8.

29.1K 1.4K 74
                                    

Maratón 3/3

Respiré hondo antes de entrar a la cárcel, y agarré con fuerza el papel que me había dado la hermana de Mika, repetí el proceso del último día al pie de la letra.

Me acerqué a la máquina de comida, vigilé que nadie me mirase y cogí 2 sandwiches, metiéndolos en el bolso y caminando hacia la puerta, la abrí y ahogué un grito al ver lo que me esperaba al otro lado de la puerta.

Mika tenía la cara amoratada y tanto la nariz como el labio sangrando, me acerqué a él soltando el bolso y con el ceño fruncido.

-¿Qué te ha pasado? -Me miró serio. -Mika...

-Han sido ellos, los hijos de puta de la cárcel no saben hacer otra cosa que meter palizas.

-¿Por qué? -Saqué algo de agua de mi bolso y un papel y comencé a quitarle la sangre.

-Querían hacerme hablar. -Se quitó las esposas y las echó a un lado.

-¿Y no les has hablado? -Empezaba a sentirme culpable, si hubiese dicho que había hablado ahora no estaría así.

-No.

-Esto es culpa mía. -Agaché la cabeza. -Les dije que no habías hablado y la han pagado contigo.

Me cogió de la barbilla y me hizo mirarle, en ese momento un escalofrío recorrió mi espalda y mi piel se erizó.

-No es culpa tuya, estás haciendo cualquier cosa para conseguir que me saquen de aquí y estos son efectos colaterales. -Se señaló.- Aparte, no estoy tan mal.

Le levanté la camiseta y él me miró con una ceja enarcada, tenía la barriga y el pecho con moratones al igual que la espalda.

-No estás mal, estás peor que mal.

Me levanté furiosa y salí de la celda buscando a Violet, la encontré con un superior suyo.

-¿Qué pasa Sara? -Dijo ella.

-Llévame al botiquín.

-¿Por qué? -Preguntó ella.

-Le han dado una paliza a Mika. -Ella me miró con los ojos muy abiertos, pero sé que sabía de todo esto, y me llevó hacia el botiquín, cogí todo lo necesario y volví a la celda, donde Mika me esperaba mirando al techo. -Listo, tengo pomada, agua oxigenada, vendas y algodón.

Me miró horrorizado.

-El agua oxigenada no va a tocar mi piel ni de coña.

-¿Es enserio? -No pude evitar reir. -Creía que eras un chico duro.

-Es que escuece. -Murmuró.

-Hagamos una cosa. -Rodé los ojos, pensaba aplicar el mismo método que con mis primos cuando eran pequeños. -Me cogerás del brazo, y cuando te escueza me apretarás.

-Vale. -Su mano se posó en mi brazo y yo me acerqué a él para curarle las heridas.

-Ouch. -Apretó mi brazo con fuerza.

-Chico rudo. -Dije con sarcasmo.

-Oye, gracias. -Murmuró.

-¿Por qué?

-Eres la única que no me ha preguntado que qué he hecho yo, si no que qué me han hecho, es bastante amable por tu parte, ya que eres la única que me trata como una persona normal.

Eso me dio bastante pena, me acerqué a él un poco y le revolví el pelo.

-Es que eres una persona normal, no sé que te hicieron creer en estos 7 años, pero no es verdad, y no mereces estar en un sitio así. -Señalé este lugar. -Mereces estar en un sitio bastante mejor que este.

-Es mi castigo por no hablar. -Fruncí el ceño. -Estos 7 años me han hecho creer que no valía nada, he tenido que aguantar día tras día a gente diciendo que no valía una mierda, a abogados diciendo que no me iban a representar, ya que no había pruebas suficientes, y que me declarase culpable. Estos 7 años han sido un infierno.

Tenía ganas de abrazarle, pero me daba miedo hacerlo así que en cambio me acerqué a mi bolso y le tendí los 2 bocadillos.

-Son los 2 para ti. -Me miró con la cara iluminada. -Y esto es de tu hermana.

-Tú... -Sonrió. -¿La has visto?

-A ella y a tu madre.

-¿Cómo están? -Preguntó ansioso.

-Te creen Mika. -Se levantó. -Saben que tú no fuiste.

-¿Es enserio?- Creo que va a llorar.

-Muy enserio. -Se acercó a mí y solo en ese momento me di cuenta de cuando medía, me sacaba al menos 1 cabeza.

-Gracias. -Me abrazó y el acto me tomó por sorpresa, pero le respondí el abrazo, rodeándole la cintura. -Estás haciendo mucho por mí.

-Hago lo que te mereces.

-Diles que he hablado, pero que solo hablaré contigo. -Dice. -Si me quieren pegar que lo hagan, pero solo me sinceraré contigo.

-Eso está hecho. -Le aseguré.-Y ten por seguro que hablaré con ellos, no vas a estar aquí ni un día más.

-¿Qué vas a hacer?

-Les pediré tu traslado a una celda mejor, les exigiré tu traslado. -Dije con confianza.

-No creo que funcione. -Dijo él.

-Va a funcionar.

Unas horas después estaba saliendo directa al despacho del dueño de la cárcel, para dejar mis pensamientos claros. Entré llamando antes y me planté delante suya, un hombre de mediana edad bastante delgado me miró con superioridad.

-¿Qué deseas niña?

-Quiero a sus mejores abogados mañana aquí a primera hora, las condiciones en las que tiene a Mika Hastings no son nada legales y, como esto no se solucione ya, tendré que meter a asuntos internos, y no le gustarán nada las consecuencias. -Me miró con odio.- Mañana a primera hora estaré aquí para dejarle mis condiciones, y como no se cumplan meteré a asuntos internos, y créame no le conviene, mi padre trabajó allí.

Y sin darle tiempo a decir nada, me fui dando un portazo.

Cárcel Sirvey (Cs1)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt