Ghost of You

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Jotaro había quedado mudo frente a él, Kakyoin miraba expectante pero sin dejar de comer, el hueco en su estómago se sentía más vacío que nunca.

ㅡOhm, Jotaroㅡ Kakyoin intentaba que su mayor (o algo así) le dirigiera la palabra o mínimo respirara.

Kakyoin tocó su cara con cuidado, haciéndole saber que su tacto no era real, se sentía real pero al final de cuentas podía atravesar su frente.

Jotaro reaccionó sorprendido, era la cara más expresiva que había visto, incluso más que aquella vez que lo asustó por decirle imbécil al ser Fantasma.

ㅡPerdónㅡ era la única palabra que pudo ser capaz de procesar.

ㅡ¿Qué? ㅡ no entendió a qué se refería, él le iba a pedir perdón por asustarlo, no al revés.

ㅡPor la vez que hablamos, no creo que seas un imbécil, digo que, los Fantasmas son imbéciles pero tú no, tú eres una excepción, diferente pero diferente no es malo, sólo es diferente, especial, sí eso, eres especialㅡ Jotaro habló y habló tratando de procesar lo ocurrido.

Su Crush era un fantasma

Mierda, tal vez lo había visto en ropa interior.

ㅡ¿Soy especial para ti? ㅡ No lo dijo de forma coqueta pero todo lo que hacía o decía Kakyoin le ponía de nervios.

ㅡ Si, mucho pero, me refiero aㅡ buscó la palabra correctaㅡ a tu muerte.

ㅡ¿Solo soy especial porque estoy muerto? Pobre de mí sí estuviese vivo, no me harías ni casoㅡ Ahora Kakyoin estaba torturando al pobre hombre.

ㅡ Claro que sí, eres como una ballenaㅡ Kakyoin se descolocó.

ㅡ¿Estoy gordo?

ㅡ¡No claro que no! Las ballenas no son gordas, sólo son grandes y creo que eras una persona muy grandeㅡ.

ㅡ Pues no, mis amigos me aguantaban con solo un brazoㅡ Kakyoin río al recordar cómo Robert Speedwagon lo cargó en una ocasión.

ㅡ Tienes una risa bonita, me gusta. ㅡ Jotaro ya ni pensaba lo que decía.

ㅡ¿Así que soy una ballena qué tiene una risa bonita? ㅡ

ㅡ¡Olvida lo de la ballena! Mejor eres una estrella, para mí las estrellas no son bonitas pero pensé que tal vez para ti sí son bonitas porque tú eres bonitoㅡ Kakyoin combinó sus mejillas con su cabello gracias a Jotaro.

ㅡGracias... Tú también eres muy bonito.

Se quedaron callados mirando a sus platos, estaban avergonzados por diferentes motivos, Jotaro no podía creer que realmente había dicho que los Fantasmas son unos idiotas y Kakyoin no se creía que alguien lo considerará bonito, como una ballena.

Jotaro intentó regresar la conversación antes que Kakyoin se fuera por el sonido del agua.

ㅡ¿Así qué era tu casa? ㅡ se refería a que sí habitaba su departamento desde antes, era obvio pero al menos lo intentó.

ㅡNo sé, un día desperté aquí, no siquiera sé sí mi verdadero nombre es Kakyoin, es lo último que recuerdoㅡ Kakyoin le había dado entrada respecto a lo de su muerte.

ㅡ¿Sabes qué año era? ㅡ preguntó intentando saber exactamente cuántos años de diferencia tenían.

ㅡEra el quince de junio de mil novecientos ocho.

Santa mierda

ㅡ¿Sabes en qué año estamos? ㅡ no quería soltar la noticia que llevaba casi cien años muerto sin tener al menos un poco de expectativa.

ㅡ Supongo que estamos en mil novecientos cuarenta, ¿No? ㅡ Kakyoin de verdad debió estar perdido en el tiempo durante mucho.

ㅡ Kakyoin, estamos en el dos mil diezㅡ Kakyoin abrió los ojos dispersando totalmente su párpado, sus genes británicos se notaron aún más sin el rasgo asiático.

Kakyoin desapareció ante sus ojos, intentó abrazarlo pero fue muy tarde, lo único que quedó de él fue una esmeralda, la más opaca que Hierophant Green había mostrado jamás.

Sintió el frío del departamento, de su boca brotó una bruma debido al cambio de temperatura, salió para comprobar que solo estaba ahí.

Para su desgracia no, el edificio entero se ponía frío y la electricidad fallaba provocando parpadeos de las luces.

ㅡ¡Kakyoin! ㅡ sin importarle que el edificio entero supiera que le llamaba, siguió gritando su nombre, el frío se concentraba en el techo, justo donde murió.

Jotaro escuchó las voces de uno que otro vecino en el Lobby, su joven vecino de abajo le gritó.

ㅡ¡Señor, los ductos principales están en el techo, revise por favor! ㅡ Su vecino Giorno ya le había dado una excusa para subir sin que preguntarán.

ㅡ¡Iré a revisar! ㅡ Jotaro trepó las escaleras, el frío cada vez era más intenso, su piel comenzaba a secarse un poco, como sí por cada paso fuera un centígrado menos.

Ahí lo vio, sentado junto al famoso tanque roto, estaba Kakyoin, su Stand rodeaba los edificios como si fuera una telaraña.

Lo admiró bien, su cabello desordenado, su ropa antigua llena de sangre, su frente chorreando más de ese líquido rojo, era una vista triste.
Pero lo que captaba su atención era un agujero que lo atravesaba completamente, se podía apreciar cómo sus costillas y su sistema respiratorio habían colapsado totalmente, casi que se salían sus intestinos superiores.

El joven lloraba, recordando aquel suceso, como su vida fue arrebatada siendo el final, Kakyoin se sintió tan estúpido, una muerte estúpida.

Y Jotaro solo lo contempló, esperando que el frío bajará a su alrededor o también moriría.

El Departamento del Tanque Roto • JotaKakWhere stories live. Discover now