Nice to Meet Ya

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Que idiota, seguro ni está aquí.

Jotaro se sintió como un estúpido tras decir "Ya llegué a casa", ¿Quién le haría caso?

Seguro que su Fantasma no estaba ahí, de lo contrario le hubiese contestado, ¿No?

ㅡ Me gustaría saber cuándo estás conmigo, como un código o algo, quiero poder pasear desnudo por mi casa sin miedos o ser observadoㅡ era verdad, la señora Holly nunca se lo permitió ni cuando era niño.

Hierophant Green apareció frente a él, por más que lo viera, le seguía pareciendo hermoso, era como una droga de la cual caería una y otra vez.

ㅡ No eres muy hablador pero no hay problema, me gusta estoㅡ extendió la mano de su Stand para dar dulces toques cuidadosos a Hierophant Green, adoraba la sensación de los tentáculos entre sus dedos.

Los jugueteos con las manos fueron elevándose hasta la altura de la muñeca dando forma a la mano de su Stand, la forma en que sostenían sus manos era tan delicada, suave y que por alguna razón se sentía familiar.

Jotaro apreciaba las manos del Stand, eran pequeñas entre las suyas, cálidas y tiernas.

Le alteraba el corazón la firma en la que su Stand miraba al otro, no le gustaba sentirse así, estar enamorado no era lo suyo.

Era diferente tener un crush en Kakyoin y otro muy diferente gustar de un Fantasma, en ambos casos apenas se conocían pero la atracción entre ellos era algo magnético.

Su Stand solía tener una mirada salvaje y las pocas veces que sonreía era de manera sádica.

Nadie pensaría que eran el mismo Stand justo cuando tenía esa mirada melosa.

ㅡ Quién diría que sacas lo mejor de Star Platinum, mi querido Fantasmaㅡ no sabía por qué dijo eso.

Tampoco supo porque el Fantasma pareció avergonzarse.

Aunque por él podría quedarse una eternidad sosteniendo las manos de su amigo, su estómago pedía comida.

ㅡ ¿Quieres algo de comer? No estoy muy seguro de que puedas comer pero, me gustaría no estar soloㅡ el Stand asintió.

Mientras Jotaro supervisaba el tocino y arroz que había logrado hacer su Stand seguía jugueteando con Hierophant Green.

El olor era estupendo, lo único bueno de esas tontas clases de Independencia es que había descubierto que tenía una buena sazón, nunca como el de su madre pero se veía que era su hijo.

Sirvió dos platos, sacó dos gaseosas Dr. Pepper de su pequeño refrigerador y las sirvió en la mesa.

El Stand se sentó o lo que sea que hiciera frente a él, Jotaro se sentó en una de las cajas que tenía de la mudanza.

Notó como la máscara que poseía el Stand verde desaparecía para dejar ver unos labios gruesos, rojizos y brillantes que suponía que eran de su usuario fallecido.

Quedó sorprendido, por un momento pensó que tal vez era una chica Fantasma pero recordó las palabras de Avdol, era un hombre.

Ahí fue cuando Jotaro supo algo más de su Fantasma, era japonés.

El itadakimasu era un gesto japonés que se realizaba desde antes de la comida, bien podría ser que el Fantasma fuese un Otaku pero sí su muerte tenía más de treinta años era una opción muy difícil de considerar.

¿Qué haría un joven japonés de unos dieciocho años en Egipto?

Tal vez lo mismo que él, escapó de alguien que lo atrapó y asesinó.

No se atrevía a preguntarle sobre su muerte, no aún.

ㅡYo soy del centro de Tokio, mi madre es mitad italiana y británica pero se casó con un japonés, así que soy mixto como lo notasteㅡ le explicó al Fantasma con la esperanza de que le respondiera.

El Fantasma extendió uno de sus tentáculos que regresó con su libreta de Preparatoria y una pluma.

No quiere mostrarme su voz, ¿Mudo podría ser?

Empezar a escribir con uno de los tentáculos sin dejar de comer, era bastante habilidoso en ello.

"Madre>británica

Padre>japonés

¡Yo también soy de Tokio!"

ㅡ Ya veo, así que tú también eres mixtoㅡ el fantasma asintió.

Eso le explicaba el grosor de sus labios, seguramente su madre era muy hermosa.

ㅡ Me gustaría parecerme a mi madre, mi padre es un idiota y cada que me veo al espejo es recordar su estúpida caraㅡ Jotaro contaba cosas sobre su familia esperando tener alguna respuesta del Fantasma sobre la suya, podría ponerle nombre a su Fantasma.

El Fantasma volvió a escribir, su letra era ligera, ahora que confirmó que ambos hablaban japonés, se veía una mejora en su léxico.

" Mi madre era muy bonita, ella murió en el parto y no la pude conocer pero mi papá decía que su cabello brillaba como el sol"

Jotaro supuso que era rubio por el sol pero no recordaba que el sol era una esfera roja.

ㅡ Seguro eres parecido a ella, ¿Por qué no me quieres dejar verte? No creo que seas más feo que Polnareffㅡ masticando al hablar, se le entendía poco a Jotaro.

Hierophant Green comenzó a escribir de manera apresurada, casi como nervioso.

"No es eso, me da miedo que te desilusiones de mí, no creo que te agrade"

ㅡTe lo juro, sí me dejas verte y reaccionó mal tienes mi permiso para atormentarme toda la vidaㅡ Hierophant Green colocó su mano sobre su boca intentando no reír.

"Está bien, confiaré en ti"

Ante sus ojos las escamas de Hierophant Green iban desapareciendo lentamente, reveló desde abajo unos zapatos negros, un traje verde desgastado, como que se usó el fiero combates o por mucho tiempo, tal vez ambas.

Su cuerpo era perfecto, ni muy delicado ni muy fuerte, era justo como Hierophant Green, lo poco que se veía de su piel era lechoso.

En el momento en el que el casco desapareció deseó nunca haberle pedido revelar su identidad, sintió decepción y tristeza inundar su ser.

Kakyoin, su anhelado Kakyoin, aquel que alteró su corazón solo con una plática de fantasmas, estaba frente a él.

ㅡNo es ciertoㅡ soltó al joven frente a élㅡ Kakyoin, ¿Tú estás...? ㅡ Incapaz de terminar su oración, Kakyoin respondió por él.

ㅡSí Jotaro, estoy muertoㅡ su pesadilla se hizo realidad cuando la vida le reveló que el amor no era para él.

El Departamento del Tanque Roto • JotaKakWhere stories live. Discover now