18; confesión

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Bangchan

El día avanzó con tranquilidad. Tuve que mentirle a ella y decirle que me sentía algo mal del estómago para poder faltar a la universidad. Quería quedarme en casa, componiendo música y pensando... pero todo lo que pensaba es en lo complicada que es la situación.
Realmente no quería lastimar a Felix... así que estaba considerando rendirme. Me sentía un bueno para nada, y quizás ella no merecía estar al lado de alguien así.
Suspiré, le di un sorbo a mi taza de café y seguí componiendo. Cuando miré la hora, supuse "a estas horas ella ya debe estar en el trabajo".... y recordé las palabras de Felix "me confesaré mañana en la tarde"...
"Entonces esperará a que salga del trabajo, y se lo dirá"

Felix

Miré la hora, acostado en mi cama, con el ventilador prendido y la camisa desabrochada. Suspiré.
—Espero que no seas tonto, Chris. Yo nunca podría confesarme a una chica si sé que sientes algo por ella...—dije en voz alta, para mí mismo.

Bangchan

Los minutos seguían pasando, y ya no podía concentrarme en hacer música. Mi mente imaginaba una escena en la que Lix se confesaba y ella correspondía. Recordé que dijo que tenía sentimientos por alguien. "¿Y si ese alguien es Felix?" Suspiré. "¿Y si ese alguien... soy yo? Nunca lo sabré si no me confieso".
—"Si no me confieso..."—dije en voz alta y me quedé pensativo.
Recordé todas las razones por las que me enamoré de ella. Las veces que estuvo a mi lado cuando la necesité, con su cálido abrazo y su dulce voz... recordé la sensación de sus labios contra los míos y comencé a anhelarlos.
Oí como afuera comenzó a llover. Faltaban solo 5 minutos para que terminara de trabajar... "y entonces Felix se lo dirá".
Negué con la cabeza. "No puedo dejar que eso pase". Me encapuché y salí corriendo de la casa, pensando en su dulce sonrisa y su mirada. Tenía que hacerlo. Tenía que decírselo.

Por fin terminé de trabajar y me despedí de mis compañeros de trabajo, salí de la cafetería y me quedé bajo techo viendo la lluvia.
—Dios... qué mala costumbre tengo de salir sin paraguas—suspiré.
Miré en frente mío, y corriendo venía Bangchan, bajo la lluvia. Lo miré sorprendida. Paró frente a mí, agitado, y apoyó sus manos sobre sus rodillas para descansar un poco.
—¿Chris? ¿Qué haces?—pregunté buscando que me mire a los ojos.
—Tengo... que... decirte... algo....—apenas podía hablar, estaba recobrando el aliento.
—¿Pasó algo? ¿Estás bien?—apoyé mi mano en su hombro buscando mirarlo a los ojos, nuevamente.
Finalmente tomó bastante aire, se recuperó y se paró firme frente a mí, a solo unos centímetros de distancia. Se quitó la capucha y me miró a los ojos.
—Me gustas.

Mi corazón se aceleró, sentí cosquillas en mi abdómen y mucho calor.
—En serio me gustas—repitió esperando una respuesta.
—A mí también me gustas, Bangchan—confesé.
Sonrió y sin decir más, acarició mi mejilla. Luego suavemente me tomó del mentón y me acercó a él para depositar un beso lento y suave en mis labios. Correspondí el beso y sin pensarlo mucho pegué mi cuerpo al suyo. El beso se intensificó un poco, pero entonces él decidió parar. Me miró a los ojos con una tierna sonrisa y luego me dió la mano. Justo dejó de llover.
—Vamos a casa—dijo.

• Quédate conmigo • BangchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora