BAGDAD [l.s]

XXIV: Lágrimas y sangre

—Lo hicimos de esa manera para que siempre deban estar juntos, Louis nunca se va a librar de nosotros, porque Liam nos pertenece y él tambien.

Liam temblaba, todo a su alrededor giraba, estaba teniendo un ataque de pánico.

—Activa la pildora mañana en la tarde, necesito hablar con Payne antes de que maten a Louis.

Liam lloraba mientras intentaba soportar el dolor y desesperación, era un infierno, se sentía explotar.

Y por su mente solo se cruzó una solución para que esa gente nunca más se volviera a meter con el omega, una con la que lo aceptaran como su gente y nunca más tomaran acciones contra él sin pensarlo dos veces y una también que haría que Louis lo odiara toda su vida pero al menos lo salvaría.

...

Habían transcurrido días, Louis aún se encontraba en la cabaña pero ya no discutía con Harry, aunque hablaban poco, se dedicaban a recostarse en la cama y disfrutar la compañía del otro.

Eran días muy calmados y a Harry no le gustaba aquello, algo andaba mal, Harry lo sabía pero Louis dormía tan despreocupado a su lado que se ponía a pensar si Louis de verdad olvidó todo lo que ha pasado.

Pero esa mañana fue diferente.

Técnicamente todo estaba igual, Louis estaba con una camisa blanca desayunando en el comedor mientras Harry tomaba su café en el marco de la puerta, viendo hacia afuera pero sentía que algo no andaba bien, sentía que lo observaban, mas no veía a nadie.

Tal vez todo se debía a su misma psicosis, tal vez estaba siendo paranoico pero algo no andaba bien.

—Louis— le dijo al omega.

El chico levantó su cabeza para mirarle con sus mejillas llenas de comida.

—Iré a dar una caminata corta, ya regreso, ¿si?

Louis asiente y traga —Está bien, de todas maneras iba a pedirte que salieras a buscar flores, las del florero de la habitación se han secado.

Harry asintió y se acercó a él para darle un beso sobre su cabeza y luego uno en sus labios —Te amo— dice en despido.

Louis le sonríe sonrojado —Yo también te amo.

Harry le devuelve su sonrisa y sale de su casa, bajando la sonrisa al ya no estar frente a Louis y ajustado su sentido auditivo para escuchar mejor.

Daría solo una revisión rápida, para ver que todo estuviera bien, nada más que eso.

...

Louis terminaba de tender una ropa mojada al sol mientras observaba el bosque frente a él.

Se sentía tranquilo y últimamente dormía bien, comía bastante bien y había comenzado a ganar peso, sus cosillas ya no se marcaban cuando se recostaba en la cama, aquello lo alegraba.

Tendió una camisa azul colocando prencillas en sus bordes cuando un olor que hace bastante tiempo no olfeataba se comenzó a intensificar.

Louis temblaba emocionado y asustado a la vez.

Un hombre de cabello castaño salió del bosque con un abrigo de invierno.

—Liam— dijo con lágrimas en sus ojos.