Deseo inherente (Sterek)

26. Entrenamiento nocturno

Isaac hubiera estado tan sorprendido como Scott por la llegada de Jackson, de no ser por la conversación que tuvo con Stiles hace unos días, dónde el castaño le hizo saber que llamaría al kanima para pedir su ayuda en el enfrentamiento contra la manada de alfas, sabía que eventualmente volverían a verse, solo que no esperaba que fuera tan pronto.

Jackson se sentó donde Scott había estado hace unos momentos y los dos se miraron fijamente por unos largos segundos, el chico de rulos había tenido tiempo para pensar que diría cuando este momento llegará, pero parecía de pronto que todos los posibles discursos se borraron de su mente cuando esos ojos azules lo miraron de nuevo y se dio cuenta que talvez su corazón nunca estaría listo.

— Isaac... ¿por qué no me dijiste que estabas embarazado? — pregunto Jackson directamente con un tono más duro del que pretendía usar, sabía que no tenía ningún derecho a cuestionarle nada a Isaac, pero la escena de una familia feliz le había dolido demasiado, en especial porque Stiles no le había mencionado nada cuando pregunto por el omega.

— Yo... yo... — empezó Isaac y su pecho se contrajo por la fría forma en que el chico le hablo — no sé porque no funcionaron los supresores... — dijo sin poder ocultar la culpabilidad en su voz y entonces Jackson lo entendió, ese niño era suyo, coincidía con el tiempo en el que se separaron y explicaba la reacción del moreno, los nervios de Isaac y el aroma familiar del bebé.

— No puedo creerlo... — dijo Jackson dejando caer su espalda en la silla, tratando de asimilar sus palabras, no estaba seguro si estaba feliz o molesto, pero al menos le aliviaba saber que el bebé no era de Isaac y Scott — jamás contestaste mis mensajes o llamadas, pensé que no querías volver a saber de mí y ahora me dices nosotros tenemos un hijo...

— Lo siento Jackson yo pensé...

— No sabes lo mucho que te extrañe, así que cuando recibí la llamada de Stiles no dude en venir, si eso me permitía verte de nuevo, supe que lo primero que haría en cuanto pusiera un pie en Beacon Hills era buscarte, pero ahora no sé qué pensar... solo quiero saber... ¿Por qué?

— Yo también te extrañé y fue difícil la decisión que tome, pero trata de entenderme... tu querías iniciar de nuevo... me pediste que mantuviera lo nuestro en secreto... yo pensé que solo seriamos una carga para ti...

— ¿Cómo puedes decir eso? con lo que sabes de mi pasado, deberías suponer lo terrible que sería para mí no poder estar al lado de mi hijo, sé que lo nuestro fue breve, pero nuestro bebé merece tener a sus dos padres y no tenías porque pasar por todo esto solo.

— En realidad no lo hice solo... tuve mucha ayuda...

— Oh ya veo... — dijo Jackson dándose cuenta que era absurdo pensar que Isaac lo esperaría todo este tiempo — supongo que ahora estas con Scott.

— No, no de esa manera — se apresuró a aclarar el omega — pero él y su madre me han ayudado mucho... — dijo y el rubio empezó a sentir esperanzas de poder recuperar a Isaac y Oliver y no desaprovecharía su oportunidad.

— Isaac quiero ser honesto contigo, aun me siento dolido por como actuaste, no me diste la oportunidad de decidir lo que quería, ni de afrontar esto juntos, lamento que mi forma de actuar te llevara a pensar que no tenías opción, ya no podemos cambiar eso, pero de ahora en adelante me gustaría formar parte de la vida de Oliver y tal vez en algún momento... también de la tuya — dijo tomando con suavidad su mano y mirándolo a los ojos.

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Scott se sentó en una banca del parque, no entendía porque tardaban tanto, pero trato de mantener la calma porque Oliver parecía muy sensible a los estados de ánimo, movía una sonaja frente a él haciéndolo sonreír, pero cuando vio salir a Isaac se puso en pie y los dos chicos se acercaron a él, hubo un momento incomodo donde los dos alfas se dirigieron una mirada, pero Jackson rompió el silencio cuando reparo en el bebé que el moreno tenía en sus brazos.