- ¿Crees que no está hecho para esto? Mírale, arrebatadoramente sexy capaz de sacarte las tripas si le place.

- Quizás si no hubiera visto morir a nadie en tus manos, podría ser una persona completamente distinta.

- Qué más da.

- Mírame -Imita su tono al referirse a mí-. Arrebatadoramente perturbada capaz de comerme tus tripas si me place -Sonríe divertida e inocente-. Aunque los ojos tienen más sabor.

No sé si lo dice en serio, la cuestión es que todos nos hemos mirado entre todos buscando la respuesta a eso y Scarlett se ha encogido de hombros temblando un poco por la cercanía. La atan de manos y piernas para meterla en la furgoneta negra, a su lado Zayn molestándola con más arrogancias de jefe y hermano mayor y Robert al otro extremo en silencio. Atenea se sienta en un lateral, el centro vacío y luego yo. Nos dejan en una cafetería vintage, marrón oscura con cristaleras y letreros blancos, mesas fuera que están limpiando y un escaparate lleno de comida. El coche está aparcado justo en frente, se despide de nuestros compañeros y estos salen a toda velocidad a una dirección desconocida.

El interior del coche es frío, el silencio corta cualquier pensamiento que pueda tener sobre lo pasado mientras Atenea conduce con brusquedad, saltándose semáforos y pitando a todo el que la molesta por el camino.

- Así que tu cita era Zayn -Digo por fin cuando las palabras no se me atragantan en la garganta-. Habéis venido a tomar algo a ese café ¿Verdad?

- No era una cita -Espeta rápida-. Estábamos hablando de asuntos, eso debería llevarte a pensar porqué cobro más que tú.

- No es mi culpa que no me tenga tan en cuenta.

- Yo te tengo en cuenta, te incluyo en cada plan como mi compañero, mi segundo yo.

Trago duro al escuchar esas palabras, no las dice con cariño o esperando que lo agradezca, es más una información calmada y furiosa, una mezcla entre algo que se le ha escapado y que debía decirme para no estallar.

- Pero no puedo confiar en alguien que cuenta historias absurdas sobre cómo quedó tan traumatizado que al verme no pudo ver otra cara que la de ese trauma y luego... Luego vienes a un club a bailar con ella, como si jamás hubiera pasado nada. No sé si eres un mentiroso, si eres ingenuo o simplemente Zayn tiene razón y tu cerebro está situado en tus partes íntimas.

- Yo... No lo sé, me dejé llevar.

- No puedo culparte porque gracias a ello hemos conseguido tenerla de vuelta -Dice sacando la parte positiva del asunto.

- ¿Ustedes iban a ir a ese club a bailar?

- No, Robert nos llamó en medio de un asunto de trabajo, dejamos los cafés a medias y salimos corriendo para el lugar antes de que ella llegara para verla entrar por la puerta y no perder sus movimientos.

- ¿Y te vistes así para unos asuntos del trabajo? -Elevo una ceja insinuante viendo su atuendo.

- ¿Algún problema? íbamos a bailar a otro lugar después, no iba a ir con pantalones y camiseta preparada para huir en señales de peligro.

Llegamos a la casa, vacía, sin luces encendidas, calmada. Me ayudó a entrar y sin decir nada más cada uno fue a su cuarto. Tiré las maletas al suelo con rabia, pensando en la manipulación de Scarlett, esa absurda voz sensual, esa lujuria que me persigue, esa cara bonita que hace conmigo lo que quiere, ese hombre... Ensangrentado, en el suelo... Ella, divertida, sonriente... No tan lejos de Atenea, pero ella jamás hubiera matado a nadie por placer delante de mí, ella no era como Scarlett, ni como yo. Justificaba sus medios, su rabia, todo tenía un porqué en su vida.

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