Part Of Your World

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ㅡ¡Kakyoin ven para acá por favor! ㅡ Jotaro gritaba desde la distancia, aunque la vista era desagradable desde lejos, no dejaría solo al chico.

Kakyoin sólo lloraba desconsolado, al tener el poder de alterar todo el ambiente del edificio debido a su conexión con el mismo, no podía evitar pensar en cómo su vida fue arrebatada de forma tan injusta.

Ya había ganado, sí tan solo hubiera esperado unos diez segundos más, eso no hubiera pasado.

Jotaro se comenzó a acercar, podía apreciar el brillo del hielo y cómo Hierophant Green protegía a Kakyoin en un abrazo que intentaba confortar pero que no se podía sentir.

Las posiciones en las que Kakyoin se moviese sólo hacían peor la escena, al intentar tapar su rostro dejó que su corazón terminara de caer, haciendo un golpe seco contra el hielo.

Jotaro corrió asustado hacía el chico pensando que podría morir incluso ya en su forma fantasmal, pero el otro ni se percató de los órganos faltantes o colapsados.

Le dolía el corazón sin tenerlo en el pecho.

Le costaba respirar incluso sí sus pulmones estaban en su cadera.

Quería morir incluso ya muerto.

Jotaro llegó a dos metros de distancia de Kakyoin, el corazón estaba tan cerca de él que podía ver las palpitaciones; siempre fui muy quisquilloso con ese tipo de cosas pero no podía dejar que el corazón cálido de Kakyoin se congelará por el frío de su amargura.

Tomó al corazón con sus manos directamente, su Stand era demasiado brusco para hacerlo con cuidado y siendo sinceros, quería tener el corazón de Kakyoin entre sus manos incluso de esa forma.

Sus piernas estaban congeladas, le costaba caminar y el frío era tal que sus labios ya eran morados como Star Platinum, ahora más que nunca, era idéntico al Stand.

Subió por las rotas escaleras, tenía miedo de caerse directo a los picos de hielo pero aún más que el órgano se le cayera.

ㅡKakyoin, estoy aquí, contigoㅡ no tenía la valentía para abrazarlo, respetaba su espacio.

Incluso Jotaro ya estaba cubierto de sangre, entre el agua y aquella herida que no paraba, era un milagro que no hubiera muerto ya.

Él supuso que la constante fuente de sangre caliente evitó que muriera de frío, no se congelaba al tacto al contrario de todo lo demás.

ㅡJotaro, ¿Cómo fue tu primer amor? ㅡ Aunque no quería saber de los amores anteriores, necesitaba entablar una conversación.

ㅡEra un chico.

ㅡEl mío también, qué coincidenciaㅡ hablaba entrecortado pero el punto era intentar que dejase de llorar.

ㅡ Era un príncipe, tenía el cabello negro, los ojos azules, tocaba la flauta, era valiente y tenía un perro llamado Maxㅡ Kakyoin escuchaba atentamenteㅡ se casó con una sirena y no pude ser más feliz.

ㅡ¿Qué? ㅡ Preguntó su pelirrojoㅡ.

ㅡ Bueno, supongo que no es mi primer amor, en realidad era más admiraciónㅡ Kakyoin seguía confundido.

ㅡJotaro, te mintieron, las Sirenas no existenㅡ Kakyoin se veía más calmado, todo iba perfecto.

ㅡ Claro que no, yo hasta vi la bodaㅡ Jotaro no mentía, necesitaba distraerlo.

ㅡ Eso no es posible. ㅡ Kakyoin afirmaba.

ㅡ Por supuesto que sí, era una película infantil.

ㅡ Yo amaba las películas, me gustaba mucho el Cine, aunque sólo vi la del Hombre en la Luna y el Tren.

ㅡ Bueno mi querido Kakyoin, mi Primer Amor es un dibujo que se mueveㅡ.

ㅡ¿Un dibujo cobró vida? ㅡ Kakyoin se veía intrigado por la modernidad.

ㅡ Así es, también podía moverse y hablar como tú y yoㅡ el frío del área iba bajando de manera rápida, su cometido iba de viento en popa.

ㅡ Quiero ver esoㅡ Kakyoin lo dijo en tono triste, como sí se fuera a marchar.

ㅡ Y lo veremos, juntosㅡ Jotaro se acercó con seguridad, tanto el Stand como el Usuario, permitieron al pelinegro acercarse.

ㅡ ¿Lo prometes? ㅡ Kakyoin tendió su meñique en señal de querer ser tocado.

ㅡ Lo prometoㅡ El agujero que Kakyoin tenía en el estómago no lo podía cerrar pero llenaría el de su corazón, lo juraba.

Kakyoin sostuvo su mano una vez completada su promesa, de joven no conoció el amor más que el que Jonathan y Erina se profesaban más nunca lo pudo experimentar.

Ahora sentía que tal vez, esa era su razón de quedarse, necesitaba conocer el amor.

Y el hombre frente a él era una opción genial.

ㅡ Me hubiera gustado vivir en tu mundo, formar parte de él.

ㅡ Kakyoin, hasta ahora, eres lo más precioso de mi mundo.

Con cuidado cargó a Kakyoin para bajar del tanque pues necesitaba acostarse, todo lo recordado y vivido hasta ahora era mucho para alguien.

ㅡ Deberías ser Doctor, eres muy bueno ayudando a las personasㅡ Kakyoin le dijo riendo.

ㅡ Mi abuelo me compró un cuerpo humano de plástico cuando niño, me divertí mucho jugando con mi amigo pero nunca fui capaz de armarlo correctamenteㅡ Notaron contaba su infancia con mucho cariño al chicoㅡ.

ㅡEras un niño raro, supongo, yo solía leer todo el tiempo, quería ser un inventorㅡ hasta ahora sacaba a relucir su época.

ㅡ¿Qué querías inventar? ㅡ preguntó.

ㅡ Quería algo que permitiera a otros ver a Hierophant Green, así podrían dejar de decir que era un locoㅡ mierda, eso era muy triste.

ㅡ Deja de decir esoㅡ le exigió.

ㅡ¿Qué cosa? ㅡ estaba confundido, no había dicho nada malo.

ㅡ"Era", "solía", "antes", ¡Ya basta! ㅡ Jotaro expresó su descontento hacía la muerte de Kakyoin.

ㅡ Peroㅡ no se le permitió continuar.

Jotaro se colocó encima de él, impidiendo un escape o que se levantara, lo miró fijamente a los ojos, con sus brazos sosteniendo las manos del Fantasma, era momento de dejarle en claro lo que sentía.

ㅡ Tú, Kakyoin Noriaki estás conmigo, en el dos mil diez, no eres un pasado, vives en mi presente y más importante, siempre vivirás en míㅡ Kakyoin tenía las mejillas rojas, tanto por la posición como lo dicho por Jotaro.

"Siempre vivirás en mí"

Jotaro se levantó rápidamente, no necesitaba un ataque de esmeraldas.

ㅡ Y por ciertoㅡ le mostró su corazónㅡ todavía palpita, lo que significa que no estás del todo muerto, aunque estuviera quieto, me aferró a la idea que estamos juntos en el ahora.

ㅡ Y el despuésㅡ le dijo el pelirrojo, sonrojando al de ojos azules.

Jotaro acercó el corazón al suyo, juntando las palpitaciones, sincronizando sus almas.

ㅡ¿Lo sientes? ㅡ le preguntó con una mirada esperanzada.

ㅡ Lo puedo sentirㅡ Kakyoin puso su mano en su pecho, concentró toda la capacidad que poseía para volver a su anterior estado, sin sangre y con sus heridas cerradas, sólo faltaba poner el corazón.

Cómo sí colocar un anillo en el dedo de una prometida se tratase, Jotaro puso el corazón en el lugar faltante; ahora era totalmente Kakyoin, su Kakyoin y no un cadáver.

Fue imposible para ambos no abrazarse durante un largo período, aferrándose como sí pudieran desaparecer, queriendo fusionarse para no estar solos nunca más; el tacto se sentía real, se sentía cálido, como si fueran del mismo mundo

ㅡ¿Y por qué admiras al príncipe? ㅡ

ㅡ Porque pudo quedarse con una preciosa pelirroja de otro mundoㅡ

ㅡ¿Y querías a la pelirroja?

ㅡ Preferiría a un pelirrojo.

El Departamento del Tanque Roto • JotaKakWhere stories live. Discover now