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Luego de desayunar. Su hermana fue a su habitación con su celular.
Maldecía el momento en el cual le dió si celular. De tantas personas ¿Por que a él?
Aveces consideraba la idea de hacerse un exorcismo. Igual tal vez sea un demonio o una maldición que le echaron, y el ni cuenta se dió.
—¡El tipo del pelo marrón!
El tipo del pelo marrón¿?
Samuel también consideraba en recomendarle a su mamá que lleve a Akira a terapia. Suele decir muchas estupideces. Como la de su "novio".
Sabía que los niños tenían diferentes capacidades. Y diferentes desarrollos, pero el de su hermana era el más lento.
No se imaginaba en una relación, no podía. Si llegaron a gustarle personas y tal. Pero nunca ha estado en una relación. Y no espera en estarlo, y menos con Rubén.
Además, ya había creado una "amistad", y no se iba a arriesgar por algo de su tonta hermana.
Suspiró, y fue a su habitación. Pero justo cuando estaba en el marco de la puerta. Su mamá le llamó.
—Samuel, ¿Puedes llevar a tu hermana al parque? Es que quedé con unas amigas, y Akira debe despegarse de esa pantalla —dice mientras recogía sus cosas
Lo de el exorcismo seguía en pie.
—claro —dijo "felizmente" con una cara "Feliz"
—ay gracias mijito, toma 30 euros por si tú o Akira quieren algo —dice dándole esos preciados euros
Igual si Akira quería algo, Samuel no se lo iba a comprar.
—gracias ma —dice tomando el dinero y guardándolo en su bolsillo
Una sonrisa malvada se esbozó en su cara.
Si su madre no estaba, entonces Akira no tenía ninguna ventaja. Es decir, que puede negarse a todas sus peticiones, y tener su celular todo el tiempo que el quiera.
¿Entonces así se siente ser dios?, Pensó.
Su madre se despidió de ambos. Y Akira se vió obligada a darle el celular a Samuel. Quien se había ido a cambiarse para salir.
