Accidente #26: La cueva de los héroes

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East Royal Forest, zona del este, residencia Bellemore [06:57 AM]

Era nueva mañana en East Royal Forest, debido al horario, el sol apenas empezaba a dispersar la penumbra mientras las estrellas empezaban a desvanecerse sobre el firmamento. En dicha ciudad, el aire frio se empezó a notar debido a sus cercanías a las épocas invernales, lo cual provocaba que todas las personas aprovecharan cada momento en su cama con tal de adquirir ese calor que perderían al salir de la cama.

En aquella casa donde habitaba aquella castaña de aspecto reluciente, esa misma chica no era la excepción. Cynthia se hallaba envuelta en sus sabanas mientras su aspecto denotaba una notable falta de sueño, estaba sentada en el centro de su cama adornada con sabanas y colchas de aspecto fino de colores rosados con toques abstractos de color rojo como rosas. En su mayoría haciendo juego con el tapiz y pintura que adornaba su cuarto que se encontraba impecable desde la ropa hasta su escritorio donde se podía ver un bolso, su celular, su laptop y la mochila del colegio. Teniendo colgado su uniforme en su puerta cerrada con un gancho.

Sus ojos estaban esbozando cansancio por unas pequeñas ojeras que se le habían generado su insomnio que era alentado por una notable mueca de tristeza que cubría su rostro. Pero un sonido tras su puerta fue lo que le hizo despabilar. Al parecer una puerta se había cerrado de un portazo mientras unos ligeros pasos acompañaban una caminata a la que la castaña solo pudo suspirar con cansancio y esbozar una mueca ligeramente molesta mientras deslizaba su mano por debajo de una de sus almohadas.


—Ny... Tan inocente que sigo sin creerlo...— la chica tomó un objeto amplió que pudo tomar a duras penas entre su mano a duras penas, notando una textura similar al yeso pulido —¿En que te has metido? — fue lo último que pudo decir con un tono melancólico mientras contemplaba una máscara de arlequín, la misma máscara de los asesinos que en la noche pasada asechaban sobre ella y el equipo de Asia, solo que esta se encontraba fuertemente cuarteada en uno de sus ojos y llevaba un ligero rastro de sangre en la parte de la sonrisa



Parque ecológico, Crystal Forest [06:57 AM]

El crujir de las hojas era notorio mientras se podía ver a un joven pelirrojo corriendo a través de la arboleda del parque mientras su cabello se encontraba húmedo mientras aun portaba aquella bermuda negra con verde y en su tren superior llevaba una sudadera de camuflaje militar de colores grises con negro y franjas rojas a lo largo de los brazos. Mientras que como calzado llevaba unas zapatillas deportivas de color verde sin calcetines, debido a que por las prisas no pudo obtener algunas.

Su aspecto era similar a un nadador después de una ardua competencia, pues sus expresiones cansadas denotaban un jadeante aliento que empeoraba con los metros que recorría; pero esto no plasmaba una mueca muerta de cansancio, sino que se veía más que nada desesperado por llegar a la meta. Portando también en su mejilla derecha una gaza amplia y en su mejilla izquierda y nariz llevaba varios curitas, y como un extra a esto, su mano derecha estaba completamente vendada a diferencia del resto de su cuerpo.


—¡Acelera Nyron! ¡El alba esta sobre de nosotros! — exclamó un hurón de color rojo que estaba en su capucha que dejaba ondear al viento mientras apuntaba al cielo con una de sus patas


Fue con esa misma frase con la cual el pelirrojo apresuró el paso mientras notaba poca gente circulando en las vías generadas por caminos de cemento perfectamente simétricos. Llevando su curiosa mirada al lugar donde su enfrentamiento nocturno se llevó a cabo, notando como este estaba sin rastro alguno de la destrucción que habían generado. Un hecho que quiso cuestionar; pero ya no tenía el suficiente tiempo, debía correr.

El maestro del rey del mundo (En edición)Where stories live. Discover now