20; visita

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~~~Mensaje de la autora

Volví después de tanto tiempo! Perdón por no actualizar, tuve varios percances en mi vida personal. Gracias y mil gracias por el apoyo a la historia, me motivan a seguir.

//

Había pasado solo un día desde que Bangchan se me confesó. En la uni nos sentamos en nuestros perspectivos asientos pero notamos algo: Felix había faltado.

Felix

Vendrás hoy?
Leído

—Esto es raro—susurré y suspiré sin dejar de mirar mi celular.
Bangchan apoyó su mentón en su mano y me miró.
—¿Pasa algo?
—Por favor. No charlen en la clase.—dijo el profesor dándose vuelta para mirarnos.
Asentí y cuando volvió a darse vuelta para escribir en la pizarra, le mostré los mensajes a Bangchan. Me miró, volvió a mirar el celular y apartó la mirada sin decir nada.
—¿Chris...?
—Última vez que lo pido, silencio—dijo el profesor subiendo el tono de voz, sin darse vuelta esta vez.

Felix

Me entretuve haciendo lo que mejor me hace, lo que me distrae: practicar.
Bailé y bailé hasta que caí rendido, con uno de mis compañeros, Minho.

—Oye, Felix—me pasó una botella de agua y se secó el sudor del rostro con la toalla que tenía en el cuello—¿qué te pasa?

Él y yo no éramos tan cercanos, pero necesitaba descargarme.
Cuando terminé de contarle, me miró, sonrió, y me dió unas palmaditas en la espalda.
—Eres un buen amigo—me giñó el ojo y se fue.
Me quedé pensando en eso. ¿Realmente lo soy? Ahora me siento mal. Quizás deba alejarme de ambos por un tiempo. Dolerá verlos juntos. Apagué mi celular.

Después de la uni fui a casa a cambiarme y me dirigí a JYP para una reunión y practicar. Me dijeron que debía dejar mi trabajo, porque iba a tener que mejorar mucho y eso iba a costarme mucho tiempo practicando. Inmediatamente llamé a mi jefe y renuncié.

Caminaba por los pasillos de la empresa mirando mi celular; no paraban de llegar mensajes del jefe insultándome. De repente, mi hombro chocó con el de un chico que venía caminando en dirección contraria. Era Felix. Sonreí.

—Felix, lo siento. Estás bien? Es que renuncié a mi trabajo y no paraban de llegar mensajes de mi jefe, y por cierto, ¿por qué no contestas mis mensajes? Veo que tu celular funciona, ¿estás ocupado?—dije mirando su celular, que llevaba en manos.
Felix solo bajó la mirada.
—Uhm, disculpa—dijo con una voz amable—tengo que irme—me miró a los ojos por un segundo. Sus ojos brillaban y tenía una mirada dulce, pero triste. Tras decir esas palabras solo se fue corriendo.

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Cuando la larga tarde terminó, me dirigí a casa. Abrí la puerta y lo primero que vi fue a mi madre en la sala, sentada tomando té con Bangchan y charlando como si fueran dos señoras a la hora de la merienda. Incluso se reían.

—¡¿Ma...má?!
Mamá me vio e inmediatamente dejó a un lado su taza de té para correr a abrazarme fuertemente.
—¡Por fin te veo, mi estrellita!
Me sonrojé de la vergüenza. Ese apellido no me molestaba, era muy dulce, pero quizás tan dulce que no quería que Chris lo escuchara. Lo miré y él estaba sonriendo.

Después de un rato charlando con mamá, le confirmamos nuestra relación. Fue una noche muy agradable, ella nos hizo una deliciosa cena y comimos todos juntos.
Cuando terminamos de cenar, nos pusimos a ver dónde dormiría mi madre.
—Entonces duerme en mi cama, yo duermo en la bolsa de dormir.
—Ohh si que sabes tratar a las visitas. Quién te habrá educado tan bien.—rió—yo dormiré en tu cama. Pero tú no dormirás en la bolsa de dormir. Qué desperdicio.—nos miró a ambos—ya que ustedes están juntos, pasen una noche juntos—me empujó hacia Bangchan—¡quiero muchos nietos, buenas noches!—cerró la puerta de mi habitación prácticamente en mi cara, y cuando estaba por abrirla, escuché como le puso seguro.

Suspiré y miré a Chris. Me sonrojé.
—Bueno, entonces dormiré en el sofá.
Chris se rió un poco y me tomó de la mano.
—No me molesta que duermas conmigo. ¿A ti si?—preguntó de manera inocente.
Accedí finalmente y ambos nos dirigimos al cuarto. Me acosté en la cama con el corazón latiendo fuertemente en mi pecho. Chris se acostó a mi lado. Como la cama era pequeña, estábamos muy pegados uno del otro. De repente, Chris se subió arriba mío poniendo ambas de sus manos a los costados de mi cuerpo para apoyar el peso del suyo, lo que hacía que las venas de sus brazos resaltaran.
Tragué saliva y lo miré nerviosa, ya estaba sintiendo mucho calor en mi cuerpo y mi corazón no paraba de latir. Él acercó su rostro al mío solo dejando unos centímetros de distancia entre los dos.
—Entonces...—dijo susurrando—¿vamos a hacer nietos para tu madre o no?
Lo miré confundida y Chris comenzó a reír. Me acarició el rostro.
—Solo bromeo.
–¿Qué te pasa?—pregunté apartando la mirada, intentando que no note que me ardía el rostro de la vergüenza.—mi mamá está en casa...—lo empujé suavemente.
Chris se sentó a mi lado riendo. Me senté yo también.
—Sabes, hoy vi a Felix—la sonrisa de Chris fue desapareciendo hasta tener una expresión algo neutra—...no sé que le pase, creo que estaba evitándome o algo así. ¿Sabes qué le pasa?
Chris me dio un suave beso en la mejilla.
—Lo siento. Eso va a tener que decírtelo él en otro momento.

• Quédate conmigo • BangchanWhere stories live. Discover now