1.

11.7K 671 151
                                    

—Buenos días. —me senté en la mesa de siempre con un fuerte suspiro. 

Tae y Jossie  me miraron sin interés. Ni un solo gesto en sus rostros. En su defensa, puedo decir que no son exactamente amigos de las mañanas, aprendí ello de la peor forma posible... Este hecho no impidió que insista una vez más: 

—Dije hola. —repetí y suspiré marcadamente una vez más por las dudas ellos hubieran pasado aquel detalle por alto. 

Contestaron a través de susurros y gruñidos, esos bastardos que dicen ser mis amigos.

—¿Nadie va a preguntarme porqué estoy suspirando así?

Ambos compartieron una mirada y tras una silenciosa conversación empezaron a hacer el juego de piedra-papel-tijera, Tae hizo con su mano una tijera mientras que Jossie  eligió piedra, declarándose así victoriosa, entonces a Tae, el perdedor, no le quedó de otra que mirarme resignado y preguntar qué demonios estaba pasando conmigo. 

—Que amables sois, pedazos de mierda. —les dije, sin enojo. La reacción de mi amiga fue bastante predecible (poner los ojos en blanco es su marca registrada) y Tae simplemente movió sus cejas, exigiendo explicaciones de porque los había molestado tan temprano en la mañana. —Necesito inscribirme en una actividad extracurricular para obtener la recomendación del profesor Farrens y así ganar la beca para estudiar bioquímica en la universidad de Berkeley.

—Hermano, felicidades, es... increíble, Berkeley es tu sueño y estás tan cerca... 

—No si no consigo entrar en alguna actividad extracurricular. Y no me imagino haciendo nada de lo que propone la escuela, el coro fue lo primero que descarté, no hay necesidad de ponerme en ridículo.

—Ni de castigar los oídos de la gente. —añadió ingeniosamente Jossie . Sabiamente, deje pasar el comentario, no es que estuviera tan errada después de todo. 

—Luego descarté el taller de teatro, de nuevo, la idea no es pasar verguenza, soy malo hasta cuando tengo que mentir en las cosas más simples.

—Lo sabemos. 

—Si, la última vez estabas tan rojo que parecía que ibas a desmayarte. 

—Silencio. Son expertos en decir comentarios innecesarios. —interrumpo mi monólogo para quejarme un segundo y luego continúo sin problemas: —Claro que descarte fotografía y arte. No tengo ni siquiera una cámara, y mis dedos no sirven para crear arte. 

—Ni para tocar instrumento alguno.

—No es que tengas la suficiente paciencia como para dedicarte al arte. —dijo Tae, quien siempre fue el artista del grupo, podía dibujar, pintar, esculpir, moldear arcilla y todo le saldría exactamente como lo quería, hermoso, si hay algo que decir es que él es increíblemente talentoso. Nada parecido a mi situación, ya que ni siquiera estoy seguro de lo que es el arte.  Recuerdo cuando desaprobé en la primaria mi proyecto de arte hecho con macarrones, cuando yo lo consideraba una obra maestra. —Lleva su tiempo y dedicación. 

—La ciencia e investigación se llevan la mayor parte de mi tiempo. Además, prefiero no lidiar con la frustración de un lienzo mal pintado, gracias. Lo siguiente en mi lista fue el club de lectura. Pero...

—¿Qué tiene de malo? —preguntó Jossie a la defensiva y fue mi turno de poner los ojos en blanco. Ella defendería el club al que pertenecía con garras y dientes aunque yo no tuviera ningún comentario malo que decir al respecto.  

—Para ser honesto, es el más decente e interesante, y aunque me gusta leer, dudo que mis gustos literarios se asemejen a el de las chicas de tu club. 

Jugar, ganar y enamorarse |✔Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt