»—Cuando termines con Bonnie búscame en la orilla de Quebec.

   »Fue todo lo que escuchó de él. Entonces decidí que no valía la pena escuchar su conversación para ayudarte, por lo que guardé al Cupcake en mi espalda y salté de ese camión. Por fortuna ese mec no me vio, pero me llevó casi un día encontrar un camión que pudiera llevarme a pequeñas ciudades y estar más cerca de Whistler. Yo conozco este restaurante, pero no tenía idea de cómo iba a entrar sin ser detenida por los humanos. El Cupcake fue el que me sugirió ir por las alcantarillas, así que lo hice, y ahora estoy aquí. —Hizo una risilla.

   —¿Y el Cupcake? —pregunté asustado por no verlo en ningún lado.

   —Está en mi espalda, solo que ahora está dormido, no hay que decirle nada hasta que sea de mañana.

   No me sentí capaz de expresar una opinión válida para juzgar el viaje de Mangle, ya que ella ha demostrado en muchas ocasiones ser mucho más brillante que yo. Tuve que recibir la ayuda de alguien que no vi para llegar aquí, en cambio ella solo necesitó de un Cupcake y de sus propios méritos para cumplir el objetivo. Debo aprender mucho de ella.

   —¿Estás bien? —dijo sacudiéndome y sacándome de mi mundo de pensamientos.

   —Oh, sí, es… solo que pensé que nunca iba a volver a verte otra vez —Froté su brazo de forma amistosa, pero ella me abrazó sin titubear. En esta ocasión sí devolví el abrazo—. Me da gusto verte aquí, Mangle.

   —A mí también Freddy. —Noté que ella era más fuerte que yo sentimentalmente—. Por cierto, te ves mucho más delgado ahora.

   —Sí, en realidad no comía nada después de que Springtrap me abandonó.

   —¿Quién?

   —Springtrap. ¿El Cupcake no te contó de él?

   —No, procuré que él pasara el resto de nuestro viaje en mi espalda para que no se congelara, así que no tuvimos mucho tiempo para platicar entre nosotros.

   —Yo te platicaré de esto, pero primero creo que necesito descansar. —Rasqué mi nuca—, llegué esta misma noche, ¿sabías? Siento como si hubiese dormido apenas algunos minutos.

   —¡Claro que sí, Freddy! Entiendo que estés muy cansado ahora. No te preocupes por tus heridas, ahora mismo exploraré el restaurante en busca de un cuarto de reparación; supongo que todos los restaurantes con animatrónicos como atracciones cuentan con un cuarto de partes y servicios. —Comenzó a examinar el cuarto. Ni siquiera tuve tiempo para decirle dónde estaba la puerta de salida—. Si estás muy cansado te sugiero que duermas de una vez, porque no creo encontrar una cama o cobijas ahora mismo, ¿d’accord?

   —Sí, creo que lo haré ahora.

   —De acuerdo, te despertaré cuando encuentre el cuarto y algo de agua y alimento.

   No le tomó mucho encontrar la puerta y salir como si estuviera en su propia casa. Es sorprendente ver la confianza que tiene Mangle para moverse en lugares desconocidos y no dejarse atrapar por los problemas. Regresé con Bonnie para ver que seguía tan dormido como hace algunos minutos. Esta vez me recosté en la misma posición en la que estaba él, ya que, aunque disfruté de estar sentado y tenerlo en mi pecho, mi espalda y mis piernas comenzaron a doler como nunca. Me recosté detrás de él tomando su cuerpo frío con mi brazo izquierdo, así como tomé algunas de mis prendas de invierno para cubrirlo.

*    *    *

   —Freddy —susurró Mangle mientras movía mi brazo—, Freddy, despierta.

   Abrí mis ojos como ese día que desperté consciente en Mont-Tremblant.

   —¿Qué sucede? —Mi voz era ronca.

   Antes de que pudiera escucharla, noté que Bonnie estaba como a un metro lejos de mí; aún no puedo evitar moverme demasiado durante las noches.

   —¿Por qué no me dijiste que había alguien más contigo? —susurró preocupada—. ¿No sabes qué le ocurrió?

   Lo miré de espaldas por un momento en la misma posición, pero sentía que las palabras no me salían.

   —No. —Negué con mi cabeza, entonces Mangle se paró derecha y caminó hacia él.

   Me preocupaba un poco su reacción con Bonnie. Cuando nos reencontramos se veía como si todavía pudiera sobrevivir por varios días, pero ahora que Mangle lo analiza siento como si ya no estuviera respirando. Eso hizo mi pelaje ponerse de puntas. Me levanté adolorido por todas partes y me acerqué a ella.

   —Espera, Freddy, ahora mismo te voy a llevar al cuarto de partes y servicios; encontré uno por fortuna, pero necesito que no te esfuerces demasiado para que no te lastimes más. Vamos a llevarlo a él también.

   Hubo un momento en que dejé de escuchar a Mangle, solo veía a Bonnie con sus orejas hacia abajo y el resto de su cuerpo inmóvil como si estuviera dormido. Esperaba que estuviera dormido.

   —D’accord, parece que solo está dormido. —Se puso de pie—. Ven, vamos a repararte a ti primero y después nos encargaremos de él. Conviene dejarlo descansar, sus heridas no parecen ser tan graves para que presente problemas peores.

   Dejé que Mangle colocara su mano en mi espalda y me guiara hasta afuera, pero por dentro sentía todavía la urgencia de estar con él y no dejarlo solo. No quise mirar hacia atrás, no aguantaría verlo acostado en medio del cuarto desprotegido.

   —No te preocupes, en un momento volveremos para repararlo —dijo Mangle después de estudiar mi reacción.

   Tuvimos que atravesar varios cuartos con solo un animatrónico femenino con forma de bailarina de ballet. Mangle dijo que encontró la forma de desactivarla durante el día, pero que no podía estar así todo el día debido a los horarios de trabajo del restaurante, por lo que debíamos apresurarnos. El cuarto de partes y servicios era frío, pero en cierta forma me sentía cómodo y feliz de que alguien cuidaría por fin de mí.

   El proceso no fue doloroso, sin embargo, el dolor que sentía antes todavía permanecía en mí, pero ella dijo que eso era normal, que el tiempo se encargaría de reparar eso siempre y cuando tenga el debido cuidado de mi cuerpo y no emprenda más viajes de más de cuatro mil kilómetros. Entonces Mangle salió del cuarto y fue a recoger a Bonnie, quien ya había despertado. Traerlo aquí fue como traer a alguien que apenas podía usar sus piernas para caminar. Se recostó muy despacio en una mesa de trabajo, así como su cuerpo todavía temblaba un poco. Era lastimoso para mí verlo así, pero tenía en mente el hecho de que pronto lo vería como nuevo, o al menos eso me aseguró Mangle. Esperé afuera del cuarto.

*    *    *

El Cupcake salió del cuarto y vino a verme. Yo estaba sentado contra la pared esperando por noticias buenas.

   —Oye, Fredo —dijo al lado de mí—, me temo que tengo malas noticias para ti.

   —¿¡Qué!? —Mi sangre se había congelado.

   —Creo… creo que no se podrá curar.

   No sentí que las palabras me salían. Sentí como si alguien hubiera tomado todo lo que me ayuda a estar consciente y lo desech…

   —¡Estoy bromeando! —Comenzó a reírse—. Eres un muchacho muy sensible, ¿lo sabías?

   —¡Eres un idiota! —grité.

   —Me han dicho eso muchas veces —respondió con su orgullo aún alto, entonces sacó un cigarrillo de su cuerpo y comenzó a fumar—. Pero sí hay malas noticias con Mangle. Parece que no aguantó ver la belleza de Bonnie reparado. Ve a verla si no me crees.

   Esa noticia nunca la hubiera esperado, ni siquiera que tuviera algo que ver con Mangle. Recuperé mi aliento y me levanté para entrar al cuarto. En efecto, Mangle estaba observando con lágrimas el cuerpo de Bonnie reparado y apagado.

[🌼] ------------------- |•| ------------------- [🌼]

La margarita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora