Maniac

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Kakyoin había estado cuidando a Jotaro discretamente, todavía le daba un poco de pena estar siempre con él, no quería agobiar al joven con su presencia.

Aprovechando que el pelinegro estaba trabajando en el Lobby, Kakyoin comenzó a revisar los libros y a curiosear un poco, claro que respetando la intimidad de Jotaro.

Se dio cuenta que era por mucho el chico más desordenado que podía encontrar, la basura de hace diez días seguía ahí, su precioso sillón verde estaba infestado de ropa y papeles sin ordenar.

Era un milagro que no había encontrado basura en el piso, suponía que era porque Jotaro solía andar descalzo por la casa como el japonés que era.

Decidió ayudarle un poco con los trabajos domésticos y de paso tendría una excusas para justificar su sed de chisme.

Lavó toda la ropa que pudo encontrar regada por la casa, gracias al cielo que Jotaro mínimo sí lavaba su ropa interior, le evitó una vergüenza.

Kakyoin vs el siglo veintiuno, primer combate, una larvavadora.

En una ocasión escuchó al señor Bucciarati quejarse de ese aparato pero no prestó mucha atención y el nombre era confuso.

Él vivió cuando se inventó la primera máquina pero estaba tan enfocado en su entrenamiento que todo eso lo hacía Erina por él, estaba totalmente perdido.

Y aunque supiera, no estaba muy seguro de que siguieran siendo iguales, lo más probable era que en ese año ya pudieran hasta volar.

Haciendo caso a las instrucciones que se encontraban en la tapa de la larvavadora Kakyoin empezó su más grande duelo hasta ahora.

ㅡ¿Qué mierda es ciclo de lavado? ㅡ.

Ya tenía la manguera conectada, la ropa adentro y las cosas justo donde deberían estar pero no encontraba la forma en que la bestia blanca funcionase.

No quería molestar a Jotaro, quería impresionarlo.

"Oh Kakyoin eres tan genial ¡Lograste vencer a la Larvavadora!"

Mejor fue a ver a los vecinos, seguramente uno de ellos necesitaría lavar.

Yukako era precisamente la persona indicada.

Observó con mucho cuidado como la chica metía su ropa, giraba las manecillas en "Mínimo" y la otra en "Ropa muy sucia", presionó un botón y la máquina comenzó a moverse.

Era más fácil de lo que pensó.

Regresando al departamento, vio las opciones de la máquina de Jotaro, según lo que indicaba la demostración, era según qué tanta ropa era el agua y lo demás era cuestión de que tan sucia se encontrará.

Nivel de agua: Medio.

Ropa: Muy sucia.

Presionó con muchísimo cuidado el botón de inicio y vio como le ganaba al siglo veintiuno.

Se sentía como el ser más supremo que pudiese existir, el gran amo y señor de las máquinas, el Rey de la tecnología, el soberano del nuevo mundo.

Interrumpiendo sus pensamientos un pitido llamó su atención, provenía de la sala de estar.

Fue corriendo a ver qué era, podía ser el celular con una llamada o una bomba, prefería la segunda, no era muy bueno con los celulares.

Bajo una bolsa de Nachos vacía estaba el celular de casa, no pensaba contestar pues eso le correspondía a Jotaro pero sí quería escuchar el mensaje, podía ser algo urgente.

El Departamento del Tanque Roto • JotaKakNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ