Finn Gley es un joven abiertamente gay que se vio obligado a realizar una actividad extracurricular, y para su desafortunada conveniencia había un puesto vacante en el equipo de fútbol americano: Mantenimiento.
Así que si, debía comportarse como el...
—Amigo. —Fred tenía una amplia sonrisa y buen humor, como siempre, aún cuando estaba ayudándome a limpiar el desastre de los jugadores. —¿Irás a lo de Quincy, no? Él muy amablemente me invitó. No suele hacer eso.
Me pregunte si Steven lo había invitado por mi causa, ya que no era extraño encontrarme charlando con Fred en las gradas o en los vestuarios cada vez que hay entrenamiento, incluso cuando él es únicamente la mascota del equipo y no tiene la obligación de venir más que a los ensayos y los partidos.
—Espero que vayas. —continuó antes de permitirme contestar. —Me sentiré demasiado solo si no.
—Iré. —admití a regañadientes —pero no esperes que me quede mucho tiempo.—le advertí—Estoy seguro de que no me sentiré nada cómodo en un ambiente de ese tipo.
—No te arrepentirás, Finn, las pocas veces que fui a una de sus fiestas pase desapercibido para Yongmin y Alex, incluso una chica me beso, aunque después de que la busqué ella me dijo que "lo que pasa en las fiestas se queda en la fiesta" y me decepcioné un poco.
Le sonreí con cariño, mientras que le decía:
—No te preocupes, encontrarás a una chica linda que te bese sin arrepentirse porque eres muy agradable, Fred.
—¿De verdad lo crees?
Cuando lo mire su sonrisa había disminuido ligeramente, pero sus ojos estaban esperanzados, parecía un cachorro con necesidad de amor. Asentí rápidamente.
—No solo lo creo.—le dije—Estoy seguro de ello.
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—¿Qué hay que ponerse para la fiesta?—preguntó Tae en los pasillos, mientras que caminábamos a una clase.
—Posiblemente me ponga cualquier cosa. —dijo Jossie encogiéndose de hombros. —No tengo interés de llamar la atención de ninguno de los imbéciles que estarán allí.
Suspiré porque Jo siempre se hace la dura diciendo cosas de ese estilo, pero una vez me confesó que su cuerpo no le gustaba en absoluto y por eso nunca la vería con un algún vestido ajustado u otra cosa que no sean sus amplios y largos jerseys. Nunca entendí porque su cuerpo no le resultaba atractivo, mas allá de que no era delgada como una porrista, era linda desde un punto de vista objetivo. Tristemente, no soy el indicado para hablar de belleza femenina, pero si fuera heterosexual, definitivamente Jossie me gustaría mucho, por lo que pude entender a Tae.
—Posiblemente me ponga un jean oscuro y una remera, la mas elegante que encuentre, para no ir mal. —comenté, y observé como Tae me daba una mirada picara.
—¿Quieres impresionar a alguien de esa fiesta, Finn? Solo usas esos jeans oscuros en ocasiones importantes.
—¿Que?—Jossie se mostró muy interesada. —¿Acaso te gusta alguien? —me interrogo con el ceño fruncido.
