Cárcel Sirvey (Cs1)

5.

Llevaba toda la noche dándole vueltas a las palabras de Mika, habían sido sus primeras palabras en 7 años y hacia mí, y vaya tela con sus 7 palabras.

Hoy tenía día libre, era sábado así que me quedé en la cama hasta tarde, reorganicé lo poco que tenía de él en un folio y me quedé mirándolo.

Se rió por primera vez hace 2 días, hace 1 me habló diciendo "no fui yo".

¿Posible error de la policía?

No lo sé, pero necesitaba saber más, encendí el ordenador mientras me hacia el desayuno y me senté en la mesa de la cocina para investigar, busqué "caso Hastings"

Salía mucha información, del momento de su detención, fotos de él, rumores sobre que hizo una promesa de no hablar porque había terceros implicados.

Espera.

¿Terceros implicados?

Eso era una pista.

Lo apunté en el folio y seguí mirando, entré en una página con un poco más de información sobre el caso.

El policía fue asaltado por la espalda con un cuchillo de cocina, no se encontró el arma del crimen y el acusado gritaba que él no era, que se habían equivocado y que las pagarían.

¿Por qué no ponía eso en el informe?

A saber. Seguí buscando información por unas 2h sin llegar a nada así que decidí darme una relajante ducha, me puse una bomba de baño, velas, el portátil en una de las esquinas de la bañera y pasé a darme un relajante baño de 2 capítulos de serie. Salí con los dedos arrugados como pasas y me tomé mi tiempo para secarme el pelo y ponerme un chándal para estar por casa, llamé a la pizzeria de cerca de casa y ordené una pizza mediana, así también tendría cena.

Llamé a Mary y me puse a hablar con ella.

-¿Qué tal el caso ese?

-El chico solo me ha dicho hola. - Mentí.

-Eso al menos es un paso, ¿está bueno? - Preguntó, como era de costumbre en ella.

-Mary, es un criminal.

-Si está macizo pues se puede arreglar tía. - Desde luego ella no cambiaría.

-Si tía, está bueno. - Dije rodando los ojos, como si ella pudiera verme.

-¿Y a qué esperas para presentármelo? Tú ya tienes a Ashton, perra. - Dijo soltando una carcajada.

-Haz alguna tontería y que te metan en la cárcel. - Bromeé.

-No me tientes, Sarita. - Odiaba que me llamase Sarita.

-Cierra el pico, Mariquilla.

-No me llames así, Sarita. - Contraatacó.

-Te voy a matar. - Le dije.

-Tía te tengo que dejar, que en nada me voy a interrogar a un sospechoso. Te echo de menos, suerte.

-Y yo pequeña, suerte a ti, preciosa.

(+++)

Me vestí rápido ya que hoy había quedado para ir a comer con mi madre, hacía un día soleado y parecía que haría calor, así que me puse un top rojo que resaltaba mi pelo y unos vaqueros blancos largos. Cogí todo lo necesario y salí en camino hacia el bar que mi madre había elegido.

Al llegar sonreí, era un bar pequeño y sencillo, de paredes blancas y mesas negras. Solíamos venir a este lugar de pequeñas cada sábado a comer, pero desde que mi padre se fue ya nada volvió a ser lo mismo.

Allí estaba Madison Evans, con su melena castaña con algunas canas recogida en una cola de caballo y tan arreglada como solo a ella le gustaba.

-Hola cariño. - Me dio uno de sus cálidos y reconfortantes abrazos, yo lo respondí con gusto.

-Hola mamá. - Nos sentamos una a cada lado de la mesa y nos pedimos algo de beber.

-¿Qué ha sido de tu vida este tiempo? Ya no me cuentas nada.

-Pues he empezado un nuevo caso. - Dije sonriente.

-¿Enserio? Cuéntame sobre él.

Mi madre adoraba todo lo relacionado con mi trabajo, cuando le dije que haría esto se emocionó tanto, pero no podía contarle las más importantes de cada caso.

-Es en la cárcel Sirvey. - Hizo una mueca. - Sobre un chico llamado Mika, acusado de 3 robos con rehenes y más cosas. Tengo que hacerle un perfil pero no habla desde hace 7 años.

-¿Qué le pasó? - Preguntó dándole un sorbo a su coca cola.

-No sabemos, creo que se trata de un shock post traumático pero no estoy segura, intento que hable pero no dice nada. - No me gustaba mentirle a mi madre pero era necesario.

-Ten cuidado cariño, ese sitio es peligroso. - Dijo ella mirándome con preocupación.

-Mamá, tengo licencia de armas, se usar una y estoy hiper vigilada.

Estuvimos teniendo una agradable comida, hablando de trivialidades y riendo juntas, a veces echaba de menos estos momentos con mi madre.

-¿Y qué tal tú, mamá? - Dije, ofreciéndole una cálida sonrisa.

-Muy bien cielo, ya voy mejorando.

-Sabes que me tienes aquí, siempre me vas a tener.

-Lo se cariño, lo de tu padre se va superando.

Le sonreí y salimos del bar, la acompañé a casa y me volví a la mía, tras desmaquillarme y ducharme me senté en el salón y hablé un poco con Ashton.

-Hola preciosa. - Dijo a través de la pantalla del portátil. - ¿Cómo llevas mi ausencia?

-Mal. - Respondí. - ¿Y tú la mía?

-Muy muy mal cielo, te echo de menos como si llevase sin verte 3 años. Pero en unos días me tendrás allí de nuevo.

-Pero queda mucho. - Dije haciendo puchero.

-Tranquila cielo, me tendrás 2 semanas enteritas mínimo, no pienso irme. - Me aseguró sonriendo. - Oye, me tengo que ir, cuéntame en un audio que tal tu día entero y qué tal con tu madre y prometo escucharlo en cuanto pueda, te quiero princesa.

-Y yo peque.

Colgó y yo me fui a ver una peli.