— Me pagan para trabajar no para desmentir rumores, crearlos o divulgarlo, la vida privada del señor Frederick y la señorita Emma es eso privada. A nosotros no nos incumbe, además, — dijo dejando los cubiertos en el plato y levantando la mirada. — El señor Frederick es así con todos es atento y formal.

Estela echo la cabeza hacia atrás y soltó una fuerte risa que llamó la atención de todos en la cafetería.

— Es una simple empleada y se le da demasiada atención, — dijo Joseph.

— Se equivocan y lo saben la señorita es la socia del señor Frederick. — Dijo señalando a cada uno con el tenedor, — de todas maneras, lo que suceda con ellos no es problema de uds además harían Bonita pareja si fuera así, ¿No lo creen? — dijo bajando la vista y retomando una vez más su almuerzo.

Y era cierto la señorita era una mujer de casi 180 de estatura, cuerpo bien formado caderas anchas y cintura estrecha. Tenía un cuerpo digno de cualquier modelo, pero no era delgada.

Todo su cuerpo era bien definido, se veía que era producto de horas de entrenamiento. Por otra parte, el Doctor Frederick era un hombre, de más de 190 pelo rubio y ojos verdes, sonrisa encantadora, un cuerpo, elegancia y sonrisa hermosa, en conjunto ambos serían la pareja perfecta. En algo si tenían razón, el jefe algo sentía por la señorita, pero de ella no saldría ni una palabra...

— Por Dios Sofi, que Bonita pareja pueden llegar hacer, es una lástima que ese Ángel se fijara en tu jefa ...

Sofía separó su rostro de sus manos, se levantó lentamente de la silla y apoyó las manos en la mesa mientras acercaba su rostro a ambos. Josep retrocedió por instinto, aunque Sofía era una rubia de cabello hasta los hombros, ojos verdes vivaces y alegres. En esos momentos sus orbes estaban oscuras lo que demostraba que estaba enojada. Sin embargo, parecía que solo él veía el enojo ya que su amiga estaba con una sonrisa mirando fijamente a su compañera ...

— ¿Qué paso Sofi? ¿No te gusta que digan la verdad de tu jefa? Me vas a decir que parece Ángel caída del cielo....

Sofía iba a replicar cuando un voz con acento muy conocido para Sofía habló
detrás de ella ... MIERDA Y MAS MIERDA pensó

— Ciertamente tiene uds razón señorita Estela Write ... yo no caí del cielo, subí del infierno...

Todos guardaron silencio Sofi empezó a girar su cuerpo con lentitud no sin antes darle una mirada de reproche a sus amigos.

— Me gustaría saber el motivo de su plática. Si tienen alguna duda, sobre mi vida privada, no es Sofía la persona indicada para aclararlas, los invito a formular las preguntas que quieran, prometo responder a todos sus interrogantes, si con eso dejan de hostigar a mi asistente.

Sofía vio el rostro de Josep palidecer, lo vio abrir la boca para decir algo sin embargo solo salieron balbuceo, si el momento no fuera tan incómodo Sofía se hubiera divertido y hasta fotos hubiera Guardado para perpetuar el momento.

— Yo, nosotros ... — Josep balbuceaba, e intentar hablar, pero parecía que no podía. De reojo observo, a su jefa y supo porque el tartamudeo de su amigo en estos momentos. Su mirada estaba fija en él, los ojos azules de su jefa lo miraban fijamente, Sofi conocía esa mirada era indescifrable, pero capaz de sacar verdades.

Entonces sus ojos dejaron el rostro de Josep y se fijó en Estela, esta vez su pupila estaba dilatada al mirar a Estela, una clara señal de que estaba enojada eso, sumado a su hablar lento, no auguraba nada bueno.

Estela removió en la silla sin embargo fue capaz de sostenerle la mirada a su jefa eso sí solo por unos segundos...

— Y bien? Estoy esperando señores — Todos en la cafetería estaban expectantes al desenlace, el silencio reinaba en el lugar.

— No volverá a ocurrir señorita — al fin pudo Josep articular palabra

— No haga promesas que no puede cumplir señor Restrepo, y mucho menos por los demás — Hablo sin apartar la vista de Estela, uds y yo sabemos que, esto se volverá a repetir. Solo les pido que dejen a Sofía lejos de sus corrillos. En lo que respecta a la vida privada del señor Frederick y mía, no es de la incumbencia de ninguno de uds dijo dirigiendo la mirada a todos en el lugar ¿Les quedo claro? ¿Si me hice entender?...

Sofía sonrió con suficiencia todos se lo tenían merecido por estar hablando lo que no les constaban recogió sus cosas.

— Tenemos trabajo pendiente Sofía, vámonos...

Giro su cuerpo y empezó a caminar, a mitad de camino se detuvo y miró por encima del hombro y habló...

— Una última cosa, les daré un consejo "quien dedica su tiempo a mejorarse a sí mismo, no tiene tiempo para criticar a los demás". — Giró su cabeza hacia el frente y todos la vieron salir.

Todos en el sitio volvieron a respirar en cuanto Emma salió del lugar con una Sofía con la cabeza baja y los nervios de punta, nunca la había llamado la atención y algo le decía que hoy sería la primera vez.


Debí confiar en mi instinto y sentarme con ella pensó para sí, no más bien debió quedarse en casa y no salir a trabajar...

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora