Cap 1. Puerta bloqueada

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Oliver 

Esta mañana salgo apurado del gimnasio y me dirijo al estacionamiento, no deseo toparme con ningún conocido y tener que mantener la fingida charla con aparente y falso interés en saber cómo le va al otro. 

Necesito entrar en mi auto, encender la música y dejar que Aerosmith retumbe el ambiente y me ayude a despejar la mente. 

Pero no, para mi típica mala suerte, hoy no puedo hacer nada de lo que me he propuesto ya que llevo 8 minutos esperando que el dueño del mini cooper celeste se digne a aparecer. 

Ha dejado estacionado su carro tan pegado al mío que no puedo entrar porque terminaría abollándolo al abrir la puerta del conductor.

Ok, podría subirme por el asiento del copiloto, pero no quiero hacerlo, no soy un nene que se va a doblar y arruinar la ropa por meterse por donde no corresponde. Solo quiero entrar a mi auto. 

Me aproximo al carro para ver si hay alguna señal de que el dueño se digne a venir pronto. Las luces de emergencia están encendidas así que si demora mucho encima se le habrá bajado la batería y no podrá encender su carro, por ende tampoco podrá moverlo. 

¿Qué diablos significa esto? ¿Deberé esperar que su compañía de seguros venga y reanime la batería? 

No, claro peor aún, deberé ser yo quien auxilie al tonto que dejo el auto con luces encendidas. Todo eso me tomará más de 15 minutos y no estoy para perderlos. Tengo una reunión con mi socio y debía estar ahí hace 5 minutos. 

Desde el gym al coworking me tardo 15 minutos, creí que saliendo a tiempo llegaría con pocos minutos de retraso, pero ahora no sé siquiera si llegaré.

Termino optando por entrar por el asiento del copiloto, sin antes haber maldecido 500 veces al tarado del mini coop, aunque no sé si sea tarado o tarada, para ese modelo de carro o podría ser gay o sería una chica. 

No tengo nada en contra de los gays, me caen bien pero suelo tener un encanto especial en ellos y no estoy para miradas obscenas esta mañana.

Seguro es una mujer. Cuando me asomé al carro el timón tenía funda. Una de mickey mouse. ¿Esto es en serio? ¿Alguien gasta su dinero en estas niñerías?  Fácil es una madre consentidora y tiene a su pequeño que ama al famoso ratón. Ok , eso no estaría tan mal.

Pero si es que es una madre y con un hijo pequeño seguro está apuntándolo en algunos de los talleres que se dictan aquí  y cuando salí vi una larga fila esperando por un cupo para los famosos talleres de verano. 

Sí, esos lugares donde los meten los padres para poder respirar un momento aliviados de sus niños y sus interminables preguntas existenciales sobre el porqué los elefantes tienen trompa.

Suelto un último suspiro mientras intento levantar mi pantalón, para mi gusto demasiado ajustado al cuerpo, pero para una reunión de trabajo la elegancia es esperada y mi cuerpo parece no dejar de crecer con el entrenamiento de 3 horas cada día en el gimnasio.

Admito que estoy un poco obsesionado con tener una buena apariencia, y debo renovar mis pantalones y camisas, soy una talla más y terminarán confundiéndome con un sttreaper, tampoco es que me moleste pero no quiero recibir miradas ladinas de viejas urgidas en la calle.

Arremango un poco el pantalón y me desabotono el saco para dejarlo en el asiento, mientras hago la maniobra para subir escucho a alguien gritar.

-Lo siento, lo siento - se lamenta una voz femenina

Puedo ser tu Pepsi ColaWhere stories live. Discover now