Capítulo Veinte 1/2

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-Harry, vamos. Si no te apuras llegaremos a las cinco de la mañana- dijo Niall algo irritado.

El rizado aceleró el paso, alcanzando a su compañero quién prácticamente corría. Iban en camino a "Sweet Drink", el bar al que Harry más frecuentaba.

Cuando el de ojos verdes había aparecido empapado y con apariencia desgastada en la puerta del rubio, a este no se le había ocurrido mejor idea que llevarlo a beber, siempre funcionaba. Niall creía que ayudaba a su amigo, a despejarse y olvidarse de todos sus problemas (los cuales él, en este caso, ignoraba por completo), pero no sabía que solo conseguía irritarlo más. Obviamente, nada lo hacía con mala intención.

Harry estaba convencido de que la salida no lo ayudaría en lo más mínimo, solamente lograría que se sintiera culpable por la mañana por haber vuelto a huir. Haber recurrido al alcohol una vez más para que sus problemas se escondan en alguna parte invisible de su cerebro. Aunque sabiendo perfectamente que cuando despertara, estos seguirían por debajo de las sábanas.

Por alguna razón, desde que había conocido a Louis no se sentía bien bebiendo. Algo en su interior le decía que lo estaba decepcionando, aunque no tenía sentido.

El rizado contaba con que él otro no ignoraba su dependencia con respecto a la bebida y por eso en los últimos días se había esforzado por intentar romperla. Además, temía que si llegaba a emborracharse mucho olvidara algún momento compartido con el ojiazul y eso definitivamente no estaba en sus planes. Ni siquiera esta vez. No quería olvidar lo ocurrido en la panadería, a pesar de que hacía unas horas sí. Era la segunda vez que le ocurria.

La personalidad del chico se debatía en haber odiado o amado el momento, aunque en realidad sabía que había estado muy lejos de odiarlo. Nunca podría odiar algo que involucraba a Louis. Eso lo aterraba. No encontraba una explicación logica para nada lo relacionado.

-Amigo, ¿seguro que estás bien?- le dijo Niall de la nada.

Harry levantó la vista (porque por supuesto, se había encontrado mirando al piso todo el tiempo) encontrándose con la los ojos del irlandés, que lo observaban claramente preocupado, seguramente desde hacía ya mucho tiempo.

-Sí, ya te dije que sí Niall. Como ochenta veces- contestó cortante.

-Bueno, pues dicelo también a tu cara, creo que no se enteró todavía- contraatacó el otro.

Harry sabía que Niall solo estaba preocupado por él, pero le molestaba que no pudiera captar las señales: claramente no quería hablar sobre ello. ¿Qué le costaba al rubio respetar eso?

-Mira, ya llegamos- dijo el rizado aunque todavía faltaba una cuadra, para intentar distraer y cambiar el foco de la conversacion.

-¿Qué? Pero si todavía... ¡Ah!- se interrumpió el otro, dándose cuenta de las ocultas (aunque no tanto) intenciones-. ¿Me crees tan idiota, Harry? Solo quiero ayudarte amigo, pero entiendo que no la quieras. Parece que ya no la necesitas ¿eh? Ya vas a venir corriendo a mis brazos a pedirme consejo... sin ir mas lejos ¡lo hiciste hace unas horas! Los problemas hay que sacarlos-  habló con tono algo dolido, para Niall era muy importante la confianza de Harry y se sentia decepcionado al ver que el otro no se sentía lo verdaderamente cómodo con él como para contarle lo que le pasaba.

-Nunca te tomas nada en serio- se limitó a decir Harry, encogiéndose de hombros.

-¡Nunca me cuentas nada verdaderamente importante!- se defendió él.

Harry no quería discutir con su amigo, su único compañero de verdad. Sabía que Niall no tenía la culpa de nada y que si seguían hablando, él terminaría diciendo cosas que en verdad no quería, así que prefirió simplemente callarse. El otro no se esforzó por seguir con la conversación.

Catorce Días (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now