Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Rubén y Samuel caminaron juntos hasta su aula.
Rubén mantenía un perfil bajo, algo que Samuel pudo notar cuando estaba caminando con el.
Digamos que Samuel es extremadamente observador. Y aveces se sentía como un acosador. Pero no podía evitarlo.
Entraron al aula, y todas las miradas se centraron en ellos. Algo que tanto Samuel cómo Rubén, odiaban.
Se sentaron en el fondo, esperando la llegada del profesor, o la profesora.
Había cierto bullicio en el salón. Pues normalmente los estudiantes acostumbraban a hablar sobre cualquier cosa.
El castaño se sentó en su lugar, y posó su cabeza en una de sus manos. Mirando hacia la ventana que se situaba a su lado.
Por otro lado, el pelinegro, se sentó en su lugar. Y se dedicó a mirar lo que hacía el castaño. Si, tal vez era algo de acosadores. Pero de alguna manera, el castaño llamaba su atención. Sin siquiera mover un dedo.
Pero si ahora le llama la atención, ¿Como es que no supo de el antes? Era una pregunta que rondaba en su cabeza. Y que al parecer, no tenía intenciones de ceder.
Pero esos pensamientos fueron interrumpidos por la profesora de matemáticas. La cual entraba más alegre de lo normal.
La clase empezó, lo mismo de siempre, fórmulas, números, y algo de estrés de por medio. Luego de esta clase, siguió ciencias. Y así transcurrió el día, hasta que llegó el momento más esperado. La salida.
El timbre tocó, anunciando la salida. Todos los estudiantes salieron como si su vida estuviese en juego.
Excepto Rubén y Samuel, estos —los cuales no salieron juntos— salieron tranquilamente. Como si no tuvieran nada que hacer, y en realidad. No tenían nada que hacer.
Rubén caminaba hacia la salida, y Samuel vió esto. Y ahora, muchas preguntas más se formaron en su cabeza.
¿Debería preguntarle si quería ir a casa con el? Si lo hago, ¿Como se lo tomaría? ¿Y si dice que no? Entre otras.
Como se puede ver, Samuel es una persona muy pensativa, que si hace una cosa, necesita meditarlo como diez veces. Y si esas diez veces no fueron suficientes para hacerle decidir algo, lo pensaba diez veces más. Y esto es un claro ejemplo de ello.
Sacudió su cabeza, tratando de dispersar todos esos pensamientos, y preguntas, igual no le iba a preguntar si quería ir a casa con el. Apenas se conocieron, y sería casi imposible que el castaño le diga que si.
Pero algo que no sabía, era que el castaño estaba en la misma situación, o peor.
Digamos que Rubén es el típico de "para que tener autoestima, si puedo tener un auto encima".
Y es que, ¿Para que iba a preguntarle? Tal vez le iba a decir que no. O tal vez no pueda, tampoco quería molestarle. Así que al final, no importaba.
Salió del plantel escolar, caminando hacia su casa.
Tomó sus audífonos y se los puso.
—dios, ese chico tiene cara de ser una persona muy seria —escuchó Rubén, sabía que ser referían a el, causando que suelte un suspiro.
En fin, Tokyo de Leat'eqsonaba en sus audífonos. Y al decir verdad, la canción es bastante bonita.
Siguió caminando, hasta llegar a su casa, o mejor dicho, en el edificio que residía.
El y su madre, vivían en un apartamento, algo cómodo. En realidad era grande, pues su madre trabajaba en una empresa, donde daban buena paga.
Su madre era una persona muy bondadosa, y amable. Era algo estricta con la seguridad. Pero Rubén sabía que era por su bien. Y aún así la quería.
Rubén no era de mostrar sentimientos, ni aunque le paguen mostraría el afecto que le tiene a su mamá. Pero al final, ella sabe que Rubén le quiere, y mucho.
Rubén abre el departamento, y deja caer su mochila, dejándola en una esquina al lado de la puerta.
Caminó directamente hacia la cocina, sacó galletas y leche. Luego de esto, tomó un vaso y lo llenó de esta.
Fue a su habitación, y sacó su laptop, y se puso a ver cualquier anime que lo ha terminado.
Rubén empezaba un montón de animes por día. Igual sabía que no los iba a terminar. Pero ¿Que podía hacer?
No importaba si el anime era corto, el se iba a tardar en terminarlo. Pues siempre brinca de un anime en otro.
Buscó "Banana Fish", era el anime que estaba viendo en la escuela. Y ahí se recordó de el.
En realidad nunca pensó ver anime con alguien. Digo, no es que no le guste, pero nunca pensó que pasaría.
Pero igual, ¿Por qué de repente se interesa en el?
