en sus labios.

-¿Con María y Ginny? -Pregunté entrelazando nuestras manos de nuevo y caminando hacia la moto que traía.

-Sí, con ellas. -Me pasó un casco y me lo puse, él se puso el otro y se montó en su moto, yo me monté detrás. -Agarrate que llegan curvas.

Reí y me agarré a su cintura, él aceleró y nos perdimos en las calles de California.

Cárcel Sirvey (Cs1)Where stories live. Discover now