- Ya sé -Entierra su cabeza agotado entre el hueco del hombro y el cuello de Atenea, esta reclina su cabeza hacia atrás apoyándola por completo en la pared-. Tú siempre tan tuya.

- Y de nadie más.

- Lo sé -Suena triste pero consciente de lo que dice-. Al menos hoy, por hoy -Recalca-. Deja que te tenga para mí.

Su mano viaja hasta la cintura de ella, la aprieta tanto que es visible los nudillos blancos pero la morena no se queja cuando lo hace para acercarla más a su cuerpo, al contrario, deja salir un gemido apenas audible que provoca que el chico ronronee en su oído y gruña de satisfacción. Aprieto mis puños dejándolos incoloros, tomando aire fresco y contando números inexistentes y desordenados para poder contener la rabia, los impulsos de ir de decir "Basta" ¿Pero porqué? ¿Porqué debería? Yo la metí en esto, ella ya ha demostrado que no necesita a Malik comiendo de su mano, aunque ya lo sabía. Sabía que todo hombre que la vea querría estar con ella, cerca, oliendo su aroma, inhalando su peligro, entre sus fuertes piernas, tocando el plano de su abdomen, pasando la lengua por cada rincón...

Basta Styles.

Sus bocas están en un duelo entre lanzarse o quedarse ahí contemplándose la una a la otra, él da el primer paso de inclinarse cuando carraspeo entre la penumbra tan alto que los obligo a girar para ver qué ocurre. La cara de él es un cuadro pálido cuando me ve salir pero ella está igual, con una mirada indiferente.

- ¿Te has divertido? -Dice con calma mientras me acerco pateando una piedra del camino.

- ¿Os conocéis? -Pregunta confuso señalándome.

- ¿Tú lo conoces? -Ahora su tono si es diferente, más calculador.

- Harry Styles -Asegura-. El perturbado más buscado de Colorado.

- ¿Por qué sabes quién es?

- Su cara está empapelada por toda la ciudad.

- ¿Y no has visto la mía? -Una mirada rápida de alerta que a ella la hace sonreír como si fuera un vampiro apunto de arrancarle el cuello.

- Zayn se encargo de eso -Aclaro una vez estoy a su lado-. Su protegida ¿Recuerdas?

- ¿Ustedes dos...?

- Ugh no -Eleva una ceja como si fuera un insulto-. Estaba pasando una absurda prueba. Por cierto, superada.

- Ya hablaremos de eso -Mascullo por lo bajo algo irritado-. Y respecto a ti -Señalo al moreno que empieza a dar pasos hacia atrás-. ¿Qué hacemos contigo?

- No contaré nada, lo juro.

- ¿Nada de qué? -Amenaza Atenea a mis espaldas-. No sabes nada.

- Se el paradero de Harry Styles y de una posible asesina más con él.

- ¿Asesina? -Se hace la ofendida llevándose una mano al pecho para cambiar el semblante a algo más perturbado, una mirada de locura y brillo-. Has estado a punto de rogarme de rodillas de que te bese.

- Sí, no, no no no -Se apresura a decir, elevo una ceja insinuante en su dirección-. Quiero decir...

Antes de que pudiera terminar de articular alguna palabra un disparo suena tan cerca que me obligo a taparme los oídos, el chico frente a mí ha quedado blanco, con un agujero en la garganta que me permite ver la pared tras él. Giro hacia la morena que no me dedica ninguna mirada y se acerca al cuerpo derribado en el suelo, recoge un poco de sangre en su dedo, levanta la camiseta negra del chico y escribe en el vientre con su sangre "Pintora".

Se limpia en su vestido sin darle importancia a la mancha, guarda el arma de nuevo y comienza a correr fuera de la estrecha calle hasta el coche cuando se comienzan a escuchar gritos y barrullo en la zona del cadáver. Arranca tan rápido que mi cuerpo se golpea con el asiento en un intento de estabilidad. Va enfocada en la carretera, se desvía para pedir comida en un local abierto veinticuatro horas y me ofrece mi menú cuando vuelve a entrar. Comemos allí, en silencio, mirando las luces del lugar y la gente que entra.

- ¿Qué es lo que querías hablar? -Dice desinteresada mientras se lleva una papa frita a la boca.

- Tú ganas, tenías razón -Suspiro pesado-. No volveré a tocar el tema de Zayn.

- Pues al final va a ser un buen día y todo -El sarcasmo rechina en mis oídos pero esbozo una sonrisa-. ¿Por qué apareciste?

- Ya había visto suficiente -Espeto sin la mayor gana.

- Cualquiera diría que estás celoso Styles, será mejor que controles esas emociones antes de que las use en tu contra.

Elevo una ceja en su dirección a lo que ella corresponde con un guiño atrevido y sigue comiendo. Sale del coche para tirar los restos en una basura cercana y cuando vuelve abre mi puerta, se queda apoyada en ella mirándome desafiante, otro duelo de miradas. Asegura que solo está cogiendo aire y que quiere que conduzca yo así que antes de salir del otro agarro su cuerpo por la cintura y la consigo atrapar sobre mi asiento, debajo de mí. Inclino el asiento hacia atrás quedando totalmente recostado, intenta zafarse pero no puedo conmigo totalmente encima y sabe que no es momento de proporcionarme una llave estratega que me deje noqueado. Recorro con mi mano el abdomen visible entre la falda y el top, bajo a sus muslos inclinándolos un poco para llegar a una zona caliente bajo ellos, tentando sus reacciones que se mantienen maldiciendo en voz baja. Presiono más mi cuerpo entre el suyo, apoyo mi nariz en la suya dando caricias leves vacilando con el calor de nuestras respiraciones cercanas, su mirada viaja de mi boca a mis ojos simultáneamente y sonrío sobre el roce de sus labios.

- Hoy no me has elegido a mí -Ronroneo en un susurro.

- Una pena -Ruedo los ojos ante su descaro.

- ¿Me dirás por qué?

- ¿Quieres que te vuele los sesos Styles? -Posa su mano sobre el arma bajo su liguero que con un rápido movimientos de dedos he conseguido quitársela sin que lo note y la he tirado fuera del coche-. Serás...

- Precavido -Interrumpo-. Esa es la palabra que buscas -Sonrío ante la satisfacción.

- ¿Qué quieres? -Espeta.

- Dime porqué no me has elegido.

- Tú me dijiste que ligara, ligar contigo no tiene sentido.

- ¿Ah no? -Separo mi cara para poder ver la suya al completo-. ¿Y por qué?

- Porque a ti ya te tengo comiendo de mi mano.

Por primera vez muestra una sonrisa de satisfacción igual que la mía, un golpe bajo pero ha atinado en el blanco para que me aleje y tome el asiento del piloto. El ambiente ha quedado neutro, las calles vacías, las luces llenando los lugares y por fin nuestra casa, todavía no me acostumbro a verla vacía sin una visita acaparadora de Liam o Zayn. Entramos en silencio depositando las cosas en la entrada, se va desnudado por el camino debido al cansancio que siente y yo no puedo hacer otra cosa que observar, observar la falda que cae en la escalera mientras se descalza, sus muslos entrenados, el tanga tan provocador que lleva junto al liguero que atrapa su pierna, el top cae un poco más arriba dejando a la vista su espalda rota, cicatrizada, llena de mil colores diferentes y finalmente desaparece en la puerta de su habitación dedicándome un "Dulces sueños Styles" percatada de que la miraba muy atento.

Maldigo mientras recojo sus pertenencias, cuando estoy por tirarlas al cubo de lavado de una de las telas cae un papel doblado, dejo estas en la cesta y me agacho para recoger el misterioso trozo blanco. Está escrito con tinta verde y con rayones que parecen ser hechos a la prisa, frunzo el ceño intentando averiguar si conozco la letra, pero no. La leo una y otra vez, ¿Quién se la ha dado? ¿Cuándo? ¿En qué momento se alejó lo suficiente para no verla? El chico muerto imposible, no necesita escribirle nada si pensaba terminar la noche con ella. Me muevo inquieto buscando a la morena por el pasillo, parece que descansa lo suficiente para haberse olvidado de que tenía algo en los bolsillos.

"Encuéntrate conmigo en los aparcamientos, tenemos que hablar, la vida de alguien que quieres está en mi manos, tú decides ¿Dejarás que corra sangre hoy?"

MedicineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora