Cherry Pie

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Sí tuvieras que escapar, ¿A dónde irías?

Jotaro eligió El Cairo, en Egipto.

Decir que lo eligió es más equivoco, en realidad el hombre de la taquilla le comentó que era el único lugar al cual podría ir por falta de vuelos disponibles.

Tras salir del Closet, Jotaro perdió todo; su familia siempre le dijo que lo amarían a pesar de todo pero mintieron, lo mandaron al infierno.

La que juraba su mejor amiga lo traicionó esparciendo el rumor que el Gran JoJo comía algo grande también.

Él aceptaba que se equivocó, debió contar a Marina que era gay desde el primer momento en que ella lo intentó besar pero para él, sólo era la mejor amiga que podía pedir; bonita, discreta y de tendencias comprensivas, la desconoció cuando esparció el rumor.

No pudo enfrentar toda la burla del pueblo así que huyó, la técnica milenaria enseñada por su Abuelo Joseph resultaba ser cierta y efectiva.

Su amable abuelo le brindó una mano y le dio dinero suficiente para subsistir un mes, además de rentarle un departamento por un año entero.

El joven que rentaba era un francés extravagante, le calculaba unos veintidós años, vivía junto a su hermana Cherry (¿O era Sherry? Ya ni recordaba bien).

Le comentó que su departamento tenía agua, así que no sé preocupara por el tanque destruido de arriba.

ㅡ¿Qué tanque? No vi nada de esoㅡ contestó con la pluma en la mano, terminando de firmar los papeles.

ㅡ Que extraño, es lo primero que preguntan ㅡ el hombre soltó una risa bastante peculiar ㅡ El abuelo de mi amigo Avdol fue el dueño del edificio cuando eso pasó, dicen que un joven se impactó contra el tanque, por más que lo intentaron bajar no se pudo hacer nada, tenía los órganos destrozados, en fin; es sólo un rumor para que los niños del edificio no suban, estoy seguro de que sólo explotó o alguna mierda por el estilo ㅡ dijo restando importancia al hecho.

Sí alguien iba a inventar tal mentira que mínimo lo hubiera hecho bien, ¿Cómo iba a llegar un joven al tanque? El edificio estaba a metros de altura y para la época era imposible un Jet pack, vaya mentira pensaba Jotaro mientras subía a lo que sería su "Hogar".

El departamento estaba prácticamente vacío, tenía un baño en el que apenas cabía, una cocina conectada al comedor y una habitación, las paredes tenían un verde opaco.
En cambio los "muebles" sembraban duda y una terrible desconfianza.

Según los documentos, el departamento había estado abandonado por más de treinta años, los muebles debían estar polvosos y sucios, incluso imaginó alguna plaga.

En cambio, estaban limpios y aspirados, con un suave olor a cerezas.

Jotaro estaba seguro de que no tenía ni aspiradora, aromatizante de cerezas y mucho menos había pagado un servicio de limpieza.

"... Debió ser el viejo..."ㅡ pensó contando en que su abuelo tendría aquella consideración con él.

Comenzó a desempacar, no tenía mucho pero lo suficiente para lograr que aquel lugar se viera más lleno, colocó la ropa sobre el sillón de terciopelo rojo, su mente divagaba en los días cuando Holly Kujo (su madre) le preparaba deliciosas tartas de cereza o piña, la extrañaba tanto como nunca lo imaginó.

Su estómago gruñó en respuesta, sin tener nada para cocinar o idea alguna de cómo cocinar, se decidió a pedir un Delivery mediante esas aplicaciones para gente sin sazón.

Media hora después, recibió a una joven en la puerta de su casa, la reconocería como la hermana de Polnareff. La dulce muchacha le sonrió amable sin alguna pizca de intentar algo más.

ㅡ Perdón la molestia señor, le llegó estoㅡ la joven le entregó su paquete con cuidadoㅡ que tenga un lindo día, hasta luego. ㅡ se marchó sin hacer peticiones o coqueteos, le agradó un poco ese detalle de ella, desearía recordar su nombre a futuro.

Hambriento, colocó sobre la mesa de Coca-Cola que tenía su comida, tres hamburguesas, un litro de soda, cuatro paquetes de papas fritas y una pequeña tarta de cereza. Aún con toda aquella comida dudaba de sí realmente sería suficiente.

Con devoción, el hambriento hombre de casi dos metros comió, dejó una pequeña cantidad de soda y la mitad de la tarta de cereza, su boca se llenó del sabor de la Coca-Cola, por lo que terminar aquel postre no parecía posible, más tarde sería.

Metiéndose a la ducha, Jotaro pensaba en que ahora solo tenía a su tío Josuke, al abuelo Joseph y a su loco bisabuelo Jonathan, que juraba haber perdido a su mejor amigo a manos de un vampiro, la versión oficial del asunto es que fue asesinado frente a él, quedó traumatizado de por vida. Jotaro evitaba hablar de Jonathan debido a que le dolía aún su muerte.
Ya hundido sobre su colchón, imaginó que su madre se volvía igual de loca que el bisabuelo Jonathan, ella gritando a su padre que su hijo murió en alguna tontería como una batalla contra un vampiro. Sin duda Holly a esta alturas prefería verlo muerto a estar con un hombre.

Esa noche perdió dos batallas, la primera fue contra el sueño y la segunda contra aquel intruso que no notó.

Al menos esa noche.

Despertando y preparado para salir a buscar empleos, Jotaro no pudo desayunar.

El plato de la tarta estaba ahí, el maldito tenedor estaba sobre la mesa, la soda seguía ahí pero su tarta había desaparecido.

ㅡ¿Qué mierda?

El Departamento del Tanque Roto • JotaKakWhere stories live. Discover now