Aquella noche ambos nos fuimos a dormir con la esperanza de que hoy fuera un buen día.
Extrañamente me levanté sin ayuda del despertador, eran las cuatro y cincuenta de la mañana.
Miré hacia mis alrededores; Midorima seguía aún dormido, como un ángel sin moverse mucho, todo lo contrario a mi.
Con mucha pereza me levanté, me aseguré de que estuviera totalmente vestida, y así fue. Había hecho frío esa noche. Si no mal recuerdo, había tenido una pesadilla. Eran más o menos las 3 de la madrugada, había soñado que habían matado a Takao. Fue horrible la forma en que lo masacraron con una cuchilla a sangre fría, y no tengo la menor idea de quién, solo me acuerdo de que era un encapuchado.
Tratando de no pensar en aquello obvié aquellos pensamientos.
Hoy era halloween, y era nuestro último partido. Dos cosas que me arrancarían la energía en un dos por tres.
Después de comer cereal con leche y rendirme de no hacer nada volví a mi habitación. Midorima seguía aún dormido, no lo culpaba, eran las 5:10 de la mañana.
Empecé a abrir closets y puertas para ver que encontraba. Me topé con una caja color marrón, la abrí. Ahí estaba mi vieja Xbox 360. Había optado por una PlayStation 3 antes de que mi padre se fuera, pero ahora tengo la 4 en Tokyo.
Como no encontraba que cojones hacer, saqué la xbox de ahí, la conecté y empecé a jugar Resident Evil 4.
Duré aproximadamente una hora jugando, hasta que a las 6:00 Midorima empezó a hacer sus gemidos de levantamiento.- Mmm.. ¿H-Hana? ¿qué haces? - preguntó con su acostumbrada sexy y ronca voz que su nuez de adán le proporcionaba todas las mañanas.
- Estoy jugando - dije en voz baja concentrada en los aldeanos que me atacaban en el juego.
- ¿Biohazard 4? - pude sentir como me rodeaba la cintura con sus brazos.
- ¿No suena más bonito Resident evil? - reí.
- Me gusta más Biohazard - me dio un beso en la mejilla.
- Buenos días para ti también - dije con una sonrisa.
- Es muy temprano -
- Sí, el juego comienza a las dos así que tenemos algo de tiempo libre -
- Realmente la cabeza me da vueltas y estoy algo cansado - comentó mientras se envolvía en una de las sábanas.
- Puedes dormir nuevamente -
- No puedo, ya me levanté y se me está quitando el sueño -
- Son las seis de la mañana Midorima -
- Sí Hana, son las seis de la mañana, esta no es hora para estar jugando Biohazard 4 y estar matando aldeanos y zombies - comentó mientras me sacaba la lengua. Me gustaba discutir tiernamente con él.
- ¡Resident Evil! -
Midorima suspiró llevándose su mano a la frente en un gesto de impaciencia.
- Como quieras llamarlo.. Espera.. ¿Tienes Silent Hill? -
Me sorprendí ante su pregunta.
- No, me asusta - me encogí de hombros haciendo que se riera de mi.- Bien, entiendo -
Apagué la consola y me acosté a su lado, este que permanecía sentado.- Hablé con Murasakibara - dijo, haciendo que lo mirara.
- ¿De que hablaron? -
- Me dijo que aún le gustabas - pude ver su sonrojado rostro resaltar en la poca oscuridad.
- ¿Enserio? Es que, cuando fuimos a la cabaña de los padres de Akashi, me lo dijo, incluso... - hice una pausa dudando si debía decirle lo del beso o no, debía decírselo ¿cierto? tengo que confiar en Midorima.
- ¿Incluso..? - dijo Midorima alzando las cejas.
- Incluso, me llegó a besar.. y también cuando estaba en el hospital, con Daisuke - comenté avergonzada y a la misma vez abrumada.
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Rebote [Kuroko no basket: Midorima] {EDITANDO}
FanfictionHana Akiiho es una estudiante de preparatoria de 16 años, amante del baloncesto, una muchacha bastante aplicada. Siempre ha admirado al jugador del equipo de baloncesto, Midorima Shintaro, pero no se lanza hacia el porque dice que es una perdida de...