Capitulo XLI

43 7 0
                                    



- EY! EN DONDE ESTÁS?!

Entró corriendo a la playa, ni siquiera esperó sentir el leve letargo que la invadía cuando despertaba en aquel plano donde la pequeña guía espiritual la esperaba.

Tropezó con una piedra pero siguió corriendo.

"como es que siempre estoy completamente mojada?" pensó y lanzó un insulto al aire.

- Tenemos un mal día?

La niña estaba parada a su lado con su alborotado pelo negro.

- Te parece?

- Eso es una pregunta.

Luz arrastró las manos por su propia cara.

- Por Dios, podemos obviar esos juegos estúpidos un segundo? Esto es una emergencia.

La chiquilla levantó las cejas e hizo una mueca con sus carnosos labios.

- Cuál es la crisis? – preguntó con cortesía.

- Loreley le dio un beso, por accidente pero LE DIO UN BESO A ERIOND.

- Se supone que eso es importante... pero a mi edad y tengo 13 años.

- ME ESTÁS TOMANDO EL PELO?

- Está bien, está bien; me calmo. Por qué no sos más específica con tu planteo?

Luz suspiró e intentó ordenar sus ideas.

- Algo cambió, con Eriond.

- Que cambió?

- La forma en la que mira... es como si, algo se hubiera despertado en él.

- Había algo dormido?

- Más bien reprimido, creo que ahora puede sentir atracción por ella.

- Y antes no lo sentía?

- Antes no se lo permitía...

- Y ahora?

- Ahora no lo puede evitar, creo...

- Wow, las cosas que puede hacer un simple beso.

- Creo que me estás tomando el pelo de vuelta – Luz entrecerró los ojos y le tiró arena.

La chiquilla rió y se sentó.

- Creo que estás siendo demasiado drástica, que se sienta un tanto atraído no significa que vaya a hacer algo al respecto. Ni que, de pronto, se ponga a analizar sus sentimientos.

- Es cierto... él nunca le presta la más mínima atención a esas cosas. Las descarta.

- Ves!

- Pero es su alma gemela... digo, esto es muy fuerte como para ignorarlo.

- Veo que alguien al fin entendió la fuerza de ese vínculo.

- De qué lado estás? Dejá ya se que no podés contestar preguntas.

- Preguntas incorrectas – la corrigió.

- PRIGINTIS INCIRRICTIS – se burló Luz.

- Entiendo, te preocupa que si él toma consciencia de lo que siente y hace algo con eso echará por tierra tus esfuerzos por separarlos.

La Lágrima DoradaWhere stories live. Discover now