Acuarelas pastel (Water Color)

Capítulo 27

Día 10 06:14

Esa noche, Song Ran realmente tuvo un sueño.

En el sueño, era el comienzo del verano, la sala de estar estaba en silencio y la monotonía inmutable de los chirridos de las cigarras venía de lejos. Las campanulas del 8012A y los lirios de Casablanca del 8012B se habían trasplantado al mismo balcón y habían entrado simultáneamente en la etapa de floración. Las hojas anchas y estrechas formaban un parche entremezclado y desprendían una fragancia dulce y fresca mezclada.

Él estaba dibujando junto a las ventanas francesas, Bubu estaba acostado boca abajo en la alfombra, dirigiendo con seriedad por un laberinto un pequeño caballo de madera, y He Zhiyuan sostenía una regadera mientras regaba las flores una maceta a la vez. Probablemente porque Song Ran nunca había visto su rostro, He Zhiyuan estaba de espaldas a él todo el tiempo mientras se ocupaba de su trabajo a un ritmo que no era ni rápido ni lento. La suave luz del sol desdibujó los bordes de su figura, haciendo que su forma no fuera muy clara.

Song Ran miró su espalda, sus dientes masticaban suavemente el lápiz y su corazón le picaba, ¿Cómo era este hombre en realidad?

¿Sería su apariencia tan buena como el amor que le dio?

Habiendo experimentado un período de tiempo tan solitario, Song Ran había perdido el rumbo y no entendía qué valor tenía su vida. Cada vez que las noticias transmitían la muerte inesperada de un niño y los padres frente a la lente de la cámara lloraban histéricamente, se preguntaría: si muriera algún día, ¿habría alguien en este mundo que lloraría tristemente por él?

No lo habría.

Su muerte no haría que se derramara una sola lágrima. Desde el día en que su padre lo condujo a la entrada del orfanato y lo dejó con una mentira antes de partir para siempre, había sido abandonado por el mundo entero. Había buscado la muerte cortándose la muñeca con una afilada hoja de afeitar, y había sido un corte muy limpio; la sangre escarlata brotó, goteando a lo largo de las líneas de las palmas de las manos hasta las yemas de los dedos y cayendo gota a gota. El olor a sangre era lo suficientemente espeso como para atragantarse, pero no podía evocar el dolor que había sido entumecido por la desesperación.

Pero ahora era diferente.

Ahora tenía un hogar.

A Bubu le importaría si vivía bien o no, al señor He le importaría si vivía bien o no. El placer, la ira, la tristeza y la alegría nunca volverían a ser solo emociones que él mismo masticaba hasta que perdían su sabor.

Lo que siguió al amor fue una agradable sorpresa que fue incluso más grande que el amor.

"Song Ran."

Alguien lo sostuvo por detrás y sus dedos fueron sostenidos en la palma de esa persona. Un aliento cálido soplaba contra su mejilla, con el aroma de un hombre maduro; inconscientemente miró al balcón, pero ese lugar donde las flores estaban en plena floración ya estaba desierto.

"Song Ran ... cariño ..."

La voz junto a su oído era baja y suave, con una especie de hechizo que era difícil de resistir.

Song Ran estaba hechizado. Después de dejar el lápiz, cerró los ojos, volvió la cabeza, y aceptó con calma el beso de He Zhiyuan antes de profundizarlo gradualmente, incapaz de evitar dejar toques persistentes en su rostro y cuello. Su vientre bajo comenzó a sentirse caliente y seco, la lujuria era difícil de explicar y la idea de querer pertenecer completamente el uno al otro se volvió cada vez más intensa. El Sr. He lo recogió, abrió la puerta y lo arrojó a la cama, lo despojaron de su ropa y le separó las piernas.