\ 8 - 3 /

336 39 4
                                    

[🌼] ------------------- |•| ------------------- [🌼]

No había duda alguna de que algo en Bonnie le provocó llorar a mares. Estaba cubriendo su hocico con su mano, así como trataba de evitar que litros de lágrimas salieran de sus ojos.

   —Mangle, ¿qué sucede? —pregunté con preocupación en mis palabras. Caminé un poco más cerca para ver la situación.

   Bonnie se veía increíble, pero la reacción de Mangle no me permitió disfrutar de la vista, tal vez hubiera sido algo grosero no tomarla en cuenta. No tenía idea de qué hacer. Mangle comenzó a acercar sus manos engrasadas al rostro de Bonnie, pero se retraída cuando estaba a centímetros, tal y como me sentía yo cuando me reencontré con él.

   —¿Estás bien, Mangle? —Me acerqué y la tomé del hombro.

   —Es él —susurró con una voz cortada. Se atrevió a tocar la parte donde debería tener cejas—. Eres tú.

   —¿Quién? —Mi voz demostraba lo extrañado que estaba.

   —Freddy. —Seguía susurrando—. Freddy… lo encontré, lo encontré después de todos estos años.

   —¿A quién? Él es Bonnie —respondí obviando mi respuesta.

   Entonces comenzaron a sonar pitidos dentro del cuerpo de Bonnie. En pocos segundos abrió sus ojos y se levantó de aquella mesa. Su mirada era despistada y sin objetivo alguno, pero pronto giró su cabeza para vernos a Mangle y a mí parados al lado de él. Sentí un nudo en la garganta, pero pronto sonreí tan cálidamente como pude.

   —Bonnie —susurré.

   Dio un gran suspiro y me miró de los pies a la cabeza. No reaccionó mientras me analizaba, pero después sonrió de la misma forma en que lo hice yo.

   —Sí eres tú. —Su voz era clara y dulce como antes. Este fue el Bonnie que conocí en Freddy's.

   —Bonnie —susurré y caminé hacia él para abrazarlo. Con mi fuerza logré levantarlo de la mesa en la que estaba sentado. Él rió un poco, después escuché que sollozaba—. No llores, Bonnie. —Yo también estaba sollozando—, ahora estamos juntos de vuelta, eso es lo que importa.

   Ignoré por un momento a Mangle; su llanto perdió importancia en cuanto Bonnie pudo volver a verme y escucharme. Sentí como si nos hubiésemos vuelto a encontrar, ahora parejos ambos. Bajé a Bonnie y él se puso de pie enfrente de mí, pero después giró su mirada hacia Mangle, quien aún cubría su boca y dejaba salir lágrimas. Bonnie se extrañó un poco por esa reacción y me miró para confirmar lo que estaba viendo. No lo miré de la misma forma, pero sí me giré para hablar con ella.

   —Está bien, Mangle, ¡Bonnie está bien! —dije enfrente de ella y tomándola por sus hombros.

   Pareció que no me escuchó. Me hizo a un lado y caminó hasta estar enfrente de Bonnie. Él hizo una mirada como si estuviera siendo amedrentado; tal vez más por mi reacción extrañada también. Mangle levantó sus manos y tocó las mejillas de Bonnie tan suave como si no quisiera arrugar ningún pelo suyo.

   —¿No me recuerdas? —No tenía voz, estaba tan conmovida que no le salía ninguna palabra.

   Bonnie se extrañó aun más, tanto que tampoco pudo decir una palabra.

   —Bruno… —susurró más bajo.

   Bonnie abrió su boca para decirle algo pero no pudo.

   ¿Bruno? ¿Por qué lo llamaría Bruno? No creo que sea posible que Bonnie sea ese muchacho que vi en esa fotografía, ¿o sí?

   —No, yo… yo soy Bonnie —respondió tomando sus brazos y bajándolos.

La margarita IIWhere stories live. Discover now