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Aunque la doctora quiso despertar a Hunter para continuar con el control, Namjoon se negó rotundamente. Sentía que la rubia no había descansado lo suficiente, es por eso que, a pesar que se volvió a negar, la doctora le aclaró que debía continuar con el control previo. Había visto una pequeña fisura en su médula espinal y temía lo peor, aunque podría no significar nada, quería verificarlo con la rubia en un estado más consciente.

—Doctora Choi —anuncia un enfermero—. Ya llegó el otro paciente y por órdenes del teniente debemos trasladarlo en la misma habitación. 

—De acuerdo, cuando esté todo listo vuelvo. —Le dedica una mirada a Namjoon que sonríe sin dientes. No quiere que despierten a la rubia, no ahora.

El enfermero asiente y sale detrás de la doctora, para posteriormente ingresar de nuevo a la habitación junto a una cama, un equipo completo de personas y máquinas acompañándolo.

El rostro de Namjoon se desfigura al ver al castaño de ojos pequeños recostado en el colchón, con un tubo sobre su boca, y por completo pálido. El castaño corre hasta él y toma su mano. No tiene idea de lo que está pasando allá afuera, sin embargo, al ver a Jimin le provoca dolor de pecho. La última vez que le vio, estaba despidiéndolo porque por primera vez, iba a ingresar a rehabilitación.

—¿Qué sucedió? —se apresura a preguntar y mira al enfermero.

—Estuvo en un tiroteo —anuncia sin mirarlo—. Tiene una gran herida en el abdomen.

—Joder, Jimin—masculla, la tristeza lo invade y de pronto quiere correr hasta sus amigos. Las cosas se están saliendo de control y él podría ayudar pero, en cambio, se esconde como el cobarde que es.

El coraje crece en su interior y las ganas de llamarle a Yoongi para que solo lo consuele le pica, necesita saber que todo está bien, que nada se saldrá de control y podrá estar al lado de Hunter en todo momento.

Corre hasta su bolso y saca su móvil para marcarle sin embargo nada sucede. Sigue por el contacto de Yeonsoo y al igual que el anterior, le da a casilla de mensaje. Antes de marcarle a cualquier otro, ve como Seokjin entra a la habitación y suspira aliviado.

—Supongo que es todo, debo volver a Seúl —dice sacando su móvil, ignorando por completo la presencia del castaño.

—¿Qué sucedió? —Nam lo detiene del brazo.

—Es todo una jodida mierda —masculla y le mira—, y eso no es lo que me preocupa ahora. —Cierra los ojos con fuerza y suspira pesado—. Es posible que esta misma noche Jimin muera, que Haneul nunca aparezca, sin quitar el hecho de que está embarazada, por lo que Hoseok nunca se perdonaría.

La sangre de Nam se drena con la sola mención de aquella lista interminable de sucesos. No tenía idea de que Haneul estaba embarazada, mucho menos desaparecida. No necesita saber que Jimin se encuentra en ese estado, tal vez por intentar salvar a Hane y aquello le causa más coraje. Se siente inútil. Y aún con todos esos sentimientos encontrados, no tiene idea de qué podría hacer si decide seguir a Seokjin de vuelta.

—¿Cuándo te vas?

—Ahora mismo. —Seokjin balancea la cabeza de un lado a otro apaciguando el dolor.

—Quiero volver, pero no puedo irme sin antes hablar con Hunter. —Jala su cabello con fuerza.

—Puedo esperar una hora, luego me iré con o sin ti. —Jin mira de reojo a la rubia y sale de la habitación.

Nunca fueron amigos, la rubia se mantuvo alejada de él, de Hoseok y de Taehyung. Es por eso que no le sorprende la indiferencia que tiene hacia ella. Namjoon, con el pulso latiendo detrás de su oreja, camina hasta la rubia y la toma de las manos. No puede despertarla y sin duda, necesita ir con Jin. No puede dejar a sus amigos solos, no ahora.

𝙴𝚏𝚎𝚌𝚝𝚘 𝙼𝚊𝚛𝚒𝚙𝚘𝚜𝚊 © » ᴹⁱⁿ ʸᵒᵒⁿᵍⁱ; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora