• Quédate conmigo • Bangchan

11; campamento pt1

Ya habían pasado tres semanas desde que empecé a practicar con Bangchan y Felix, y aún no había conseguido trabajo. Era frustrante, pero al menos podía irme de campamento con mis compañeros de universidad sin excusa. Algo que sumaba es que estaba comenzando el verano, mi época favorita del año.

-Cada año se organiza un campamento para que nuestros estudiantes estén en contacto con la naturaleza y realicen ejercicio. El campamento dura cuatro días.-había explicado el director de la uni.
Ahora me encontraba en mi habitación preparando mis maletas. Bangchan y yo debíamos volver a la universidad en una hora para tomar el autobús con nuestros compañeros y así ir al campamento. Esto me recordaba a las salidas didácticas que tenía en primaria, era gracioso.
Le mensajee a mi amiga Yuna para contarle que no estaría en casa por esos días, y salí de mi habitación con mi maleta ya lista. En la sala, Bangchan estaba apoyado sobre la puerta principal de la casa, viendo su celular, y con su maleta al lado.

-¿Vamos?-me acerqué a él con una sonrisa. Correspondió con otra sonrisa, asintió sin decir una palabra y abrió la puerta. Allí estaba Felix con su maleta.
-¡Sorpresa!-rió-Vine hasta aquí, es mejor que vayamos juntos desde aquí así podemos sentarnos los tres cerca en el autobu---
No lo dejé terminar de hablar y le dí un abrazo breve sin pensarlo mucho. Luego lo solté y me adelanté a dirigirme a la uni.
-¡Apurense entonces, o encontraré a otra persona con quien sentarme!-reí. Después de unos segundos, ambos caminaban a mi lado.

Cuando subimos al autobús, este ya se encontraba muy lleno. Los asientos de atrás ya estaban ocupados, entonces no íbamos a poder sentarnos los tres juntos. Buscamos con la mirada asientos libres, pero solo habían 2 juntos y 1 bastante separado. Miré a los chicos como diciendo "¿qué hacemos?" Ellos se miraron entre ellos y se quedaron pensativos, y entonces entró la profesora al autobús.
-Siéntense, que ya vamos a partir.-ordenó, de un notable mal humor.
Los chicos seguían mirándome sin saber donde sentarse, y la profesora notó que éramos los únicos de pie. Suspiró enojada.
-Christopher. Siéntate.-ordenó mientras empujaba a Bangchan hacia el asiento alejado.
Para evitarnos una mala situación con la profesora, Felix y yo nos sentamos juntos.

-Parece que seremos solo tú y yo-dije en tono romántico, bromeando, y sonreí.
Felix me miró a los ojos, inexpresivo por un par de segundos y luego me dedico una leve sonrisa. "Quizás ese chiste fue estúpido" pensé, y me sentí un poco avergonzada.
Dirigí mi mirada a Bangchan. Estaba mirando su celular, con auriculares puestos. Nuevamente me puse a observar cada detalle de su rostro, sus labios, su nariz, sus mejillas... y olvidé ser disimulada. Él notó que lo estaba mirando, y me miró.
Cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí como si el tiempo se hubiera detenido. Mi corazón, sin embargo, comenzó a latir como loco, por lo que decidí volver a mirar a Felix. Tomé su mano para bromear con él y así intentar evitar sentir lo que estaba sintiendo, porque era realmente intenso.
-Entonces, esposo-dije entrelazando mi mano con la suya-¿a dónde nos dirigimos?
-Oh, esposa, parece que a un lugar muy... rústico-dijo y automáticamente comenzamos a reír.

El resto del viaje bromee un poco más con Felix. Luego compartimos auriculares y escuchamos algo de música y me quedé dormida en su hombro.
Me encantaba mi amistad con él, sin embargo habían bromas que estaban solamente reservadas para nosotros dos. No podía bromear diciéndole "esposo" a Bangchan. Probablemente me avergonzaría... después de todo, él me gusta.

Al llegar Felix me despertó. Ya era de noche, así que nos ordenaron acomodarnos en nuestras cabañas y luego ir a cenar en grupo.
Las cabañas estaban divididas en cabañas de chicos y cabañas de chicas. Acomodé mi maleta y me dispuse a ver qué cama me tocaba.
—¿Dormirás abajo?—me preguntó una chica que estaba en la parte de arriba de la cama cucheta que yo estaba viendo.
—Supongo que es la única libre—reí un poco.
—Que bueno, tenía ganas de hablar contigo...—se asomó y me dedicó una dulce y tímida sonrisa—mi nombre es Lia.

Me presenté también, y luego salí de la cabaña para buscar a los chicos. Podría haber aprovechado ese momento para hacer una amiga, pero solo podía pensar en Felix y Bangchan. Los tres nos sentamos juntos en una de las mesas y comenzamos a cenar.

—¿Qué opinan del lugar?—pregunté mientras abría una lata de refresco.
—Es bonito, me gusta estar rodeado de la naturaleza—respondió Bangchan con la boca algo llena de comida y Felix asintió con la cabeza.
Continuamos comiendo y charlando, hasta que en medio de una conversación chistosa, una chica se acercó. La chica de la cabaña, Lia.
—Uhm... disculpen si interrumpo—dijo algo tímida poniendo su cabello detrás de su oreja—¿puedo sentarme a comer con ustedes?
Todos asentimos, y a pesar de que ella era bastante tímida e introvertida el ambiente fue divertido gracias a las bromas de Bangchan y Felix.
Más tarde nos despedimos de los chicos y fuimos a la cabaña a dormir.

Me acomodé en mi cama y me tapé. Cerré los ojos para dormir y entonces oí la voz de Lia, susurrando:
—Sabes... quería hablar contigo porque...—tomó aire—él me gusta... y he visto que son muy cercanos.
Abrí los ojos como platos. "¿Le gusta Bangchan?"
—Me gusta Felix—dijo y sentí un gran alivio—quiero acercarme a él pero soy muy tímida para eso, ¿podrías ayudarme?
—Claro, haré lo que esté a mi alcance para ayudarte—le respondí en tono amable—buenas noches.