Me tumbo sobre una de las tumbas de la cripta. Myke desconfía de la bruja, por lo tanto se coloca a mi lado y sujeta mi mano, pero sin quitarle los ojos de encima.

— Necesito privacidad. —Le dice— Y eso quiere decir que necesito que todos salgáis.

— De ninguna manera ¿Crees qué soy tan estúpido de dejarla sola con una bruja? —Ataca Myke muy furioso— Nunca.

— Amor —Le susurro.

— No me persuadas. —Refunfuño. — No vas a convencerme.

— Si lo haré, sabes que lo haré. Estaré bien amor, te lo prometo.

— Acaba de sobrevivir a un hechizo que iba a matarla y ha resultado intacta. Estoy segura de que sea lo que sea que la protege, lo hará si mi intención es asesinarla. —Asegura la bruja. — No arriesgaré mi vida.

— Si resulta herida, te decapito. —La amenaza con una media sonrisa irresistible. — Nena.

— Todo estará bien.

— Di solamente mi nombre y entraré para matarla.

— Tranquilo. —Deja un beso sobre mi frente— Ve.

Sale amenazándola con la mirada.

La bruja pone las manos sobre mi vientre después de llenar de un potingue verde sus manos. Siento calor, mucha calor, y ella de un momento a otro cierta los ojos. Sus venas comienzan a tener espasmos que las hacen notar, a su vez que su rostro comienza a verse mucho más pálido.
De repente, es separada de mí y grita. Grita porque evidentemente el ardor que sentía en mi vientre, ahora lo tiene ella en sus manos, que arden en llamas.

— ¿Se encuentra bien? —Pregunto encogiendo mis piernas inmediatamente por precaución. — ¿Hola?

Me mira aterrada. Algo en ella no es igual a hace unos minutos antes de comprobar lo que me ocurre verdaderamente. Me aseguro de que Myke no haya oído nada extraño, y me levanto por curiosidad; quiero saber la verdad.

— ¿Tienes idea de lo qué acaba de ocurrir? —Me pregunta confundiéndome ¿Qué voy a saber?

— Explícamelo y entenderé.

— Tú —Su voz suena demasiado débil— ¡Eso me ha quitado la energía!

— Habla o seré yo quien te mate y no mi novio. Te advierto que seré mucho más cruel; primero te cortaré la lengua, después me encargaré de que tu muerte sea la más dolorosa que en este pueblo se haya visto.  —Baja la mirada— No. Esto ya me lo sé y no permitiré que me engañes o retrases la verdad por más tiempo.

Levanta la cabeza dispuesta a utilizar su valentía por fin. La miro desafiante, alerta y demasiado desconfiada; no me puedo permitir creer que alguna bruja de este maldito pueblo es buena. Solo Chloe consiguió hacerme creer algo así y fue justamente en su último aliento de vida, pero no antes.

— Llevas en tu vientre el hijo de un demonio. —Confiesa al fin— Mitad humano, mitad demonio.

— ¿¡Qué!? —Pregunto nerviosa. Me olía algo, pero es mucho peor saberlo. — Eso no es posible.

— Lo es. Tu hijo hizo el mismo rechazo que su padre cuando fue concebido, la única diferencia es que él te está protegiendo a ti de cualquier mal que intente destruirte o hacerte daño. —Me quedo sin palabras. Retrocedo lentamente hasta que choco con la lapida en la qué estaba tumbada.

— Yo. . . N. . . No puedo.

Me marcho corriendo y sin escuchar a nadie; ni siquiera a Myke. Él me persigue con desesperación e incluso amenaza a la bruja creyendo que me ha hecho algo. Justamente al final del camino, tras salir del cementerio consigue atraparme.

EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]    Where stories live. Discover now