Capítulo XXII: Cuerpo y alma

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-¡Ah!- Grita adolorido.

Alba está muy preocupada, demasiado, ella es beta, no sabe mucho de omegas, ya que nunca tuvo hijos y Harry es alfa pero a pesar de ello, hace todo lo posible para ayudarle a Louis, a tratar un poco que el dolor cese.

-¡Me voy a morir, me voy a morir!- Grita el omega desesperado.

Ella niega enfriando su cuerpo -No lo harás, Lou, lo prometo.

El omega agarra su cabello en desespero mientras trata de buscar su calma -Lo necesito- Pide -Lo necesito.

Alba asiente -Lo sé y he tratado de llamarle pero no responde, tendremos que esperar su llamada diaria, así le pediremos que regrese.

Niega -Él no vendrá- Explica llorando -No me ayudará porque aún piensa que le engañé.

Durante las tres semanas, Louis tuvo el tiempo suficiente para contarle a Alba lo que había pasado entre él y Harry, omitiendo claro está, su engaño y su pertenencia a una mafia, así que la mujer no es ajena a su situación con el alfa y las razones por las que Harry no vendría aunque Louis le llamara.

-Haré que venga, te lo prometo omega.

Louis continua llorando a mares, llega un punto en donde tuvo que echar a Alba de la habitación, ya no soportaba su excitación y necesitaba hacer algo, así que le pidió que saliera y tratara de llamar al alfa pero advirtió que si no conseguía nada, entonces no entrara nunca, hasta que pasara el celo.

Lo que le aterra a Alba es que Louis lleva demasiado tiempo sin tener un celo, según le contó el omega por un problema hormonal, y el que está teniendo es demasiado fuerte, necesita aliviarse o podría causar grandes daños en su sistema reproductivo y salud.

Además que de que podría desmayarse, por ello a ciertos minutos golpea la puerta del omega para dejarle agua y revisar que siga despierto pero Louis cada vez está más rojo y débil, justo ahora, está sufriendo taquicardia.

El calor es tan asfixiante que siente su piel quemarse, así que se desnudó por completo y entró en la ducha, para que el agua casi helada recorra su cuerpo mientras él se recuesta en el suelo a sostenerse el abdomen, en el lugar donde está su vientre, el cual le da calambres.

Su entrada no deja de liberar lubricante y puede sentirse pegajoso y empalagoso, no le gusta.

Odia este momento, porque todo duele tanto, no puede hacer más que llorar y tratar con todas sus fuerzas de aliviarse así mismo.

Somnoliento luego de haber logrado calmar su propio dolor por unos minutos, Louis toma agua y come unos pocos bocados de la comida de Alba, pone una bata de baño sobre su cuerpo y se recuesta unos minutos en la cama, totalmente agotado, tratando de descansar lo mínimo, ya que él sabe que el dolor no tarda en volver.

Y cae desmayado del sueño.

Minutos después, la llamada de Harry entra en el teléfono.

Alba corre desesperada a atenderlo, con tanta prisa que no le importa dejar la estufa prendida y el té de Louis a la mitad.

-¿Hola? ¿Harry?- Pregunta ella agitada.

-Hola Alba, ¿cómo está todo por allá?

La mujer sube las gradas, en busca de Louis pero para su sorpresa al abrir esta, Louis ha logrado dormir, aunque el aroma a celo no desaparece de la habitación.

BAGDAD [l.s]Where stories live. Discover now